💔 Inesperada noticia sacude a México: el hijo de Mijares confirma entre llanto la partida del ídolo
Manuel Mijares, ese nombre que tantas veces escuchamos con reverencia en la radio, en conciertos multitudinarios y en memorias de juventud, ya no está entre nosotros.
Su hijo, José Manuel, rompió en llanto frente a las cámaras y confirmó lo que miles temían: el adiós definitivo de una de las voces más icónicas del mundo hispano.
El país entero quedó en silencio.
Las redes se paralizaron.
El mundo de la música perdió un titán.
La noticia, que muchos consideraban un simple rumor de Internet, tomó fuerza cuando se compartió un video donde su hijo, visiblemente afectado, expresó: “Papá se fue en paz, rodeado de
amor…”.
Una frase breve, pero cargada de un dolor imposible de ocultar.
No hubo comunicados oficiales ni ruedas de prensa: solo ese instante de verdad, de humanidad pura, donde el legado de Mijares pasó oficialmente a la eternidad.
Mijares fue mucho más que una estrella pop.
Fue la voz que acompañó generaciones enteras en momentos de amor y desamor, que llevó su arte a los escenarios más importantes del mundo y que incluso, durante años, formó una de las
parejas más queridas del espectáculo junto a Lucero.
Su historia personal, marcada por éxitos profesionales y desafíos emocionales, fue tan intensa como sus letras.
Nacido en una familia amante de las artes, Manuel mostró desde joven un talento natural.
Su carrera lo llevó de México a Japón, de los estudios de grabación a los más prestigiosos auditorios, y de ser un cantante más a convertirse en un ícono.
Con canciones como Bella, El privilegio de amar o Soldado del amor, construyó un repertorio que aún hoy se canta con nostalgia.
Pero también enfrentó momentos oscuros: el divorcio con Lucero, los rumores de infidelidad, las críticas injustas que intentaban reducir su vida al rol de “exesposo”.
Sin embargo, Mijares siempre supo levantarse.
Fue un padre ejemplar.
Estuvo presente en la vida de sus hijos, los vio crecer, los acompañó en cada paso.
Su relación con Lucero, aunque rota sentimentalmente, se mantuvo siempre firme desde el respeto y la admiración mutua.
Ambos compartieron escenarios incluso después de la separación, demostrando que el amor puede transformarse sin desaparecer del todo.
En los últimos años, aunque alejado del escándalo, Mijares seguía brillando.
Participó como coach en La Voz México, lanzó álbumes y giras, y mantenía una vida de lujo discreta, reflejo de todo lo que había construido.
Su pasión por los autos, su casa en Santa Fe, sus conciertos privados…
todo hablaba de un hombre que nunca dejó de amar la vida.
Pero detrás del éxito, había una lucha silenciosa.
Según fuentes cercanas, Mijares enfrentaba problemas de salud que prefirió mantener en reserva.
Sus apariciones se volvieron más esporádicas, sus conciertos más íntimos.
Los fans notaban que algo no estaba bien.
Y aunque él lo negaba, su mirada ya no tenía el mismo brillo.
Fue su hijo quien cuidó de él en sus últimos días, el mismo que hoy, entre lágrimas, cuenta la historia que nadie quería oír.
La noticia de su fallecimiento ha generado una ola de reacciones.
Artistas, fans y personalidades públicas han expresado su dolor y reconocimiento.
Lucero, con quien compartió 14 años de matrimonio, publicó una imagen en blanco y negro acompañada de un simple “Gracias por todo”, confirmando la magnitud de la pérdida.
El legado de Mijares trasciende la música.
Fue un hombre de principios, que a pesar de los escándalos mediáticos, siempre defendió su privacidad y la de su familia.
Nunca necesitó escándalos para vender discos.
Su talento hablaba por él.
Y hoy, en su ausencia, lo sigue haciendo.
Sus canciones han vuelto a sonar con fuerza, ocupando los primeros lugares en plataformas digitales.
Soldado del amor retumba ahora con un significado desgarrador.
Sus autos, sus propiedades, su éxito económico…
nada de eso puede igualar el vacío que deja su voz.
México llora a uno de sus grandes.
Un artista que fue fiel a sí mismo, que nunca cedió ante las modas y que siempre supo cuál era su verdadero lugar: el corazón de su público.
¿Se ha ido Mijares? Físicamente, sí.
Pero su música, su legado, sus letras y su historia están más vivas que nunca.
En cada pareja que se enamoró con su voz, en cada madre que cantó con sus hijos sus canciones, en cada fan que alguna vez gritó su nombre.
Manuel Mijares fue más que un cantante.
Fue un símbolo.
Y como tal, no morirá jamás.
Descansa en paz, eterno soñador.