Ilia Calderón, la reconocida periodista afrolatina pionera en los medios hispanos, ha decidido abrir su corazón y compartir una verdad que durante años mantuvo oculta.
Conocida por ser la primera mujer negra en presentar en solitario el noticiero nocturno de Univisión, Calderón ha roto barreras y estereotipos, pero pocas personas conocen las luchas silenciosas que ha enfrentado detrás de cámaras.
A sus 53 años, revela las enfermedades que ha vivido en secreto, las dificultades para convertirse en madre y las experiencias de racismo que han marcado su vida personal y profesional.
Aunque millones la ven en pantalla como una presentadora segura y contundente, Ilia Calderón convive con dos enfermedades crónicas que han moldeado su vida: el vitiligo y la endometriosis.
El vitiligo, una condición autoinmune que provoca la despigmentación de la piel, se hizo público para ella en 2020, aunque la había padecido en silencio durante años.
En junio de 2023, aprovechando el Día Mundial del Vitiligo, compartió una foto reveladora en sus redes sociales mostrando las manchas blancas en su cuello, acompañada de un mensaje poderoso: el vitiligo no define a la persona y la aceptación es el único remedio infalible.
Por otro lado, la endometriosis, una enfermedad crónica que afecta el tejido uterino y causa dolor severo y problemas reproductivos, fue diagnosticada en sus 30 años.
Esta enfermedad le dificultó enormemente la maternidad, llevándola a enfrentar largos procesos médicos y emocionales hasta lograr el nacimiento de su hija Ana mediante fecundación in vitro.
Ambas condiciones, una visible y la otra invisible, han sido parte integral de su identidad y han inspirado su misión de visibilizar y normalizar estas realidades.
La decisión de Ilia Calderón de mostrar públicamente su vitiligo representa un cambio significativo en la representación y aceptación de esta condición en las comunidades hispanas y afrodescendientes.
A través de sus plataformas, busca reducir el estigma, el acoso y el juicio social que muchas personas con vitiligo enfrentan diariamente.
Reconoce que, aunque no afecta directamente su salud emocional, es un desafío para muchos, especialmente debido a la presión estética y las miradas constantes.
De igual manera, su apertura sobre la endometriosis ayuda a romper el silencio que rodea esta enfermedad, especialmente en América Latina, donde muchas mujeres sufren sin diagnóstico adecuado ni acceso a tratamientos.
Ilia ha enfatizado la importancia de la detección temprana, el apoyo médico y la educación para que otras mujeres sepan que no están solas y que hay esperanza.
Nacida en Ismina, Chocó, Colombia, en 1972, Ilia Calderón creció en un entorno humilde y con pocas oportunidades.
Su madre, Beatriz Chamat, valoró la educación y la envió a estudiar trabajo social en la Pontificia Universidad Bolivariana de Medellín.
Su ingreso al periodismo fue casi accidental, pero pronto se convirtió en una figura pionera, siendo la primera mujer negra en presentar un noticiero nacional en Colombia a finales de los años 90.
A lo largo de su carrera, Ilia enfrentó racismo y discriminación evidentes, incluso en su propio país.
Le negaron oportunidades por el color de su piel y tuvo que luchar contra estereotipos y prejuicios que limitaban su avance.
En 2001, se trasladó a Miami para trabajar con Telemundo y luego en 2007 se unió a Univisión, donde su impacto creció rápidamente.
En 2017, reemplazó a la legendaria María Elena Salinas como copresentadora del noticiero nocturno de Univisión, un hito histórico que representó un avance significativo para la diversidad en los medios hispanos.
Uno de los momentos más impactantes de su carrera ocurrió en 2017 durante una entrevista con Chris Barker, líder de una facción del Ku Klux Klan en Carolina del Norte.
Como mujer negra, afrolatina e inmigrante, Ilia fue la primera persona de color en pisar la propiedad privada de Barker, enfrentando insultos racistas y amenazas de muerte en un ambiente cargado de odio y violencia simbólica.
Su profesionalismo y valentía fueron ampliamente reconocidos, y la entrevista generó un debate crucial sobre el racismo en Estados Unidos.
Esta experiencia, junto con otros episodios de discriminación, motivó a Ilia a escribir su libro *Es mi turno*, donde narra su viaje para recuperar su identidad y enfrentar el racismo, inspirado también por las experiencias de su hija en la escuela.
Ilia Calderón y su esposo, Eugin Yang, un fisioterapeuta coreano-estadounidense, han formado un hogar multicultural en Florida donde celebran las diferencias y promueven valores universales como el respeto, la dignidad y la lealtad.
Su hija Ana, nacida en 2012 mediante fecundación in vitro, es el centro de su vida, pero también enfrenta los desafíos de crecer siendo multirracial en una sociedad que aún lucha con el racismo y la discriminación.
Desde temprana edad, Ana ha sido objeto de prejuicios por su apariencia, con piel oscura y rasgos asiáticos.
Ilia ha compartido cómo su hija ha enfrentado insultos y exclusión, pero también cómo ha elegido responder con diálogo y empatía, reflejo del ambiente de tolerancia y amor en el que ha sido criada.
Ilia Calderón no solo ha sido una pionera en su profesión, sino también una voz fuerte para las comunidades afrodescendientes y latinas que enfrentan exclusión y racismo estructural.
Critica abiertamente las microagresiones y el colorismo dentro de las propias comunidades hispanas, donde a menudo se perpetúan prejuicios y discriminación.
Su historia y su trabajo han inspirado a muchas personas a abrazar su identidad y a luchar contra las injusticias.
Su nombramiento como la primera mujer negra en presentar sola un noticiero nacional en Estados Unidos es un símbolo de progreso, pero también un recordatorio de los retos que aún persisten.
La verdad oculta que Ilia Calderón ha decidido compartir a sus 53 años es un testimonio de fortaleza, resiliencia y compromiso con la verdad.
Sus luchas con el vitiligo y la endometriosis, su enfrentamiento al racismo y su dedicación a criar a una hija multirracial en un mundo desigual, muestran una vida marcada por la autenticidad y la valentía.
En un mundo que a menudo exige perfección y silencio, Ilia ha optado por la transparencia y la empatía, humanizando no solo las noticias que presenta, sino también su propia historia.
Su mensaje es claro: amarse a uno mismo, educarse y luchar por la inclusión son pasos esenciales para construir una sociedad más justa y compasiva.
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