Manolo Muñoz fue una figura clave en el surgimiento del rock en español y un impulsor de las corrientes románticas que después dominaron intérpretes como José José y Luis Miguel.
Su carrera musical abarcó diversas etapas y géneros, desde el rock and roll hasta boleros y música ranchera, dejando una huella imborrable en la música popular mexicana.

Sin embargo, detrás de su éxito artístico, su vida estuvo marcada por conflictos personales, atentados y una trágica muerte que conmovió a sus seguidores.
Nacido en un entorno humilde, Manolo Muñoz conoció desde niño las limitaciones económicas de su hogar.
Mientras otros niños jugaban, él ayudaba a su familia haciendo recados o pequeñas tareas para ganar unas monedas que entregaba a su madre con gran sentido de responsabilidad.
La música siempre fue su refugio y compañía.
Junto a sus hermanos, formó un trío inspirado en agrupaciones como Los Panchos y Los Dandis, cantando en restaurantes y en la vía pública para sobrevivir.
A los 17 años, decidió darle un rumbo definido a su carrera musical.
Aunque inicialmente consideraron dedicarse al mariachi, optaron por el rock and roll, influenciados por artistas estadounidenses como Elvis Presley.
Así nació el grupo Los Gibson Boys, con una imagen rebelde y un sonido fresco que buscaba abrirse paso en un mercado musical mexicano que aún mostraba resistencia hacia el rock.
A pesar de las dificultades para promocionar su música, incluyendo la reticencia de las estaciones de radio a programar canciones de grupos fuera de la capital, Los Gibson Boys lograron firmar un contrato discográfico y grabar su primer disco en 1961.
Manolo Muñoz destacó como la voz principal del grupo, caracterizada por un timbre fuerte y un registro vocal que se volvió más grave y profundo con el tiempo.
Sin embargo, la disquera consideró que su futuro era más prometedor como solista, debido a que su imagen no encajaba con los estándares físicos del rock de la época.
Manolo defendió su talento y carisma, y decidió emprender una carrera en solitario, explorando además otros géneros musicales como boleros y rancheras.
Canciones como “Llamarada”, de origen colombiano pero con un toque muy mexicano, se convirtieron en grandes éxitos que consolidaron su prestigio.
A pesar de su éxito profesional, la vida personal de Manolo Muñoz estuvo marcada por conflictos.
Casado y padre de tres hijos, atravesaba una relación matrimonial plagada de discusiones constantes.
Un incidente público en el cabaret El Millón de Dólares, donde su esposa irrumpió violentamente y llegó a amenazarlo con un arma, alarmó a sus compañeros y puso en riesgo su seguridad.
Pocos días después, Manolo fue víctima de un atentado cuando un hombre desconocido le disparó en repetidas ocasiones mientras caminaba por una calle de la Ciudad de México.
Fue trasladado de urgencia al hospital en estado crítico.
Aunque logró sobrevivir, su salud quedó seriamente afectada.
Rumores sobre la posible implicación de su esposa en el ataque circulaban, pero nunca se presentaron pruebas concretas y el caso quedó sin resolver oficialmente.
Después de recuperarse, Manolo Muñoz decidió hacer cambios en su vida para reducir el estrés.
Abandonó la conducción y adoptó un estilo de vida más tranquilo, aunque continuó presentándose en eventos selectos y dedicando tiempo a su familia.
Sin embargo, hacia el año 2000 comenzaron a manifestarse serios problemas de salud.
Manolo experimentó adormecimiento en el rostro y otros síntomas preocupantes, pero minimizó la gravedad y no buscó atención médica inmediata.
En octubre de ese año, tras un día agotador, se acostó a dormir en una mala postura con el cuello torcido.
Esta posición obstruyó el flujo sanguíneo hacia su cerebro, provocando un derrame cerebral mientras dormía.
Al día siguiente, su familia lo encontró inconsciente y lo trasladaron al Hospital Santa Elena, donde fue ingresado en estado de coma.
A pesar de los esfuerzos médicos y del apoyo constante de sus seres queridos, que intentaron estimularlo con su música favorita, Manolo no mostró mejoría significativa.
Una ligera reacción corporal dio esperanzas momentáneas, pero los médicos aclararon que eran reflejos involuntarios.
Finalmente, quedó en estado vegetativo con escasas probabilidades de recuperación.

El 30 de octubre de 2000, Manolo Muñoz falleció a los 60 años.
Fue sepultado en el Panteón Jardín de la Ciudad de México.
Su muerte fue lamentada por colegas, admiradores y la industria musical, que reconocieron su contribución fundamental al desarrollo del rock and roll en México y su versatilidad para incursionar en otros géneros.
Manolo Muñoz es recordado como uno de los pioneros del rock en español, cuya voz potente y capacidad interpretativa dejaron una marca indeleble en la música popular.
Canciones como “Llamarada” y “En un rincón del alma” siguen siendo escuchadas y celebradas por nuevas generaciones.
Su vida, aunque llena de éxitos, también estuvo marcada por dificultades personales y tragedias que reflejan las complejidades de la fama y la lucha por mantenerse en un ambiente artístico exigente.
La historia de Manolo Muñoz sirve como un recordatorio del talento y la vulnerabilidad humana, y su música continúa siendo un legado que inspira y emociona.