😱 Abrieron la Tumba de Jesús Después de Siglos… y Lo Que Encontraron Sorprendió a los CientÃficos
La tumba de Jesús ha sido encontrada recientemente después de casi dos siglos de especulación.
Un grupo de cientÃficos abrió el lugar considerado como la tumba de Jesucristo en la Iglesia del Santo Sepulcro, y lo que encontraron en su interior es sorprendente.
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Según la creencia cristiana, el cuerpo de Jesús fue colocado en un lecho funerario tallado en la roca después de ser crucificado por los romanos en el año 30 o 33.
Los cristianos creen en la resurrección de Cristo, ya que las mujeres que fueron a ungir su cuerpo tres dÃas después de su entierro afirmaron que no lo encontraron en la tumba.
Ahora, esta misma tumba está siendo objeto de estudio por parte de investigadores que han estado analizando el lugar, y sus hallazgos preliminares confirman que aún se encuentran presentes algunos restos que han sobrevivido a siglos de daños, destrucción y reconstrucción.
La Iglesia del Santo Sepulcro, situada en la ciudad vieja de Jerusalén, es un lugar venerado por los cristianos desde hace mucho tiempo.
En este sitio se encuentra una losa o lecho mortuorio de piedra caliza que fue tallado en la pared de una cueva al menos desde 1555, o posiblemente antes, para protegerlo de los seguidores que intentaban arrancar pedazos de la piedra original.
Se le colocó una cubierta de mármol, y durante la investigación, los cientÃficos retiraron esta cubierta y descubrieron una capa de material de relleno debajo.
A pesar de esto, continuaron trabajando durante 60 horas sin interrupción hasta que encontraron otra losa de mármol con una cruz tallada en su superficie.
Debajo de esta losa, encontraron el lecho mortuorio original de piedra caliza, que estaba intacto.
El restaurador retiró los escombros que habÃa debajo de una losa de mármol partida, revelando la superficie de la roca original que se cree es el lugar donde Jesús fue sepultado.
En ese lugar reposaba la cruz cristiana mencionada anteriormente, que posiblemente fue elaborada durante la época de las cruzadas.
Fredy Hber, un arqueólogo que participó en la expedición de la tumba sagrada, no pudo contener su emoción y confesó que le temblaban las piernas debido a la sorpresa de este descubrimiento inesperado.
La localización de la tumba parece no haber cambiado con el tiempo, aunque no podemos estar completamente seguros al respecto.
Los investigadores afirman que dentro del pequeño edÃculo construido en el siglo XVII que alberga la tumba se encuentran las paredes originales de piedra caliza de la cueva.
Con este descubrimiento, decidieron abrir una ventana en la pared sur del santuario para observar una de las paredes de la cueva.
“Esta es la roca sagrada más venerada de todos los tiempos y solo ahora podemos verla”, mencionó Antonia Moropo, quien coordina los trabajos de conservación y restauración en el edÃculo.
Sin embargo, la pregunta sigue siendo: ¿es esta realmente la tumba de Jesucristo? Desde un punto de vista arqueológico, es imposible afirmar que la tumba recién abierta en la Iglesia del Santo Sepulcro es el lugar donde fue sepultado Jesucristo.
Existen pruebas indirectas que respaldan la posibilidad de que la identificación del sitio sea real.
Este trabajo de identificación fue llevado a cabo por representantes del emperador romano Constantino 300 años después de los eventos ocurridos.
La sepultura de Jesús está mencionada en los cuatro primeros libros del Nuevo Testamento, aunque los detalles pueden variar en cada versión.
Sin embargo, todos describen de manera clara que Cristo fue sepultado en una tumba excavada en la roca que pertenecÃa a José de Arimatea, un judÃo rico que seguÃa a Jesús.
En las exploraciones realizadas, se han encontrado más de 1000 tumbas con caracterÃsticas similares alrededor de Jerusalén, cada una de estas tumbas alberga una o varias cámaras mortuorias con nichos largos en las paredes de roca, diseñados para acomodar a cada miembro fallecido de la familia.
Esto concuerda con lo que sabemos acerca de las costumbres funerarias de los judÃos adinerados en esa época.
Estos hallazgos proporcionan un respaldo indirecto a la posible autenticidad del sitio, ya que se ajustan a la descripción de la tumba de Jesús según los relatos bÃblicos y las prácticas funerarias judÃas de la época.
Además, según las costumbres judÃas, estaba estrictamente prohibido realizar entierros dentro de los muros de la ciudad.
Los evangelios indican que Jesús fue sepultado en las afueras de Jerusalén, cerca del lugar donde fue crucificado en el Gólgota.
Con el paso del tiempo, las murallas de la ciudad se extendieron y tanto el Gólgota como la tumba de Jesús quedaron dentro de ellas.
Hacia el año 325, los canteros de Constantino tenÃan la tarea de encontrar la tumba y fueron llevados a un templo construido 200 años antes por el emperador romano Adriano.
Según fuentes históricas, Adriano mandó construir el templo sobre la tumba venerada por los cristianos para afirmar el dominio de la religión del Estado romano.
Eusebio, obispo de Cesárea, asegura que el templo romano fue destruido durante las excavaciones, revelando asà una tumba abierta en la roca.
Ante este descubrimiento, decidieron cortar la parte superior de la cueva para poder observar su interior.
Además, construyeron una iglesia alrededor de la tumba para protegerla.
De esta manera, se estableció el lugar sagrado donde se cree que Jesús fue sepultado.
En el año 1009, la Iglesia del Santo Sepulcro fue completamente destruida por los fatimÃ, sin embargo, a mediados del siglo X fue reconstruida.
Durante excavaciones realizadas en el interior de la iglesia en el siglo XX, se descubrieron restos que parecen pertenecer al templo de Adriano, además de las paredes de la iglesia de Constantino.
Los arqueólogos también descubrieron una antigua cantera de caliza y al menos seis tumbas excavadas en la roca.
La presencia de estas tumbas de la época es una evidencia arqueológica importante que demuestra que esta área era un sitio judÃo ubicado fuera de los muros de Jerusalén en la época de Jesús.
El ex-arqueólogo urbano de Jerusalén señala que no podemos estar completamente seguros de que la Iglesia del Santo Sepulcro sea realmente el lugar de sepultura de Jesús.
Sin embargo, tampoco existe otro sitio del cual podamos afirmar lo mismo con tanta certeza.
En realidad, no hay razones para rechazar su autenticidad.
Una vez concluidas las investigaciones, el sitio fue sellado nuevamente con su cubierta original de mármol.
Es posible que no se vuelva a abrir durante siglos o milenios, ya que las labores de conservación arquitectónica implementadas están diseñadas para perdurar indefinidamente.
La arqueóloga Antonia Moropo, una de las responsables de los trabajos de investigación y restauración, menciona que durante el proceso de investigación se realizó una documentación exhaustiva de la superficie de la roca.
En 1999, el arqueólogo Martin Blade publicó un estudio sobre la historia de la tumba con el objetivo de comprender por qué los creyentes consideran que ese es el lugar mencionado en los evangelios.
Es crucial examinar detenidamente los datos recopilados durante la apertura del lecho mortuorio y las paredes de la cueva.
