A sus 63 años, Yolanda Saldívar Rompe su silencio dejando al mundo CONMOCIONADO
A casi tres décadas del trágico asesinato de Selena Quintanilla, la figura de Yolanda Saldívar vuelve a generar controversia.
Esta vez, a sus 63 años, ha decidido romper el silencio con una serie documental que promete revelar su versión de los hechos.
La producción, titulada “Selena y Yolanda: Secretos entre ellas”, ha causado conmoción tanto entre los fanáticos de la artista como en los medios de comunicación.
A pesar del tiempo transcurrido, la herida aún permanece abierta en el corazón de quienes admiraban a la Reina del Tex-Mex.
La decisión de Saldívar de hablar ha sido vista por muchos como un intento desesperado de limpiar su imagen antes de la audiencia que definirá si puede optar por la libertad condicional en 2025.
Durante la década de los 90, Selena se había convertido en un fenómeno cultural.
Su música, su estilo y su carisma rompieron barreras en la industria latina en Estados Unidos.
Detrás del escenario, Yolanda Saldívar, quien se convirtió en presidenta del club de fans y luego en gerente de sus boutiques, fue ganando espacio dentro del círculo íntimo de la cantante.
Sin embargo, lo que empezó como una admiración terminó tornándose en una relación tóxica y posesiva.
Los problemas comenzaron a surgir cuando el equipo de Selena empezó a notar cambios de actitud en Saldívar, especialmente cuando Selena no estaba presente.
Las quejas sobre su trato hacia los empleados se acumularon, y poco a poco la confianza comenzó a resquebrajarse.
La situación empeoró cuando Abraham Quintanilla, padre de Selena, descubrió irregularidades financieras.
Saldívar había falsificado cheques y malversado más de 60.
000 dólares de las ganancias del club de fans y las boutiques.
Aunque Selena fue advertida, seguía creyendo en la lealtad de Yolanda, pensando que aún era necesaria para los negocios en México.
Esta decisión terminó costándole la vida.
Tras varios encuentros tensos, el 31 de marzo de 1995, Selena fue citada por Saldívar en un motel.
Lo que debía ser una simple reunión para recuperar documentos se convirtió en una tragedia.
Yolanda sacó un arma y le disparó en la espalda.
Selena, herida de gravedad, logró correr hasta el vestíbulo del hotel donde, con sus últimas fuerzas, identificó a su agresora antes de desplomarse.
El impacto de su muerte fue inmediato y devastador.
Selena tenía solo 23 años y estaba en el punto más alto de su carrera.
El mundo entero lamentó su pérdida, y el caso captó la atención mediática durante días.
Yolanda, tras un tenso enfrentamiento con la policía de nueve horas en el lugar del crimen, fue arrestada y posteriormente condenada a cadena perpetua.
Desde entonces, ha permanecido en prisión, aferrándose a la versión de que la muerte de Selena fue un accidente.
Sin embargo, la evidencia, los testimonios y las circunstancias indican lo contrario.
La compra del arma días antes, sus intentos anteriores de atraer a Selena a reuniones privadas, y la creciente obsesión que tenía hacia ella pintan una imagen muy diferente a la que Saldívar intenta mostrar ahora.
La docuserie recientemente lanzada no solo intenta justificar sus acciones, sino que propone teorías que han indignado a muchos.
Entre ellas, que Selena tenía una relación secreta con un cirujano mexicano y que Yolanda la protegía de amenazas por parte del médico y de su padre.
Incluso afirma que los cheques malversados eran instrucciones de Selena para costear viajes.
Estas declaraciones han sido desmentidas por la familia Quintanilla y por el viudo de Selena, quienes ven en la serie un intento de lucrarse a costa del legado de la cantante.
La serie ha sido duramente criticada por tratar de reescribir los hechos desde una narrativa sin pruebas sólidas, afectando la memoria de quien ya no puede defenderse.
El interés público por la serie se ha mezclado con indignación.
Muchos seguidores de Selena consideran que Yolanda está aprovechando la cercanía de su posible liberación para manipular la percepción pública y generar simpatía.
A pesar de los años, la figura de Selena sigue siendo una de las más queridas en el mundo latino.
Su música, su historia y su legado cultural permanecen vivos.
El hecho de que su asesina intente ahora contar su “verdad” no hace más que reabrir un dolor que nunca se ha ido del todo.
Las redes sociales se han llenado de mensajes de rechazo a Saldívar y de apoyo a la familia Quintanilla, recordando que la justicia ya habló en su momento y que nada cambiará el hecho de que Yolanda le arrebató la vida a una estrella que apenas comenzaba a brillar.
Lo que ocurra en la audiencia de libertad condicional aún está por verse.
Mientras tanto, el mundo observa con atención y con escepticismo cada paso de Yolanda Saldívar.
Su intento de mostrarse como víctima no ha calado en el corazón del público, que sigue viendo en ella a la mujer que destruyó un ícono.
El debate sobre si merece una segunda oportunidad está abierto, pero para muchos, la herida que dejó en la música latina y en millones de fanáticos sigue siendo demasiado profunda para perdonar.