La historia de Valeria Márquez, una influencer mexicana asesinada en plena transmisión en vivo, no solo ha conmocionado a sus seguidores y familiares, sino que también ha puesto sobre la mesa las alarmantes cifras de violencia contra las mujeres en México.

A once días de su muerte, su madre ha roto el silencio, narrando un testimonio desgarrador que no solo refleja el dolor de una pérdida irreparable, sino también la exigencia de justicia en un país donde la impunidad es la norma.

Este caso ha generado una avalancha de teorías, especulaciones y preguntas que aún no tienen respuesta, mientras la familia de Valeria busca desesperadamente la verdad.

Todo ocurrió en el salón de belleza de Valeria, Blossom de Beauty Lounge, mientras realizaba una transmisión en vivo.

Según los relatos, un hombre disfrazado de repartidor ingresó al lugar, preguntó por ella y, tras identificarla, disparó tres veces.

La transmisión se interrumpió abruptamente, dejando a cientos de espectadores en shock.

Lo más perturbador fue la reacción de Erika, una empleada del salón, quien cerró el live sin mostrar signos de alarma o intentar ayudar a Valeria, que yacía ensangrentada en el suelo.

Esta actitud ha generado sospechas y críticas hacia Erika, quien ahora está bajo investigación.

En un emotivo mensaje, la madre de Valeria expresó su profundo dolor y su necesidad de justicia.

“A mi hija no me la devuelve nadie, pero yo necesito saber la verdad, toda la verdad, y que pague quien tenga que pagar”, declaró.

También cuestionó las acciones de Erika y Vivian, una amiga cercana de Valeria que, según las investigaciones, insistió para que ella permaneciera en el salón ese día, supuestamente para recibir un regalo.

La madre de Valeria no solo busca respuestas, sino también justicia para su hija, quien fue víctima de un crimen que pudo haberse prevenido.

Valeria ya había manifestado su temor por lo que podría sucederle.

Según su madre, la influencer había considerado abandonar la ciudad para escapar de las amenazas y el acoso constante de su ex pareja, un hombre vinculado al Cártel Jalisco Nueva Generación.

Valeria compartió en sus redes sociales pruebas de golpes, mensajes intimidantes y una frase que ahora resuena como una premonición fatal: “Hago responsable a esa persona de todo lo que me pase a mí o a mi familia”.

Estas publicaciones, que en su momento fueron ignoradas o minimizadas, ahora son piezas clave en la investigación.

El caso de Valeria está rodeado de teorías y especulaciones.

Una de las más fuertes apunta a que su asesinato fue un crimen por encargo, ejecutado con precisión y frialdad.

La implicación de su ex pareja, conocido como WR o “El Tripa”, ha sido señalada repetidamente debido a su historial de violencia y su relación con el cártel.

Según testimonios, WR no toleraba el éxito y la independencia de Valeria, lo que habría desencadenado su ira y, posiblemente, su decisión de acabar con su vida.

Este hombre, vinculado a otros crímenes violentos, representa una figura de poder y miedo que complica aún más las investigaciones.

Otro aspecto inquietante del caso es el ramo de flores que apareció frente al salón donde Valeria fue asesinada, con una sola palabra escrita: “Perdón”.

Este gesto ha sido interpretado como un mensaje de arrepentimiento o una burla macabra, y ha añadido un nuevo nivel de misterio al caso.

Mientras tanto, las autoridades analizan cámaras de seguridad y recopilan testimonios, pero hasta ahora no han identificado al asesino ni han esclarecido los motivos detrás del crimen.

En México, la violencia contra las mujeres es una problemática estructural que afecta a miles de familias cada año.

El caso de Valeria no es aislado, sino un reflejo de una sociedad donde la impunidad y el miedo son parte del día a día.

Las cifras de feminicidios son alarmantes, y muchos de estos casos quedan sin resolver.

La familia de Valeria, junto con sus seguidores, exige que este no sea uno más.

Su madre ha dejado claro que no descansará hasta obtener justicia, y su historia ha movilizado a miles de personas que exigen un cambio.

Este caso no solo es un llamado a las autoridades, sino también a la sociedad, para que deje de normalizar la violencia y comience a actuar.

Aunque su vida fue truncada de manera brutal, Valeria dejó un legado de lucha, resiliencia y valentía.

Su historia ha movilizado a miles de personas que exigen justicia y un cambio en la forma en que se aborda la violencia contra las mujeres.

A través de las redes sociales, su voz sigue resonando, recordándonos que cada vida importa y que no podemos permanecer indiferentes ante la injusticia.

La muerte de Valeria Márquez es un recordatorio de la urgencia de actuar contra la violencia de género y la impunidad en México.

Su historia no debe ser olvidada, y su legado debe servir como un llamado a la acción para construir una sociedad más justa y segura para todos.

Mientras su familia lucha por la verdad, el resto de la sociedad tiene la responsabilidad de apoyar y exigir justicia, no solo para Valeria, sino para todas las mujeres que han sido víctimas de la violencia.