A los 63 años, Victoria Ruffo, una de las actrices más queridas y respetadas de la televisión latinoamericana, ha decidido abrir su corazón y compartir un capítulo doloroso y significativo de su vida.
En una reciente entrevista, la actriz sorprendió a todos al declarar que Eugenio Derbez fue “el amor de mi vida”, una afirmación que ha generado revuelo en los medios y entre sus seguidores.
Esta revelación no solo pone en evidencia sus sentimientos pasados, sino que también invita a reflexionar sobre las complejidades del amor, la fama y la maternidad.

Victoria ha estado casada con el político Omar Fayad durante más de 20 años. Juntos tienen tres hijos y una vida establecida en Pachuca, México.
Sin embargo, su reciente confesión sobre Eugenio Derbez, quien fue su pareja en el pasado, ha planteado preguntas sobre su matrimonio y su historia personal.
La actriz ha mantenido un perfil bajo respecto a su relación con Derbez, quien se convirtió en un ícono de la comedia mexicana, pero ahora parece que ha llegado el momento de hablar.
La historia de amor entre Victoria y Eugenio no comenzó en un set de grabación, sino a través de la intervención de la madre de Eugenio, la famosa actriz Silvia Derbez.
En 1989, Victoria era una estrella en ascenso gracias a su papel en la telenovela “Simplemente María”, mientras que Eugenio apenas comenzaba a hacerse un nombre en la televisión.
A pesar de sus diferencias, la química entre ellos fue innegable. Sin embargo, su relación estuvo marcada por altibajos y malentendidos.
Victoria quedó embarazada en 1992, lo que llevó a una boda simbólica que Eugenio consideró un gesto lúdico, pero que para Victoria representó algo más profundo.
La ruptura posterior dejó a Victoria lidiando con el dolor de una separación y la crianza de su hijo, José Eduardo, en medio de la presión mediática y la crítica pública.
“No quería salir de casa”, confesó en varias ocasiones, reflejando el impacto emocional que tuvo la relación en su vida.

Tras la separación, Victoria enfrentó una dura batalla legal por la custodia de su hijo.
A pesar de las dificultades, logró obtener la custodia total, y durante años, Eugenio estuvo ausente en la vida de su hijo.
Sin embargo, Victoria nunca ha renegado de su pasado con Eugenio, reconociendo que, a pesar del dolor, su relación le dio la mayor alegría de su vida: su hijo.
Hoy en día, la relación entre Victoria y Eugenio es cordial, aunque limitada.
Ambos se comunican ocasionalmente, principalmente por su hijo y su nieta, Tesa.
A pesar de la distancia emocional, la cicatriz de su amor sigue presente en la vida de Victoria, quien ha declarado que “toda mujer tiene a una persona que deja huella”.
Después de su tumultuosa relación con Eugenio, Victoria encontró el amor nuevamente en Omar Fayad.
La pareja se conoció en 1996, y aunque Victoria no buscaba una nueva relación en ese momento, la conexión fue inmediata.
Omar representaba todo lo que Eugenio no había sido: era serio, respetuoso y maduro.
Se casaron en marzo de 2001 en una ceremonia que atrajo la atención de los medios y que se convirtió en un evento memorable en la vida pública de ambos.

A lo largo de los años, Victoria y Omar han enfrentado los desafíos típicos de la fama y la vida familiar, pero han logrado mantener una relación sólida y estable.
Victoria ha destacado que Omar no vino a rescatarla, sino que la ayudó a reconstruir su fe en el amor.
Juntos han criado a sus hijos y han construido una familia unida, a pesar de las presiones externas.
Sin embargo, a finales de 2023, la relación de Victoria y Omar comenzó a enfrentar nuevos desafíos.
Cuando Omar fue nombrado embajador de México en Noruega, la pareja se vio obligada a vivir en continentes diferentes.
Aunque intentaron mantener una normalidad en su relación, comenzaron a surgir rumores de separación.
Victoria, con su característico humor, desestimó las especulaciones, pero admitió que las cosas habían cambiado.
En una entrevista reciente, reflexionó sobre cómo su amor había evolucionado con el tiempo.
“El amor que tuvimos al principio era explosivo, apasionado, romántico. Ahora es distinto. Hay amor, pero ha madurado”, comentó.
Esta honestidad ha resonado entre sus seguidores, quienes ven en ella una figura auténtica y vulnerable.
La reciente confesión de Victoria sobre Eugenio Derbez ha llevado a muchos a cuestionar si alguna vez encontrarán un cierre real en su historia.
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En la misma entrevista, Victoria enfatizó que no siente deseo de reavivar nada, pero el impacto de ese capítulo jamás desapareció del todo.
“Una cicatriz ya no sangra, pero si la tocas recuerdas”, dijo, reconociendo la complejidad de su pasado.
A lo largo de su carrera, Victoria ha demostrado ser una mujer fuerte y resiliente.
Su historia es un recordatorio de que incluso las mujeres más fuertes cargan cicatrices invisibles y que las historias de amor más grandes no siempre terminan en un “felices para siempre”.
Victoria Ruffo ha compartido su viaje emocional con valentía y sinceridad, revelando que el amor puede ser complicado y hermoso a la vez.
Su historia con Eugenio Derbez y su vida con Omar Fayad son testamentos de su fortaleza y capacidad de amar.
A medida que avanza en esta nueva etapa de su vida, Victoria continúa siendo una figura inspiradora para muchos, recordándonos que el amor, en todas sus formas, tiene el poder de transformar y sanar.
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