Andrés García, uno de los íconos más grandes del cine mexicano, fue conocido no solo por su talento y carisma en la pantalla, sino también por su intensa y a veces turbulenta vida personal.
Desde sus inicios en películas como *Chanoc* hasta su papel icónico en *Pedro Navaja*, García conquistó al público con su presencia magnética y su estilo de vida apasionado.
Sin embargo, detrás de la imagen de galán y mujeriego, hubo una historia de amor, enfermedad y lucha que pocos conocieron en profundidad.
A sus 81 años, su partida el 4 de abril de 2023 dejó un legado imborrable y una vida llena de historias fascinantes.
Nacido en Santo Domingo, República Dominicana, en 1941, Andrés García llegó a México tras la migración de su familia desde España, escapando del régimen de Franco.
Fue en Acapulco donde encontró su lugar y comenzó a forjar su carrera artística.
A los 30 años, gracias a éxitos como *Chanoc* (1967), se consolidó como una de las estrellas más taquilleras del cine latinoamericano.
Durante la década de 1980, su interpretación del personaje Pedro Navaja se convirtió en un símbolo del cine mexicano.
A pesar de su fama, García contó que inicialmente dudó en aceptar el papel, pero fue convencido gracias a la visión de la diseñadora Sonia, quien creó el icónico look del personaje.
Su química con la actriz Maribel Guardia durante la filmación generó tensiones, pero también mostró el carácter decidido y competitivo de Andrés en su profesión.
Andrés García fue famoso por su vida amorosa tan intensa y pública como su carrera.
Se autodenominaba mujeriego y confesó haber tenido más de 2000 conquistas a lo largo de su vida, rivalizando con figuras como Julio Iglesias.
Entre sus romances más destacados estuvieron la legendaria María Félix, con quien compartió momentos apasionados, y actrices como Irma Serrano, Carmen Campuzano, Anel Noreña e Isela Vega.
Su fama de galán era tal que muchas mujeres y hasta hombres sentían una mezcla de admiración y temor ante su presencia.
García admitió que se enamoraba fácilmente y que cada relación le parecía verdadera en su momento, aunque esto le costara conflictos y rupturas dolorosas.
Sus relaciones no estuvieron exentas de peligros.
Una de sus amantes venezolanas, despechada por un rechazo, llegó a orquestar un intento de asesinato contra él, enviando sicarios que confundieron a su chófer con García y lo atacaron con 16 balas, dejando al conductor traumatizado y mudo por meses.
A pesar de su reputación de mujeriego, Andrés García contrajo matrimonio en cuatro ocasiones.
Su primer matrimonio fue en 1967 con Sandra, con quien tuvo dos hijos, Andrés Jr.
y Leonardo, quienes siguieron sus pasos en el mundo del entretenimiento.
En 1974 se casó con Fernanda Ampudia, con quien tuvo a Andrea, una actriz y conductora que lamentablemente perdió contacto con su padre.
En 1984 contrajo matrimonio con Sonia Infante, sobrina del legendario Pedro Infante.
Su relación fue intensa y marcada por la pasión y los retos, incluyendo la paciencia puesta a prueba por el deseo de Sonia de llamar la atención.
Aunque se separaron pocos años después, Sonia permaneció en la memoria de García hasta su fallecimiento en 2019.
Finalmente, su matrimonio más duradero fue con Margarita Portillo, quien estuvo a su lado hasta sus últimos días.
Se conocieron en 1997 tras el huracán Paulina en Acapulco y se casaron en 2000.
Su relación enfrentó altibajos, incluso rumores de separación e infidelidades, pero tras años separados decidieron darse una nueva oportunidad para disfrutar juntos su retiro en Acapulco.
Andrés García enfrentó múltiples problemas de salud en sus últimos años, incluyendo cáncer de próstata, leucemia y cirrosis hepática, esta última enfermedad que finalmente le costó la vida.
A pesar de los diagnósticos graves, mantuvo una actitud fuerte y luchadora.
Su esposa Margarita Portillo fue su cuidadora constante hasta el final.
En una emotiva declaración, Margarita compartió que estuvo a su lado hasta su último aliento, acompañándolo y amándolo en sus momentos finales.
Tras su fallecimiento, Margarita ha enfrentado serios problemas de salud mental y física, incluyendo depresión e hipertensión, y se encuentra en tratamiento médico y psicológico.
La muerte de Andrés García también desató una amarga disputa por su herencia.
Según su testamento, firmado ante notario, sus bienes serían repartidos entre cuatro personas: su viuda Margarita, su hijo Andrés García Jr.
, su hijastro Andrés López Portillo y su hermana Rosa María García.
Sin embargo, la validez del testamento ha sido cuestionada por el actor y empresario Roberto Palazuelos, quien acusó a Margarita de manipular a Andrés para influir en la distribución de sus bienes, acusación que Margarita ha negado rotundamente.
En medio de esta controversia, Margarita ha recibido el apoyo de varios amigos del medio artístico, quienes la han acompañado en este difícil proceso.
Andrés García no solo será recordado por sus numerosos romances o su vida llena de glamour, sino también por su talento indiscutible y su enorme contribución al cine mexicano.
Su carisma y presencia en pantalla dejaron una huella imborrable en la cultura popular.
Además, García fue un empresario astuto, invirtiendo en sectores como la construcción, hotelería y televisión, demostrando su visión más allá del arte.
También fue conocido por su espíritu generoso, apoyando diversas causas sociales y ayudando a los más necesitados con sus recursos y fama.
Su historia es la de un hombre apasionado, lleno de luces y sombras, que vivió intensamente y dejó un legado que trasciende la pantalla grande.
Con su partida, el cine mexicano perdió a uno de sus grandes íconos, y sus admiradores a un símbolo eterno de la época dorada.
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