Matamoros retrata al hijo de Carmen Borrego y manda un recado a su madre: “Tu hijo ha tenido problemas muy serios…”
José María Almoguera es una bomba a punto de estallar en Guadalix de la Sierra el próximo mes de enero.
Así lo aseguran algunos de los que conocen bien a su Carmen Borrego y que fueron testigos de comportamientos y actitudes nada amorosos del hijo hacia la madre.
Algunos en Telecinco: “Yo he visto en los pasillos de Telecinco cómo tenía con su madre una bronca de tres pares de narices”, ha dicho Kiko Matamoros.
El tertuliano de Ni que fuéramos shhh, que compartió plató con Terelu Campos y su hermana durante años en el extinto Sálvame, ha asegurado que la imagen angelical de Almoguera no se corresponde con la realidad: “Yo, cuando vi esa escena, estuve a punto de intervenir, porque no sabía quién era él, y me tuvieron que agarrar los compañeros y me dijeron que era el hijo.
Vi cómo se arrancaba la petaca de sonido y cayó por los suelos en un manotazo.
Ese es tu niño, Carmen Borrego”. Una actitud que sería habitual en su día a día: “Yo conté que en un programa que hizo la antigua productora de La fábrica de la tele, el hijo de Carmen Borrego salió a hostias con cuatro motoristas y tuvieron que intervenir cuatro personas del programa para agarrarle”.
Matamoros ha añadido: “Mira, cariño mío, Carmen. Tu hijo ha tenido problemas muy serios en el trabajo por el carácter volcánico que tiene”.
Su apuesta es tajante: la va a liar en Gran Hermano Dúo. “Yo creo que sí, le va a salir un rebotazo… Puede actuar en un plató, en una entrevista de dos horas, pero en tres meses durante 24 horas, no. Si no estás medicado, si tienes un carácter… acaba saliendo”, ha sentenciado.
“No he olvidado los malos momentos”
La última entrevista de Almoguera es una nueva batería de dardos contra su madre, con la que sigue marcando distancia: “Mi madre y yo aún no estamos curados. No he olvidado los malos momentos”.
Y ataca, sin piedad, donde más le duele a Carmen: “Mi madre dice que tiene la conciencia tranquila pero no es cierto. No me parece emotivo que mi madre lleve una pulsera con la inicial de mi hijo [llamado Marc]. Esa ‘M’ puede ser del nombre de mi hijo o de McDonald’s”.