Daniela Romo, cuyo nombre real es Teresa Presmanes, es una de las artistas más emblemáticas de México.
Con su voz poderosa y su presencia escénica, conquistó no solo a México sino a toda Latinoamérica, dejando un legado imborrable en la música, la actuación y la televisión.
Sin embargo, detrás de los aplausos y el brillo de los reflectores, se esconde una historia de lucha, resiliencia y un profundo compromiso con su arte y su vida personal.
Hoy, a casi 70 años, Daniela sigue siendo un símbolo de fortaleza, a pesar de los desafíos de salud y los rumores que han circulado sobre su vida.
Teresa Presmanes nació el 27 de agosto de 1959 en la Ciudad de México.
Desde pequeña, mostró una inclinación natural hacia el arte y el espectáculo.
Criada por su madre soltera, Teresita Corona, quien fue su mayor apoyo, Daniela fue educada con disciplina y fortaleza.
Su amor por el escenario se manifestó desde niña: memorizaba diálogos, organizaba sus muñecas como si fueran un público y soñaba con brillar bajo las luces.
Inspirada por la cantante Rocío Dúrcal, Daniela comenzó su carrera artística muy joven.
A los 11 años se unió al coro del grupo Los Hermanos Zavala y participó en obras teatrales como “Con Tupá y Cebolla”, considerada la primera producción musical de su tipo en México.
Su talento para la actuación y el canto la llevó a debutar en el cine en 1976 con la película “Tres mujeres en la hoguera”.
Fue durante la filmación de “La Casa del Pelícano” que se le sugirió cambiar su nombre artístico.
Así nació Daniela Romo, un nombre que ella misma describió como “explosivo” y que pronto se convertiría en sinónimo de éxito.
Daniela Romo no tardó en consolidarse como una estrella de telenovelas y música.
Su debut en televisión fue en 1978 con “Ardiente Secreto”, y aunque su primer disco “Simplemente Daniela Romo” no tuvo el éxito esperado, su carrera musical despegó en 1983 con un álbum homónimo que incluyó éxitos como “Mentiras” y “Celos”.
En 1984 lanzó “Amor Prohibido”, un álbum que contenía canciones inolvidables como “Yo no te pido la luna”, que se convirtió en un himno no solo en México sino en toda Latinoamérica y España.
Curiosamente, esta canción fue una adaptación de un tema italiano, pero Daniela le dio un giro personal que la hizo única.
Además de su música, Daniela brilló en telenovelas como “El Camino Secreto” (1986), donde también interpretó el tema principal “De mí enamórate”, consolidando su fama como cantante y actriz.
A lo largo de su carrera participó en más de 20 telenovelas hasta 2020, recibiendo premios por su talento actoral y su versatilidad.
La vida personal de Daniela Romo ha estado marcada por el amor, la independencia y también por el desamor.
En su juventud, se le vinculó sentimentalmente con el cantante Miguel Bosé, aunque nunca se confirmó una relación formal.
Su química en el escenario y las presentaciones conjuntas alimentaron rumores, pero se dice que Miguel no correspondió a sus sentimientos, lo que dejó a Daniela con el corazón herido.
Posteriormente, Daniela compartió un vínculo muy especial con Tina Galindo, productora teatral con quien mantuvo una profunda amistad y complicidad durante más de 40 años.
La relación despertó especulaciones sobre si hubo algo más allá de la amistad, pero Daniela ha preferido mantener su vida privada alejada del escrutinio público, especialmente en un país donde temas como la homosexualidad aún son tabú para muchos.
También se habla de un romance discreto con Jesús Chobi Ochoa, actor y productor, pero Daniela siempre ha priorizado su carrera y su libertad personal por encima de todo.
En 2011, Daniela Romo enfrentó uno de los momentos más difíciles de su vida: el diagnóstico de cáncer de mama.
Con valentía, compartió su experiencia públicamente, convirtiéndose en un símbolo de fortaleza y esperanza para quienes atraviesan la misma batalla.
Aunque perdió su característico cabello largo debido a los tratamientos, Daniela declaró con gran resiliencia: “No perdí nada, en esto lo gané todo”.
Su historia inspiró a miles y la unió simbólicamente con Marina Fiordalizo, la cantante italiana autora de la canción original que Daniela adaptó como “Yo no te pido la luna”.
Ambas artistas se unieron en la lucha contra el cáncer, destinando ganancias a organizaciones dedicadas a la prevención y concienciación.
En septiembre de 2024, surgieron rumores preocupantes sobre la salud de Daniela Romo tras su hospitalización por complicaciones derivadas de una cirugía de hernia discal que le causó fuertes dolores de espalda.
Su ausencia en las grabaciones de la telenovela “Amor Amargo” encendió las alarmas entre sus seguidores.
Sin embargo, Daniela desmintió los rumores con su característico humor en un video desde el set, mostrando que su espíritu sigue intacto y que está activa en su trabajo.
Esta actitud positiva reafirma su compromiso con su carrera y con sus fans.
En marzo de 2025, Daniela Romo causó sensación en la gran final del festival Vive Latino en la Ciudad de México.
Ante una multitud emocionada, interpretó sus grandes éxitos, incluyendo “Yo no te pido la luna”, que unió a generaciones en un coro multitudinario.
Su presentación fue un momento emotivo que celebró no solo su talento, sino también su legado como una artista que ha sabido reinventarse y mantenerse vigente a lo largo de las décadas.
Compartió escenario con otros grandes artistas como Yuri, Belinda y Saúl Hernández, demostrando que su voz sigue siendo una de las más queridas en la música latina.
Además de su carrera artística, Daniela Romo ha sido una voz activa en causas sociales.
Desde el año 2000, ha trabajado como mensajera de la ONU México en programas contra la discriminación y a favor de los derechos humanos, un rol que desempeña con orgullo y dedicación.
Su vida es un ejemplo de cómo el talento, la disciplina y la valentía pueden combinarse para superar adversidades y dejar una huella profunda en la cultura y la sociedad.
Daniela Romo es mucho más que una cantante o actriz; es un símbolo de lucha, amor y resiliencia.
A casi 70 años, sigue inspirando con su voz, su historia y su ejemplo de vida.
Su legado musical y actoral, junto con su valentía frente a los desafíos personales, la consolidan como una de las figuras más queridas y respetadas de México y Latinoamérica.
Mientras sus fans esperan verla seguir brillando, Daniela nos recuerda que el verdadero éxito está en mantenerse fiel a uno mismo y en enfrentar la vida con coraje y esperanza.
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