Albano Carrisi, conocido simplemente como Albano, es una leyenda viva de la música italiana, cuyo nombre ha resonado en escenarios de todo el mundo durante décadas.
A sus 81 años, Albano ha roto el silencio y revelado verdades que sus seguidores habían sospechado durante mucho tiempo, cambiando la percepción que se tenía sobre su vida personal, su carrera y su historia de amor.
Su confesión no solo arroja luz sobre su pasado, sino que también revela el profundo impacto que ciertas tragedias y decisiones tuvieron en su vida.
La historia de Albano está inseparablemente ligada a la de Romina Power, su esposa y compañera artística durante muchos años.
Su primer encuentro en 1967 durante la filmación de *In the Sun* fue el comienzo de una conexión que trascendió orígenes, idiomas y expectativas.
Albano, un joven cantante apasionado proveniente de San Marco Sellino, Italia, encontró en Romina, hija del famoso actor Tyrone Power y de ascendencia aristocrática estadounidense, una musa y compañera perfecta.
Su amor floreció rápidamente, y en 1970 se casaron, a pesar del escepticismo de la familia de Romina y la cautela de la prensa.
La pareja no solo compartía un vínculo romántico, sino también una simbiosis artística que se reflejaba en la armonía de sus voces y en sus canciones.
Su debut conjunto con *Storia di due innamorati* fue más que una canción: fue una declaración de amor y compromiso que conquistó a millones.
Durante la década de los 70 y 80, Albano y Romina se convirtieron en un símbolo de amor y música en Italia, Europa y América Latina.
Álbumes como *Atto di fede* y canciones emblemáticas como *Felicità* y *Ci sarà* se convirtieron en himnos de felicidad y esperanza para sus fans.
Su participación en el Festival de San Remo y en Eurovisión consolidó su estatus como una de las parejas más queridas del mundo musical.
Su vida familiar también crecía: tuvieron cuatro hijos y construyeron un hogar lleno de música y risas en San Marco Sellino.
Sin embargo, detrás del brillo y la fama, comenzaron a surgir sombras que afectarían profundamente su relación.
En 1994, la desaparición de su hija mayor, Ylenia Carrisi, sacudió la vida de Albano y Romina.
Ylenia desapareció sin dejar rastro durante unas vacaciones en Nueva Orleans, un misterio que nunca se resolvió y que ha perseguido a la familia desde entonces.
Albano, tras años de negación, aceptó públicamente su muerte en 2013, mientras que Romina mantuvo la esperanza de que su hija seguía viva.
Esta tragedia fue el golpe más duro para la pareja, causando una fractura irreversible en su matrimonio.
La distancia emocional creció, y aunque continuaron trabajando juntos sobre el escenario, su relación personal se deterioró hasta culminar en su separación en 1999.
En entrevistas recientes, Albano ha hablado abiertamente sobre las causas que llevaron al fin de su matrimonio.
Reveló que el consumo de drogas por parte de Romina, especialmente marihuana, fue un factor decisivo en la ruptura.
Según él, este hábito afectó la personalidad de Romina y contribuyó a la pérdida de la alegría que ambos compartían.
Estas declaraciones causaron controversia y fueron rechazadas vehementemente por Romina y su equipo legal, quienes calificaron las acusaciones como falsas y humillantes.
La verdad completa probablemente permanece oculta entre recuerdos dolorosos y experiencias reprimidas, pero lo cierto es que la historia de amor que una vez cautivó a millones terminó de manera gradual y dolorosa.
Tras la separación, Albano encontró consuelo y una nueva oportunidad en su relación con Loredana Lechizo.
Con ella tuvo dos hijos más y comenzó una nueva vida, aunque esta etapa también estuvo marcada por desafíos y tensiones, especialmente debido a la sombra del pasado con Romina.
Loredana fue su apoyo en momentos difíciles, y aunque la relación terminó en 2018, mantienen una conexión especial.
Albano ha reconocido públicamente que Loredana estuvo a su lado cuando más la necesitaba y que, a pesar de las dificultades, su vínculo perdura.
En 2013, Albano y Romina sorprendieron al mundo con una reaparición conjunta en Moscú, donde sus voces volvieron a unirse en un emotivo concierto.
Aunque no hubo reconciliación sentimental, esta colaboración fue un testimonio de la fuerza de su legado musical y de la conexión profunda que aún los une.
Durante los años siguientes, ofrecieron varias presentaciones juntos, incluida una muy emotiva en el Festival de San Remo, demostrando que, pese a las diferencias personales, su música sigue siendo un puente que los une y que sigue emocionando a su público.
La desaparición de Ylenia sigue siendo una herida abierta para Albano y su familia.
En múltiples entrevistas, Albano ha expresado la agonía constante que vive desde aquel día, describiendo cómo ha enfrentado el dolor con medicación y cómo la atención mediática ha complicado aún más su sufrimiento.
Además, Albano ha enfrentado serios problemas de salud en años recientes, incluyendo un infarto y un episodio de isquemia cerebral.
Estas experiencias le han hecho reflexionar sobre la fragilidad de la vida y la importancia de cuidar de uno mismo.
La vida de Albano Carisi es un testimonio de la capacidad humana para amar, sufrir y seguir adelante.
Su historia incluye un amor apasionado, una tragedia desgarradora y una carrera musical que ha dejado una huella imborrable en la cultura italiana y mundial.
A pesar de las dificultades personales, Albano se mantiene activo, encontrando en la música una fuente de fortaleza y expresión.
Su legado no solo está en las canciones que interpretó, sino también en la honestidad con la que ha compartido sus experiencias, enseñándonos que el amor verdadero puede ser complejo, doloroso y, sin embargo, eterno en su esencia.