La vida de José Luis Rodríguez, conocido en toda América Latina como “El Puma”, ha estado marcada por una mezcla intensa de éxito artístico, conflictos familiares, escándalos mediáticos y episodios que todavía hoy despiertan discusión entre sus seguidores y detractores.

Aunque su figura es respetada por su trayectoria musical y actoral, detrás de las cámaras existe un relato mucho más complejo, plagado de tensiones, decisiones controvertidas y heridas que, según quienes lo rodean, siguen abiertas.
A lo largo de los años, distintas declaraciones de sus hijas, exparejas y colegas han ido armando un rompecabezas que muestra una faceta mucho más dura y humana del artista venezolano.
Uno de los temas más delicados y mediáticos ha sido la relación rota con sus hijas del primer matrimonio, Liliana y Lilibeth Rodríguez, fruto de su unión con la cantante venezolana Lila Morillo.
Aunque durante la infancia y adolescencia de las jóvenes la familia parecía funcionar con relativa armonía, todo cambió cuando la pareja se divorció en 1986, en un proceso que incluso fue televisado.
Tras casarse en 1996 con la modelo cubana Carolina Pérez, con quien tuvo a su hija menor Génesis, la tensión entre el artista y sus hijas mayores alcanzó niveles irreparables.
Según Liliana y Lilibeth, la nueva esposa del cantante habría impuesto una especie de veto que impedía que ellas vieran a su padre, situación que –de acuerdo con su testimonio– obligó a Liliana a visitarlo a escondidas para evitar conflictos en el nuevo hogar del artista.
Las hijas aseguran que la crisis se agravó porque, durante su juventud, se mostraron celosas de las mujeres que se acercaban a su padre, comportamiento que en su momento fue celebrado por su madre y tolerado por el cantante.
Sin embargo, cuando “El Puma” inició una relación formal con Carolina Pérez, aquella dinámica se volvió insostenible.

Las jóvenes habrían llegado a insultar tanto a la nueva esposa como a su media hermana Génesis, lo que desencadenó un distanciamiento definitivo.
Con el paso de los años, las hermanas han declarado públicamente que han intentado acercarse a su padre, pedir perdón y reconstruir la relación, pero aseguran que él se ha negado sistemáticamente, incluso en momentos críticos para su salud.
Uno de los episodios que más indignación generó ocurrió cuando, durante una entrevista, le preguntaron a José Luis Rodríguez qué pasaría si muriera sin reconciliarse con sus hijas mayores.
El cantante respondió que ese encuentro podría darse “en la otra vida”, declaración que sus hijas consideraron fría, ofensiva y contraria a los valores cristianos que él dice profesar.
El comentario detonó una nueva oleada de críticas en redes sociales, donde muchos usuarios cuestionaron la aparente inflexibilidad del cantante.
Liliana señaló que su padre, quien estuvo al borde de la muerte antes de recibir su doble trasplante de pulmón, ni siquiera en ese momento de vulnerabilidad quiso recibirlas o permitirles acompañarlo, lo que para ellas confirmó que el distanciamiento ya era definitivo.
El comportamiento del artista también se ha visto envuelto en escándalos más recientes, como el incidente que protagonizó en un vuelo de American Airlines.
Según relató el propio cantante, tras un show en Quito llegó exhausto al aeropuerto y discutió con un asistente de vuelo porque su bolso con medicamentos debía colocarse en el compartimento superior.
El conflicto escaló rápidamente cuando el cantante, cansado y molesto, calificó la situación como “una pendejada”, término que ofendió al personal de la aerolínea.

La tripulación pidió su expulsión del avión y, pese a que él asegura haber pedido disculpas repetidamente, terminó siendo desembarcado.
El momento quedó grabado en video y se hizo viral, pero lo que más llamó la atención fue la reacción de una de sus hijas, quien escribió en redes sociales que “al final, ni la mujer por la que nos dejó estaba allí para acompañarlo”, frase que provocó la furiosa respuesta de la esposa del artista, Carolina Pérez.
En su mensaje público, la esposa afirmó que la hija del cantante “no era importante” y que lo único relevante era la salud del artista, avivando nuevamente el conflicto familiar.
Otro capítulo oscuro en la vida del cantante involucra al actor Mauricio Islas, quien fue arrestado y vio afectada su carrera tras mantener relaciones con Génesis Rodríguez cuando la joven tenía 16 años.
Aunque el actor afirmó que la relación fue consensuada, la ley estadounidense no reconoce ese tipo de vínculos cuando una de las partes es menor de edad.
Según las versiones difundidas en medios, fue “El Puma” quien denunció al actor ante las autoridades, acción que muchos interpretaron como una defensa legítima de su hija.
Sin embargo, Liliana Rodríguez reaccionó de manera amarga al recordar que, cuando ella fue víctima de abuso a los seis años, su padre supuestamente decidió no denunciar por miedo a que el escándalo afectara su carrera.
Su testimonio generó un intenso debate en medios y redes sociales, donde se cuestionó la coherencia del cantante y se reavivó la percepción de favoritismo hacia su nueva familia.

La carrera del artista también ha estado marcada por tensiones dentro de la industria del entretenimiento.
Uno de los casos más comentados ocurrió cuando fue elegido para protagonizar la telenovela “Tú o Nadie”, producción de Ernesto Alonso.
Según declaraciones de Lucía Méndez, “El Puma” exigió que los créditos y peso protagónico se dividieran 50-50, condición que la producción no aceptó.
Sumado a un lío sentimental entre la actriz y el entonces mánager del cantante, el conflicto terminó con la salida abrupta del artista del proyecto.
La decisión no solo dejó a Televisa en aprietos, sino que, según versiones, provocó que Emilio Azcárraga vetara temporalmente al venezolano de la televisora, generando una enemistad que aún décadas después sigue mencionándose en entrevistas.
Con el paso del tiempo, las polémicas han seguido acumulándose.
Según Liliana Rodríguez, su padre incluso habría dicho que no puede perdonarlas porque considera que Dios lo mantiene con vida para que tenga la oportunidad de hacerlo, y que si las perdona, entonces su “misión” estaría cumplida y moriría.
Para ella, se trata de una excusa irracional que encubre una profunda falta de voluntad.
El relato resulta tan dramático que muchos lo comparan con una telenovela, pero forma parte de las declaraciones más recientes de la familia.

A pesar de todo, la figura de José Luis Rodríguez sigue siendo icónica en la música latina.
Su voz, sus éxitos y su presencia en los escenarios forman parte del imaginario colectivo de varias generaciones.
Sin embargo, detrás de aquella imagen del “Puma” fuerte, rompecorazones y carismático, existe un hombre marcado por decisiones difíciles, conflictos prolongados y heridas que parecen no sanar.
Para muchos, su historia familiar continúa siendo una de las más tensas y tristes del mundo del espectáculo, un recordatorio de que la fama no siempre va acompañada de paz en el hogar.
El tiempo dirá si alguna de estas relaciones puede recomponerse o si, como él mismo dijo, los encuentros pendientes quedarán para “la otra vida”.