Polo Sánchez fue una de las voces más emblemáticas y queridas del rock and roll mexicano, un cantante joven y talentoso que alcanzó la fama con el clásico inolvidable “El último beso”.
Sin embargo, su vida y carrera se vieron truncadas de manera trágica a los 28 años, cuando murió en circunstancias misteriosas en 1974.
Esta es la historia del hombre detrás de esa voz dorada, su ascenso en la música, y el legado que dejó en la cultura latina.
Leopoldo Sánchez La Bastida, conocido artísticamente como Polo, nació el 30 de enero de 1946 en Ciudad de México.
Desde pequeño mostró una pasión profunda por la música, destacando no solo por su voz poderosa sino también por su carisma y presencia escénica.
A temprana edad formó su propia banda donde fue cantante principal y guitarrista, perfeccionando su estilo y disciplina.
En 1962, durante una gira en Culiacán, Polo se unió al grupo Los Apson, una banda emergente de Agua Prieta, Sonora, conocida por su energía y sensibilidad musical.
Con solo 16 años, Polo se convirtió en una voz esencial del grupo, interpretando baladas románticas que conquistaron a la juventud mexicana.
Canciones como “A veces lloro solo” y “Sueña, dulce nena” fueron éxitos que marcaron una época.
El grupo Los Apson alcanzó fama nacional entre 1963 y 1964, pero las diferencias creativas entre Polo y su compañero Franky Gámes llevaron a Polo a separarse y unirse a Los Polaris, con quienes grabó sencillos populares.
Su carrera como solista comenzó con gran fuerza, destacándose por su voz suave pero poderosa, capaz de transmitir emociones profundas.
En 1966 lanzó “El último beso”, canción que se convirtió en un himno cultural y en la balada del año.
La canción, una versión en español del tema estadounidense “Last Kiss”, narraba la trágica historia de un amor interrumpido por un accidente fatal, y fue interpretada con una emotividad que tocó el corazón de millones.
Entre 1966 y 1968, Polo grabó seis álbumes y colaboró con la cantante Vianei Valdés, consolidando su lugar en la música romántica y el rock latinoamericano.
Su repertorio incluía temas como “Dos lágrimas”, “El doctor del amor” y “Cuando un hombre ama”, que mostraban su profundidad emocional.
A comienzos de los años 70, Polo se unió a la banda La Tribu y siguió adaptándose a nuevos estilos musicales.
En 1974, fue anunciado como el próximo vocalista de Los Rebeldes del Rock, reemplazando a Johnny Laboriel, y participó en el legendario concierto “Los grandes años del rock” en Monterrey.
Sin embargo, ese mismo año, el 27 de julio, Polo murió ahogado en la piscina del hotel donde se hospedaba en Mérida, Yucatán, mientras realizaba una gira con Los Rebeldes del Rock.
Tenía solo 28 años y estaba a punto de dar un gran salto en su carrera.
El informe policial indicó que Polo sufrió un calambre mientras nadaba y se hundió sin pedir ayuda, un accidente trágico pero aparentemente sin signos de violencia.
Sin embargo, surgieron rumores sobre su estado emocional y posible consumo de sustancias, lo que alimentó especulaciones y teorías sobre la verdadera causa de su muerte.
La canción “El último beso” no solo fue un éxito musical sino que adquirió un significado inquietante al estar ligada a la muerte prematura de Polo.
La letra, inspirada en una tragedia real ocurrida en Estados Unidos, habla de la pérdida de un amor joven y la esperanza de reencontrarse en el más allá.
A pesar de su corta vida, Polo dejó una huella imborrable en el rock y la música romántica en México y Latinoamérica.
Su voz sigue resonando en radios y corazones, símbolo de una época dorada y de una pasión artística intensa.
Su funeral fue un momento emotivo, con familiares y amigos cercanos, donde su esposa Blanca expresó su convicción de que su muerte no fue un accidente, dejando una pregunta abierta sobre el misterio que rodea su partida.
La historia de Polo Sánchez es un recordatorio de la fragilidad de la vida y del impacto duradero que puede tener un artista en su público.
Su talento, su voz única y su legado musical continúan vivos, mientras su trágico destino sigue siendo objeto de reflexión y misterio.
¿Fue realmente un accidente o hubo algo más detrás de la muerte de Polo? Lo cierto es que su música y su historia siguen inspirando y emocionando a nuevas generaciones, manteniendo vivo el recuerdo de “El último beso” y de la voz inolvidable de Polo Sánchez.