La muerte de Ace Frehley, el legendario guitarrista de Kiss conocido como el Spaceman, ha dejado un vacío inmenso en el mundo del rock.
Su partida repentina ha generado una ola de tristeza y preguntas entre sus fans, quienes aún esperan conocer dónde será su velorio y dónde descansará finalmente este ícono de la música.
Mientras la familia mantiene un profundo silencio, el misterio en torno a su funeral y lugar de descanso se ha convertido en tema de especulación mundial.
Este artículo recorre la vida, el legado y el emotivo cierre de un capítulo que marcó generaciones.

Desde que se unió a Kiss en 1973, Ace Frehley se transformó en una figura irrepetible del rock.
Su característico maquillaje y su apodo, el Spaceman, eran solo una parte de su esencia.
Detrás de esa imagen había un joven neoyorquino del Bronx que soñaba con dejar su huella en el universo musical.
Inspirado por bandas como Led Zeppelin y el rock psicodélico, Ace llevó la guitarra eléctrica a otro nivel, convirtiéndola en una nave interestelar capaz de tocar no solo notas, sino almas.
Su energía, rebeldía y estilo único lo convirtieron en la chispa que dio vida a una de las bandas más icónicas de la historia del rock.
Con canciones como “Shock Me”, “Cold Gin”, “Rocket Ride” y “New York Groove”, Frehley no solo interpretó música, sino que creó himnos que aún resuenan en los corazones de millones.
Aunque su carrera estuvo marcada por el éxito, Ace también enfrentó sus propios demonios.
El alcohol, las giras interminables, los excesos y los silencios formaron parte de su vida.
Sin embargo, en sus últimos años parecía haber encontrado cierta paz.
Vivía en Morristown, Nueva Jersey, rodeado de recuerdos, vinilos y guitarras, y había expresado su deseo de grabar un último disco libre, sin presiones, solo por amor al rock.
Su muerte ocurrió de forma inesperada una mañana tranquila mientras revisaba mezclas antiguas en su estudio personal.
A pesar de haber sufrido una caída anteriormente, parecía estar recuperado.
Sin embargo, su salud se deterioró rápidamente y, aunque los servicios de emergencia llegaron pronto, no pudieron salvarlo.

La noticia de su muerte se esparció rápidamente.
Compañeros de banda como Paul Stanley y Gene Simmons expresaron su dolor y gratitud por haber compartido la historia juntos.
Fans de todas las edades dejaron flores, velas, carteles y guitarras en miniatura frente a su casa en Nueva Jersey, creando un altar improvisado que reflejaba el impacto que Ace tuvo en sus vidas.
En redes sociales, el hashtag #AceFrehley se volvió tendencia mundial, con miles de usuarios compartiendo recuerdos, canciones favoritas y videos emotivos.
La frase “No me importa dónde lo entierren, Ace vivirá cada vez que alguien toque una guitarra” resume la inmortalidad que su música le ha otorgado.
A pesar del homenaje global, una pregunta sigue sin respuesta: ¿dónde será su velorio y dónde descansará para siempre Ace Frehley? La familia ha preferido mantener un profundo silencio, pidiendo respeto y privacidad en este momento tan doloroso.
Confirmaron que Ace murió rodeado de sus seres queridos y aseguraron que pronto se anunciarán los detalles del servicio conmemorativo.
Los rumores no tardaron en surgir.
Algunos medios locales aseguran que su cuerpo fue trasladado a una funeraria privada en Morris County, cerca de Morristown, donde vivió sus últimos años.
Otros sostienen que su hija Monique desea llevarlo a Nueva York, su ciudad natal, para que descanse cerca de su familia.
También se habla de la posibilidad de que sea cremado, cumpliendo un deseo expresado por el propio Ace en una entrevista: que su alma se libere al ritmo de su guitarra.
La incertidumbre ha generado diversas teorías y discusiones en redes sociales.
Mientras algunos fans preparan vigilias improvisadas, la prensa intenta descifrar las señales.
Sin embargo, hasta ahora, ninguna versión ha sido confirmada oficialmente.

La familia parece querer que la despedida sea íntima y discreta, lejos del ruido mediático y las aglomeraciones masivas que podrían perturbar el momento.
Esta decisión refleja el deseo de Ace, quien en vida habló sobre la calma, la espiritualidad y la conexión profunda con la música como una forma de encontrar el alma.
En sus últimas entrevistas, Ace Frehley expresó que el rock no era solo sonido, sino una manera de conectar con algo más grande.
Quizás por eso su despedida está siendo tan silenciosa, respetando la esencia del hombre que fue, un músico que siempre buscó la libertad a través de su guitarra.
Aunque el lugar exacto donde descansará Ace Frehley sigue siendo un misterio, su legado está grabado en piedra.
Su música sigue viva en los recuerdos de millones, en cada escenario que alguna vez iluminó con su talento y en cada alma que alguna vez soñó con ser libre.
El último acorde de Ace sigue sonando, un eco que no se apagará jamás.
En cada riff, en cada solo, el Spaceman continúa viajando por el universo del rock, recordándonos que la verdadera inmortalidad se encuentra en la pasión y en la música que trasciende el tiempo.
Mientras las velas frente a su casa se mantienen encendidas y los fans continúan rindiéndole homenaje, el mundo del rock llora la partida de uno de sus más grandes héroes.
Ace Frehley no murió, solo cambió de escenario, y su espíritu ya pertenece a la eternidad.
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