José Luis Rodríguez, conocido mundialmente como “El Puma”, es una de las voces más emblemáticas de América Latina.

Su carrera musical, llena de éxitos y reconocimientos, contrasta con una vida personal marcada por conflictos familiares, enfermedades graves y situaciones polémicas que han mantenido su nombre en la atención pública más allá de los escenarios.
Nacido en Caracas, Venezuela, el 14 de enero de 1943, José Luis Rodríguez creció en un ambiente humilde, enfrentando dificultades económicas tras la muerte de su padre cuando él tenía apenas seis años.
Su madre, una mujer fuerte y sacrificada, fue un pilar fundamental en su vida.
Desde joven, José Luis mostró un gran talento para la música, iniciándose en grupos locales y participando en concursos de aficionados.
Su carrera despegó cuando se trasladó a Puerto Rico, donde además de cantar, incursionó en la actuación en telenovelas como “Cristina Basán” y “El ídolo”.
Sin embargo, su principal fama la alcanzó como cantante, consolidándose como uno de los grandes íconos de la música latina con temas inolvidables y una voz inconfundible.
La vida personal de El Puma ha sido tan intensa y complicada como su carrera artística.
Estuvo casado con Lila Morillo desde 1966 hasta 1986, con quien tuvo dos hijas, Lilibet Murillo y Liliana Rodríguez, ambas artistas.
Tras su divorcio, la relación con sus hijas mayores se volvió tensa y pública, con acusaciones cruzadas y distanciamientos que fueron amplificados por los medios.

Posteriormente, se casó con la modelo cubana Carolina Pérez, con quien tuvo una hija, Génesis Rodríguez, también actriz.
Sin embargo, la relación con sus hijas mayores siguió siendo problemática, agravada por la intervención de su nueva esposa, según las declaraciones de las hijas.
Uno de los episodios más dolorosos fue la denuncia de Lila Morillo sobre un abuso sufrido por Liliana cuando era niña, perpetrado por un guitarrista del elenco de El Puma.
Según Morillo, José Luis Rodríguez no denunció el hecho para proteger su imagen pública, lo que profundizó la fractura familiar.
A lo largo de los años, El Puma ha estado envuelto en diversas polémicas.
Un caso destacado fue la relación de su hija Génesis con el actor Mauricio Islas cuando ella era menor de edad, lo que llevó a la detención temporal del actor y afectó profundamente a la familia.
Además, se han ventilado conflictos entre El Puma y sus hijas, quienes lo han acusado de usarlas para promocionar sus proyectos y de mantener una actitud fría y distante.
Frases como “Eso lo arreglamos en la otra vida” pronunciadas por José Luis Rodríguez han sido interpretadas como muestras de indiferencia hacia sus hijas.

También se ha hablado de celos intensos entre las hijas mayores y la esposa actual, Carolina Pérez, generando rumores y tensiones que han mantenido a la familia en un estado de conflicto constante.
En 2014, José Luis Rodríguez reveló que padecía fibromatosis pulmonar, una enfermedad incurable que afectó gravemente su capacidad respiratoria y su carrera.
En 2018, se sometió a un trasplante de doble pulmón en Miami, una intervención que describió como “morir y volver a la vida”.
A pesar de las dificultades, El Puma mostró una gran fortaleza y agradecimiento hacia su equipo médico, su esposa, su familia y los donantes que le dieron una segunda oportunidad.
Desde entonces, ha tratado de reconciliarse con su pasado y con sus hijas, aunque las heridas familiares aún persisten.
José Luis Rodríguez “El Puma” es, sin duda, una figura compleja y multifacética.
Su legado musical es innegable, con una carrera llena de éxitos que lo han convertido en un ícono de la música latina.
Sin embargo, su vida personal ha estado marcada por conflictos, dolor y desafíos que lo han humanizado ante sus seguidores.

A sus casi 81 años, El Puma sigue siendo un testimonio de vida y superación, mostrando que detrás de la fama y el brillo hay historias de lucha, errores y aprendizaje.
Su historia invita a reflexionar sobre la importancia de la familia, la salud y la humildad, recordándonos que la verdadera grandeza no solo está en el escenario, sino también en la capacidad de enfrentar y superar las adversidades.