25 datos espeluznantes de Agustín Lara | Todo lo que no Sabías

Durante décadas, Agustín Lara fue recordado como el poeta del amor, el “Flaco de Oro” que hizo suspirar a México con sus melodías inmortales.

Canciones como María Bonita, Veracruz o Aventurera marcaron generaciones y lo consagraron como uno de los compositores más emblemáticos de la música romántica latinoamericana.

Agustín Lara: biografía. Dónde y cuándo nació el músico- Grupo Milenio
Sin embargo, detrás del piano, de los versos dulces y del humo de los cabarets, existía un hombre profundamente contradictorio, con una vida marcada por secretos, excesos y escándalos que apenas ahora salen a la luz.

Medio siglo después de su muerte, la figura de Lara continúa generando asombro y controversia, revelando una historia más cercana a la tragedia que al mito.

 

La imagen pública del artista, elegante y seductor, contrastaba con una realidad mucho más oscura.

Su primer gran escándalo surgió con Rocío Durán, una niña a la que presentó como su hija adoptiva y a quien, años después, terminó convirtiendo en su esposa.

Cuando ella tenía solo diecisiete años, Lara, ya con sesenta, decidió casarse con la joven a la que había criado desde pequeña.

La noticia causó estupor en la prensa y repudio entre sus colegas.

Muchos aseguraron que él la había moldeado desde niña para convertirla en su pareja ideal.

Aquella relación, que comenzó como una historia de protección, se transformó en uno de los capítulos más turbios de su vida personal.

 

Pero su lado más violento también quedó al descubierto durante su matrimonio con la diva María Félix.

Cómo inició el romance de Agustín Lara y María Félix - Infobae
La unión entre el compositor y la actriz fue explosiva desde el principio.

Los celos enfermizos de Lara y el temperamento fuerte de “La Doña” generaron discusiones constantes, algunas tan intensas que terminaron en tragedia.

En una de esas peleas, el músico disparó un arma, y la bala rozó el cuello de Félix. Un centímetro más habría cambiado para siempre la historia del cine mexicano.

Aunque ella sobrevivió y se separó poco después, el suceso reveló el rostro más destructivo del hombre que escribía sobre el amor eterno.

 

Su vida estuvo llena de contradicciones.

Mientras en México se le veneraba, en España recibió un regalo directo del dictador Francisco Franco: una casa en Granada.

El obsequio provocó indignación entre los exiliados republicanos que habían huido del régimen.

Para ellos, fue una traición imperdonable que el artista, símbolo del romanticismo mexicano, aceptara honores de un tirano.

Pero Lara no era un hombre político: solo le importaba la fama.

El reconocimiento del poder le resultaba más atractivo que la admiración del pueblo.

Agustín Lara - Kiosco de la historia

El músico también sabía escandalizar a través de sus letras.

Aventurera, una de sus canciones más provocadoras, narraba la vida de una mujer que vendía su amor “caro”.

La Iglesia exigió censurarla, los padres prohibieron escucharla y las emisoras la vetaron, pero el público la convirtió en un éxito.

Lara había descubierto una verdad comercial: lo prohibido vende.

Detrás del romanticismo de sus versos se escondía un erotismo calculado que burlaba la moral conservadora de la época.

Cada censura lo hacía más famoso, y cada crítica, más poderoso.

 

Otra marca imborrable en su rostro contaba una historia de violencia. La cicatriz que cruzaba su mejilla no era un gesto poético, sino el resultado de una pelea en un cabaret.

Una bailarina, cansada de las humillaciones del músico, le lanzó una botella que le abrió la cara.

Desde entonces, esa herida se convirtió en parte de su personaje.

El público la interpretaba como símbolo de bohemia; en realidad, era el recuerdo de una lección dolorosa: el ego también sangra.

Agustín Lara, autor de muchos mitos, 700 canciones y una leyenda

Las acusaciones de plagio persiguieron a Lara durante gran parte de su carrera. Se decía que muchas de sus composiciones provenían de ideas ajenas que él registraba como propias.

En 1937 fue demandado por el compositor Luis Moreno, quien lo acusó de apropiarse de su obra Quisiera decirte. Perdió el juicio, el dinero y una parte de su prestigio.

Años después, surgieron rumores de que María Bonita, su canción más famosa, contenía fragmentos de una obra de su amigo Chucho Monje.

Aun así, Lara siguió siendo celebrado, demostrando que la genialidad y la controversia pueden coexistir en una misma figura.

 

En el terreno sentimental, acumuló más tragedias que amores duraderos. Su primera esposa, Ester Rivas, lo acompañó cuando aún era un artista desconocido.

Lo apoyó en sus inicios, creyendo en su talento y en su promesa de amor. Sin embargo, una vez alcanzó la fama, la abandonó sin mirar atrás.

Ella tuvo que mostrar su acta de matrimonio para probar que alguna vez había sido su esposa. Mientras Lara llenaba teatros, Ester moría en el olvido.

Aquel episodio dejó claro que, para el compositor, las mujeres eran inspiración pasajera, no compañeras de vida.

 

Su vida bohemia comenzó en los burdeles de Veracruz, donde tocaba el piano desde los trece años.

Allí aprendió que la noche tiene sus propias reglas y que el amor, en ese mundo, se compra y se vende.

Aquellas experiencias moldearon su visión del deseo y la pasión, impregnando sus letras con una sensualidad que desafiaba los límites de su tiempo.

También fue testigo de la muerte de cerca: en una ocasión, presenció la ejecución del padre Miguel Agustín Pro, un suceso que lo marcó para siempre y que silenciosamente se reflejó en la melancolía de su música.

Agustín Lara, una de las figuras más representativas de la música nacional  | Dirección General del Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera  | Gobierno | gob.mx

En sus últimos años, la decadencia física fue implacable. La cirrosis y una fractura de pelvis lo llevaron a una lenta agonía.

El hombre que había vivido rodeado de glamour terminó solo, confinado en un hospital.

El 6 de noviembre de 1970, su corazón se detuvo definitivamente.

Murió a los 72 años, después de pasar semanas en coma, acompañado solo por unos pocos familiares.

Afuera, México lo homenajeaba como un héroe cultural, sin saber que el poeta del amor expiraba en el más absoluto abandono.

 

Tras su muerte, surgieron nuevas polémicas. Su hermana María Teresa lo acusó póstumamente de haberle robado varias composiciones, entre ellas la célebre Veracruz.

Aunque nunca se comprobó, la acusación sembró dudas sobre su legado.

Incluso su propio cuerpo de obra se convirtió en un campo de batalla entre admiradores y críticos.

Para unos, Lara fue un genio incomparable; para otros, un hombre que construyó su fama sobre la manipulación, la infidelidad y el oportunismo.

 

A medio siglo de distancia, el mito de Agustín Lara sigue vivo, pero su brillo se mezcla con sombras.

Fue un artista que transformó el dolor en música, pero también un hombre que hirió a quienes lo amaron.

Detrás de sus versos dulces se esconden historias de celos, traición y soledad.

Tal vez esa sea la razón por la que sus canciones aún conmueven: porque fueron escritas por alguien que conoció el amor en todas sus formas, incluso las más oscuras.

El “Flaco de Oro” fue, en el fondo, un reflejo de su propia obra: hermoso y desgarrador al mismo tiempo.

Related Posts

Our Privacy policy

https://colombia24h.com - © 2025 News