ABREN el celular de los sicarios y REVELAN el CONTACTO DIRECTO tras la muerte de MARIO PINEDA

La investigación por el asesinato del futbolista ecuatoriano Mario Pineida ha tomado un giro inesperado y profundamente inquietante tras la apertura del teléfono celular de los sicarios involucrados en el crimen.

Imágenes impactantes del asesinato de Mario Pineda en Guayaquil | DNews
Lo que inicialmente parecía un caso más de violencia por encargo comenzó a revelar, paso a paso, una trama mucho más compleja, íntima y cuidadosamente planificada.

El acceso a los mensajes, audios y contactos almacenados en el dispositivo no solo permitió reconstruir cómo se ejecutó el ataque, sino que abrió la puerta a una pregunta que hoy sacude a la opinión pública: ¿quién fue realmente la mente detrás del crimen?

Las autoridades confirmaron que uno de los responsables del doble asesinato fue capturado y que, tras su detención, se logró acceder al teléfono que los implicados protegían con insistencia.

Desde el primer momento, los sicarios se negaron a entregar la clave, alegando desconocimiento o asegurando que el dispositivo no contenía nada relevante.

Sin embargo, para los investigadores, esa resistencia fue una señal clara: el celular guardaba información crucial.

Tras un minucioso trabajo forense, el teléfono finalmente fue desbloqueado y lo que apareció en su interior cambió por completo el curso de la investigación.

 

Los archivos recuperados mostraban conversaciones incompletas, mensajes borrados parcialmente, audios reenviados y números guardados sin nombre.

Nada parecía casual.

No había intercambios cotidianos ni referencias explícitas a violencia, pero sí una serie de mensajes codificados que hablaban de ubicaciones, seguimientos y confirmaciones.

El mismo estilo de escritura se repetía en más de un dispositivo, lo que indicaba una coordinación precisa y constante.

Respuestas rápidas sobre el asesinato de Mario Pineida
Para los agentes, quedó claro que no se trataba de un encargo improvisado.

 

Uno de los elementos más perturbadores fue la presencia reiterada de una figura femenina mencionada indirectamente como “ella”.

Nunca se escribía su nombre, pero todos los mensajes parecían girar en torno a sus decisiones.

Según el testimonio posterior de los sicarios, el contacto directo no fue la persona que realmente deseaba la muerte de Mario Pineida, sino una intermediaria.

Esta mujer, descrita como segura, discreta y con recursos económicos, fue quien transmitió las órdenes sin permitir preguntas.

No improvisaba, sabía cómo moverse y dejó claro desde el inicio que no necesitaban conocer identidades ni motivos.

 

Los mensajes revelaron que el objetivo principal era Mario Pineida, pero no iba a estar solo.

Desde las primeras conversaciones se hacía referencia a una segunda mujer que debía morir durante el ataque.

En un inicio, incluso los sicarios pensaron que se trataba de la esposa del futbolista, pero luego comprendieron que no era así.

Esa revelación abrió una nueva línea de interrogantes: si no era su esposa, ¿por qué debía morir también? ¿Qué papel jugaba esa mujer en la vida de Mario Pineida para convertirse en un objetivo?

Aún más alarmante fue descubrir que existía un tercer nombre flotando en las conversaciones: la madre de Mario Pineida.

Aunque no era el objetivo principal, los mensajes indicaban que, si aparecía, también debía morir.

Mario Pineida asesinato en Ecuador: A quiénes detuvieron| Telediario México
No como una orden directa, sino como una instrucción implícita que venía “desde arriba”.

Tres personas, tres destinos, un solo encargo.

Para los investigadores, esto marcó una diferencia fundamental, ya que en la mayoría de los casos de sicariato el mensaje se envía con una sola víctima.

Aquí, en cambio, parecía existir la intención de borrar todo un círculo cercano.

 

Tras el crimen, solo se cumplió parcialmente el encargo.

Mario Pineida y la mujer que lo acompañaba murieron, pero el tercer objetivo sobrevivió.

Ese detalle cambió todo.

En el celular se encontraron mensajes posteriores al ataque donde los sicarios reclamaban el segundo pago acordado.

Las respuestas fueron evasivas al inicio y luego desaparecieron por completo.

La intermediaria dejó de escribir.

El contacto se cortó de manera abrupta.

Para los sicarios, quedó claro que algo había salido mal.

Profunda preocupación”: el último mensaje del jugador Mario Pineida antes  de su asesinato| Red Uno de Bolivia

Cuando fueron interrogados, admitieron que nunca escucharon el nombre de la mujer que realmente dio la orden, pero aseguraron que todos actuaban como si fuera evidente quién era.

No hacía falta mencionarla.

Esa ambigüedad se convirtió en el eje central del caso.

¿Quién era esa figura tan cercana y tan poderosa que no necesitaba presentarse? ¿Por qué el dinero quedó a medias justo después del crimen?

Los investigadores comenzaron entonces a analizar el contexto personal de Mario Pineida.

Su vida privada, sus relaciones sentimentales y los conflictos que se arrastraban desde hacía tiempo comenzaron a cobrar relevancia.

Los mensajes no hablaban solo de dinero; contenían frases cargadas de resentimiento, referencias a traición y a la necesidad de que “todo terminara de una vez”.

Ese lenguaje, según los peritos, rara vez aparece en encargos puramente criminales.

 

Los sicarios reconocieron que, incluso antes del ataque, sintieron que no era un trabajo común.

Había demasiada insistencia, demasiada urgencia y un interés particular en que no quedaran testigos emocionales.

Tras el impacto mediático del asesinato, comprendieron que el caso había salido de control.

El nombre de Mario Pineida ocupó titulares nacionales y eso, según ellos, selló su destino: el segundo pago nunca llegaría y la persona que los contrató jamás volvería a aparecer.

YouTube Thumbnail Downloader FULL HQ IMAGE

Hoy, con los sicarios detenidos y el celular convertido en una pieza clave, la investigación sigue abierta.

Las autoridades avanzan con cautela, conscientes de que aún falta la prueba definitiva que permita cerrar el círculo.

El nombre de “ella” no aparece en ningún mensaje de forma explícita, pero su presencia se siente en cada conversación.

La muerte de Mario Pineida, lejos de resolverse, ha revelado una trama donde el dolor, la traición y el silencio parecen ser tan importantes como las balas.

Mientras ese nombre no salga a la luz, esta historia seguirá abierta y la verdad, incompleta.

 

Related Posts

Our Privacy policy

https://colombia24h.com - © 2025 News