La reina Letizia y el rey Felipe ganaron un premio en la Lotería de Navidad en 2004, relacionado con su boda, y decidieron donar el dinero a una ONG sin hacer público a cuál.
La Lotería de Navidad siempre ha estado rodeada de historias curiosas y afortunadas, pero pocas tan sorprendentes como la de la reina Letizia.
En un sorteo que no podía ser más especial, la esposa del rey Felipe no solo se llevó un buen pellizco, sino que también estuvo a punto de ser la protagonista de un episodio que ni ella misma esperaba.
La historia de cómo la reina Letizia ganó un total de 26.296 euros, junto a su marido, el rey Felipe, comienza con un gesto lleno de simbolismo y algo de casualidad, pero lo que sucedió después del premio es aún más llamativo.
Corría el año 2004, un año clave para la familia real española, pues en mayo de ese mismo año se celebraba el enlace de los entonces príncipes de Asturias, Felipe y Letizia, en la Catedral de La Almudena.
Un evento que había acaparado la atención de España y del mundo entero.
En ese mismo año, algo totalmente inesperado ocurrió en el tradicional sorteo de la Lotería de Navidad, donde Letizia y Felipe fueron los sorprendidos ganadores de un número que, por coincidencia, tenía una conexión especial con su boda.
Este hecho no fue producto de la suerte, sino de una cuidadosa planificación por parte de un periodista catalán llamado Miguel Garau, miembro de la Asociación de Veteranos de RTVE, quien había trabajado anteriormente con Letizia.
Garau, con la intención de hacerle un regalo único a la pareja real, decidió adquirir varios décimos de la Lotería Nacional.
Pero no se conformó con cualquier número: buscaba un número que tuviera un vínculo especial con los futuros reyes de España.
Fue así como dio con el 22.504, que coincidía con la fecha exacta del matrimonio de Felipe y Letizia, el 22 de mayo de 2004.
Sin embargo, la historia no fue tan sencilla. Garau se enfrentó a varios obstáculos antes de conseguir los décimos con esa numeración tan significativa.
El número 22.504 no estaba disponible, ya que había sido reservado previamente por un cliente habitual de la administración de loterías en la plaza Santa Catalina de Valencia.
Por lo tanto, el periodista tuvo que negociar con la Falla de Castelar para poder conseguir los billetes.
Finalmente, y tras varios intentos, Garau logró adquirir los décimos deseados y decidió enviarlos por correo certificado a la Casa Real, a Zarzuela, como un regalo para los recién casados.
La suerte estaba de su parte, y el sorteo de Navidad de 2004 resultó ser un éxito para Letizia y Felipe, quienes se llevaron un total de 26.592 euros, repartidos entre varios décimos premiados, incluida la famosa numeración 22.504.
Cada uno de los príncipes de Asturias recibió 13.296 euros. Fue un premio inesperado y simbólico, que representaba no solo un golpe de suerte, sino también un vínculo especial con el día de su boda.
Sin embargo, lo que realmente sorprendió a todos fue el destino que eligieron para este dinero.
Lejos de aprovechar la oportunidad para hacer una compra personal o disfrutar del premio de manera ostentosa, los reyes de España decidieron donar íntegramente los 26.592 euros a una organización benéfica.
A pesar de la especulación en torno a la ONG a la que fue destinado el dinero, nunca se reveló públicamente cuál fue exactamente la causa a la que los reyes decidieron contribuir.
Este gesto altruista reafirmó la imagen de Felipe y Letizia como una pareja comprometida con las causas sociales y con la responsabilidad que conlleva su posición.
No obstante, lo que sí quedó claro es que, aunque este premio resultó ser una agradable sorpresa para los reyes, no fue algo que buscaban activamente.
El azar, en este caso, fue el que les puso este premio en sus manos, y ellos supieron aprovecharlo de la mejor manera posible.
En cuanto a otros famosos que también han sido agraciados por la suerte, las historias son igualmente curiosas.
El actor Nacho Guerreros, conocido por su papel en “La que se avecina”, celebró un buen pellizco del Gordo de Navidad en 2002, que cayó en su pueblo natal, Calahorra. También la cantante Soraya Arnelas disfrutó de un segundo premio en alguna edición de la Lotería de Navidad.
Sin embargo, no todos los famosos han tenido tanta suerte: Carmen Lomana, la socialité, confesó en una entrevista que un amigo le regaló un décimo, pero ella se olvidó de comprobarlo y, cuando lo hizo, ya había pasado el plazo para canjear el premio, lo que la dejó con las manos vacías.
El caso de la reina Letizia y el rey Felipe, sin embargo, es uno de esos relatos de azar y generosidad que siempre sorprenden.
Una historia que demuestra que, incluso aquellos que están acostumbrados a vivir en el centro de atención, pueden sorprendernos con gestos tan humildes como la donación de un premio de lotería.
En cualquier caso, lo que está claro es que, aunque no buscaban ser protagonistas de este sorteo, su victoria fue un recordatorio de la suerte que les acompaña y del corazón generoso que poseen.