La desaparición y muerte de Valeria Afanador ha conmocionado a la opinión pública y ha generado un profundo sentimiento de tristeza y preocupación.
A pocos minutos de que la Fiscalía diera a conocer el resultado de la necropsia de medicina legal, Manuel Afanador, padre de la menor, rompió el silencio con declaraciones contundentes y llenas de incertidumbre, reafirmando su compromiso de continuar exigiendo justicia y esclarecimiento sobre las circunstancias que rodearon la trágica pérdida de su hija.
Desde el inicio de la investigación, la familia Afanador ha sostenido una hipótesis firme: Valeria no salió sola hacia el colegio, lugar donde fue vista por última vez.
Manuel Afanador expresó que, a pesar del informe forense preliminar, esta convicción no ha cambiado y que seguirán insistiendo para que las autoridades profundicen en la investigación hasta conocer la verdad completa.
“Valeria no salió sola. Nosotros conocemos a nuestra hija y los comportamientos aluden a que hay alguien detrás de la malla que la está llamando”, afirmó el padre con convicción, dejando claro que no aceptan la versión de que la menor haya ido voluntariamente al lugar donde fue encontrada.
Uno de los puntos que más inquieta a la familia es el tiempo transcurrido y el lugar donde fue hallado el cuerpo de Valeria.
Según explicó Manuel Afanador, no tiene coherencia que en 13 días el cuerpo haya recorrido tan solo 200 metros, lo que indica que probablemente fue llevado al sitio donde murió.
“Me mantengo en la hipótesis de que la niña no salió sola y alguien provocó su ahogamiento”, insistió el padre, quien también señaló que el informe presentado es preliminar y que esperan que las investigaciones continúen para esclarecer más detalles.
Manuel Afanador destacó que el colegio para Valeria era como un segundo hogar, un lugar donde la niña se sentía segura y protegida.
Sin embargo, tras la tragedia, la familia comenzó a cuestionar la supervisión que recibía la menor mientras estaba en la institución educativa.
“Uno lleva a sus hijos al colegio como concepto del segundo hogar”, comentó el padre, quien manifestó su intención de no claudicar hasta entender qué pasó realmente con su hija y por qué terminó ahogada en ese lugar.
Una de las declaraciones más emotivas del padre fue cuando habló sobre los hábitos y la personalidad de Valeria.
Según Manuel Afanador, la niña no tenía interés por el agua ni solía acercarse a lugares donde hubiera cuerpos de agua, lo que hace aún más desconcertante la forma en que ocurrieron los hechos.
“Ella llevaba casi año y medio en el colegio y nunca había tenido comportamiento de esto”, explicó.
“Era una niña muy inteligente, conocía los peligros, no le gustaba la oscuridad ni el agua”, añadió, describiendo a Valeria como una menor cautelosa y consciente de su entorno.
El padre también mencionó que la zona donde fue encontrado el cuerpo de Valeria, detrás del colegio, era un lugar oscuro y húmedo, lo que refuerza sus dudas sobre cómo la niña pudo haber llegado hasta allí por su propia voluntad.
Esta descripción añade un matiz más inquietante al caso, ya que sugiere que el lugar no era un espacio habitual para la menor y que pudo haber sido conducida o forzada a estar en ese sitio.
En el curso de la investigación, la rectora del colegio mencionó la posible existencia de un extravejador como parte de las hipótesis del caso.
Sin embargo, Manuel Afanador aseguró que la familia no tiene información concreta sobre esta persona y no sabe si realmente existe.
“No sabemos quién es, si existe o no existe”, afirmó el padre, dejando en evidencia la falta de claridad y comunicación en algunos aspectos de la investigación.
Manuel Afanador destacó que la familia siempre estuvo concentrada en la búsqueda de Valeria, un esfuerzo que considera debería ser responsabilidad de la policía judicial y de los investigadores especializados.
Este llamado refleja la preocupación de la familia por la efectividad y transparencia en las labores de las autoridades encargadas de esclarecer el caso, y su deseo de que se haga justicia para Valeria.
La muerte de Valeria Afanador ha generado un gran impacto en la comunidad y en los medios de comunicación.
Las declaraciones de su padre, llenas de dolor, incertidumbre y determinación, mantienen viva la esperanza de que se esclarezcan todos los detalles y se haga justicia.
El caso sigue abierto y la familia continúa firme en su lucha por conocer la verdad detrás de la desaparición y muerte de Valeria, buscando respuestas que permitan cerrar esta dolorosa etapa.
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