Roberto Carlos Braga, conocido simplemente como Roberto Carlos, es una de las figuras más icónicas de la música latina y brasileña.
A sus 83 años, este legendario cantautor ha sorprendido al mundo con una confesión profunda que ha dejado a sus seguidores conmocionados.
Más que un simple artista, Roberto Carlos es un símbolo de la música romántica y un ejemplo de resiliencia ante las adversidades personales y profesionales que ha enfrentado a lo largo de su vida.
Nacido el 19 de abril de 1941 en Cachoeiro de Itapemirim, Espírito Santo, Brasil, Roberto Carlos tuvo una infancia marcada por un accidente que cambió su vida para siempre.
A los seis años, mientras jugaba en la estación de tren de su pueblo, fue atropellado por una locomotora de vapor.
Este trágico suceso obligó a los médicos a amputarle la pierna derecha, lo que lo llevó a usar muletas y posteriormente una prótesis permanente.
Aunque suele evitar hablar de este accidente, Roberto Carlos ha declarado en algunas ocasiones que su condición no lo acompleja.
Poco tiempo después, a los nueve años, comenzó a desarrollar su talento musical en una emisora de radio local, donde interpretaba canciones de artistas que admiraba.
A los 17 años se trasladó a Río de Janeiro, donde conoció a Erasmo Carlos, con quien formó una de las asociaciones musicales más emblemáticas de la música brasileña, comparable a la de Lennon y McCartney.
En los años 60, Roberto Carlos comenzó su carrera en la televisión y la música, inicialmente intentando el género bossa nova sin gran éxito.
Sin embargo, al mudarse a São Paulo, descubrió que su voz encajaba perfectamente en un estilo más roquero, con canciones como “He prohibido fumar” (1964).
Su gran salto internacional llegó en 1968, cuando participó en el Festival de San Remo en Italia, consolidándose como el rey de la canción romántica.
Desde entonces, Roberto Carlos ha conquistado el mundo con emotivas letras y melodías que han enamorado a generaciones.
Canciones como “Quiero ser”, “Amigo” y “Cama y mesa” forman parte del repertorio que lo ha hecho un ícono de la música latina.
Su influencia se extiende más allá de Brasil, con álbumes grabados en varios idiomas, incluyendo español, inglés, italiano y francés.
A pesar de su éxito profesional, la vida personal de Roberto Carlos ha estado marcada por profundas tragedias.
A lo largo de su vida perdió a tres esposas, todas víctimas de cáncer.
Su primera esposa, Cleonice Rossi Marttini, murió de cáncer de mama tras 12 años de matrimonio.
Posteriormente, María Rita Simões, la mujer que consideraba dueña de su corazón, falleció a los 38 años por la misma enfermedad, lo que llevó al cantante a una fuerte depresión y a casi abandonar la música.
Además, Roberto Carlos enfrentó la pérdida de sus hijos.
Su hijo Dudu Braga murió a los 52 años después de luchar contra un cáncer de peritoneo, y su hija Ana Paula Rossi Braga falleció en 2011 debido a un paro cardíaco.
La muerte de sus seres queridos ha impactado profundamente su vida, llevándolo a cuestionar su fe y su carrera artística.
En medio de estas dificultades, Roberto Carlos también ha revelado que padece trastorno obsesivo compulsivo (TOC), una condición que lo ha obligado a adoptar estrictas rutinas y supersticiones.
Por ejemplo, viste solo de blanco y azul, evita el color marrón y rojo, no realiza conciertos en agosto ni firma contratos durante la luna menguante.
Durante una actuación en Uruguay, retrasó su presentación para evitar tocar en la noche de un viernes 13, esperando hasta pasada la medianoche para salir al escenario el día 14.
Incluso exige que su equipo y periodistas a su alrededor vistan de azul y blanco.
También ha modificado o eliminado palabras de sus canciones que le resultaban incómodas debido a su TOC.
Aunque reconoce que su trastorno no tiene mucho sentido para otros, Roberto Carlos ha aprendido a manejarlo con la ayuda de una psicóloga.
Ha encontrado aspectos positivos en su condición, como la paciencia, la exigencia y el perfeccionismo, que han influido en su trabajo artístico.
A lo largo de más de cinco décadas, Roberto Carlos ha logrado un éxito sin precedentes.
Ha vendido más de 70 millones de discos, recibió una estrella en el Paseo de la Fama de Miami, ganó un Grammy Latino y fue reconocido como Persona del Año por la Academia Latina de la Grabación.
Su música ha sido la más emitida en la radio latinoamericana, y ha colaborado con grandes artistas como Julio Iglesias, Gloria Estefan, Plácido Domingo y Rocío Dúrcal.
Su orquesta, que inicialmente contaba con 32 músicos, se adaptó a los tiempos con la llegada de los sintetizadores, y su calidad fue reconocida incluso por Frank Sinatra, quien elogió su talento.
Roberto Carlos no solo es un cantante, sino un símbolo cultural que ha marcado la historia de la música latina y brasileña.
La confesión reciente de Roberto Carlos a sus 83 años revela la profundidad de su humanidad más allá del escenario y la fama.
Su vida ha sido un camino de éxitos, pero también de pérdidas y desafíos personales que ha enfrentado con valentía y resiliencia.
Roberto Carlos sigue siendo una leyenda viva cuya música trasciende generaciones y fronteras.
Su historia nos recuerda que detrás de cada gran artista hay una persona con luchas, miedos y esperanzas.
A pesar de las adversidades, su legado sigue inspirando a millones, y su voz continúa emocionando a quienes buscan en sus canciones un refugio para el alma.
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