La tragedia que marcó a Luis Aguilar para siempre: el dolor que ocultó el “Gallo Giro”
Luis Aguilar, conocido cariñosamente como “El Gallo Giro”, fue una figura imponente en la época dorada del cine mexicano.
Con su carisma y talento, se ganó un lugar en los corazones de millones de fanáticos.
Sin embargo, detrás de su éxito en la pantalla existía una vida marcada por tragedias personales.
La relación con su esposa, Rosario Gálvez, fue un pilar en su vida, pero también un escenario de dolor, tragedia y desafíos.
En este video, te contaremos la trágica historia de Luis Aguilar y su esposa, revelando los secretos más dolorosos que la pareja enfrentó.
¿Cómo sobrellevaron la muerte de su hijo? ¿Qué pasó en los últimos días de Luis Aguilar antes de su muerte? Quédate hasta el final para descubrir la verdad detrás de su trágica historia.
Luis Aguilar nació el 29 de enero de 1918 en Hermosillo, Sonora, México, hijo de Luis Aguilar y Concepción Manso.
Desde joven, Aguilar mostró una inclinación por la disciplina y la estructura, lo que lo llevó a inscribirse en el Colegio Militar con el sueño de convertirse en ingeniero.
Sin embargo, su espíritu aventurero lo apartó de este camino y lo llevó a buscar nuevas experiencias.
Eventualmente, encontró su lugar en el Departamento Agrario del Tesoro, aunque la aventura siempre seguía llamando su atención.
La vida de Luis Aguilar cambió de manera decisiva cuando llegó a Mazatlán, Sinaloa, donde se sumergió en la emocionante y peligrosa actividad de la pesca de tiburones.
Esta fase de su vida refleja su búsqueda constante de emociones fuertes, un rasgo que también lo acompañaría en su carrera artística.
En 1941, Aguilar dio su primer paso en el mundo de la actuación al participar en la película Soy puro mexicano.
Aunque su papel en este proyecto fue menor y sin créditos, representó el inicio de su viaje en la industria del entretenimiento.
Un año después, en 1942, comenzó a recibir atención como cantante gracias a su potente voz de barítono.
Fue en 1943 cuando el productor Raúl de Anda, al notar su talento, le ofreció un papel protagónico en la película Sota, caballo y rey, estrenada en 1944.
Este proyecto fue crucial para su carrera, consolidándose en películas icónicas como Caminos de sangre (1945), La reina del trópico (1946) y Guadalajara (1946).
Sin embargo, fue en 1948 cuando Luis Aguilar alcanzó la fama definitiva con sus actuaciones en El muchacho feliz y especialmente en El gallo giro, película que le dio el apodo que lo acompañaría por el resto de su vida.
A partir de ese momento, Aguilar se consolidó como una de las figuras más queridas y respetadas de la época de oro del cine mexicano.
A lo largo de su carrera, Luis Aguilar proyectaba una imagen de éxito y vitalidad, pero pocos conocían las tragedias que marcaban su vida personal.
Su matrimonio con Rosario Gálvez estuvo lleno de desafíos que, aunque no siempre visibles para el público, afectaron profundamente al actor.
A través de su arte, Aguilar supo transformar su dolor en expresiones vibrantes que aún resuenan en la memoria colectiva de México.
En 1951, Luis Aguilar alcanzó un nuevo nivel de fama con la película A toda máquina, un clásico que sería seguido rápidamente por su secuela ¿Qué te ha dado esa mujer?.
Estas dos cintas no solo fueron filmadas simultáneamente, sino que también lo vieron compartir pantalla con dos de los más grandes íconos del cine mexicano: Jorge Negrete y Pedro Infante.
Este trabajo conjunto consolidó su estatus como uno de los actores y cantantes más populares de la época.
La historia de amor entre Luis Aguilar y Rosario Gálvez parece salida de una película.
Rosario, nacida en la Ciudad de México el 15 de octubre de 1926, era una actriz reconocida en el cine y la televisión, famosa por su belleza y talento.
Su matrimonio con Aguilar, que duró 40 años, se volvió legendario.
Rosario había quedado profundamente cautivada por Luis desde que lo vio por primera vez en la pantalla, y su atracción inicial pronto se transformó en una conexión personal.
El 19 de abril de 1957, Luis y Rosario contrajeron matrimonio en una ceremonia improvisada en Temixco, donde encontraron a un juez dispuesto a unirlos.
A pesar de los retos que enfrentaron, Luis y Rosario se convirtieron en una de las parejas más admiradas del mundo del entretenimiento.
Sin embargo, su vida no estuvo exenta de tragedias.
Uno de los momentos más desgarradores en la vida de Luis y Rosario fue la trágica muerte de Roberto, el hijo de Rosario de un matrimonio anterior.
En un accidente devastador, Roberto, que estaba manipulando un revólver cargado, se disparó accidentalmente.
Este terrible suceso ocurrió mientras Luis y Rosario se encontraban en Acapulco, disfrutando de un descanso.
La pérdida de Roberto dejó una cicatriz profunda en la familia, y tanto Luis como Rosario tuvieron que lidiar con el dolor durante el resto de sus vidas.
A pesar de las dificultades, la historia de amor entre Luis Aguilar y Rosario Gálvez es un testimonio de la magia que puede ocurrir cuando dos personas se encuentran en el momento adecuado y luchan por mantenerse unidas frente a las adversidades.
Luis Aguilar también luchó con una adicción al alcohol que afectó su vida personal y profesional.
A lo largo de su carrera, su dependencia del alcohol se intensificó, lo que tuvo un impacto negativo en su matrimonio con Rosario.
En un intento desesperado por salvar su relación, la pareja decidió tener un hijo juntos, pero la tragedia volvió a golpear cuando Rosario sufrió la pérdida de su segundo hijo, lo que sumió a la familia en un dolor aún mayor.
Luis Aguilar falleció el 24 de octubre de 1997 en la Ciudad de México debido a un infarto de miocardio, mientras dormía.
Su fallecimiento marcó el doloroso final de una vida llena de éxitos y dificultades, dejando un vacío en la historia del cine mexicano.
Luis Aguilar, recordado cariñosamente como “El Gallo Giro”, nunca intentó ocultar sus luchas con el alcohol y el tabaco.
Era consciente de sus vicios y hablaba abiertamente sobre ellos, entendiendo que formaban parte de su historia personal.
Sin embargo, nada de esto logró opacar su talento natural y carisma, que lo convirtieron en una figura icónica del entretenimiento mexicano.
La historia de Luis Aguilar y Rosario Gálvez es un recordatorio conmovedor del lado humano de las celebridades, quienes, a pesar de la fama, enfrentaron desafíos tan humanos como los del resto de nosotros.
La vida de Aguilar es un testimonio de su capacidad para superar adversidades y su incansable búsqueda de la excelencia en todo lo que hacía.
