El feminicidio de Valeria Márquez ha conmocionado a la sociedad jalisciense y a todo México, no solo por la brutalidad del crimen, sino también por la manera en que los hechos quedaron registrados en una transmisión en vivo.

En el centro de este caso se encuentra Érika, la amiga de Valeria que, sin saberlo, se convirtió en testigo clave al finalizar la grabación que captó el instante en que Valeria fue atacada a disparos y perdió la vida.

Todo ocurrió la tarde del 13 de mayo, en las afueras de un salón de belleza en Jalisco.

Valeria Márquez se encontraba en compañía de sus amigas cuando, de manera repentina, un sujeto armado se acercó y disparó en su contra.

El ataque fue transmitido en vivo a través de un video que rápidamente se viralizó en redes sociales, generando indignación y exigencias de justicia.

 

Érika, amiga cercana de la víctima, fue quien tuvo la presencia de ánimo para finalizar la transmisión en el momento del ataque.

Minutos después del crimen, las cámaras de N más captaron su imagen fuera del salón de belleza, visiblemente afectada, hablando por teléfono y escribiendo mensajes en su dispositivo móvil.

La escena, rodeada de acordonamientos de seguridad y agentes policiales, reflejaba el caos y el dolor tras el asesinato de Valeria.

 

Por voluntad propia, Érika decidió acudir a la comandancia de feminicidios de la Fiscalía de Jalisco para rendir su declaración como testigo.

Lo hizo acompañada de dos familiares, buscando aportar toda la información posible para esclarecer el caso.

Su testimonio ha sido fundamental para avanzar en las investigaciones, ya que pudo aportar detalles precisos sobre las características físicas del agresor que disparó contra Valeria.

 

Hasta el momento, la Fiscalía ha recabado más de 20 declaraciones de familiares y amigos de la víctima, lo que ha permitido reconstruir los hechos y establecer varias líneas de investigación.

La colaboración de testigos como Érika ha sido clave para el desarrollo del caso, permitiendo a las autoridades avanzar en la identificación del presunto feminicida.

 

La declaración de Érika no solo fue relevante por haber presenciado el crimen, sino también porque permitió a las autoridades elaborar un retrato hablado del agresor.

Gracias a sus descripciones y a la información recabada por la Fiscalía Estatal de Jalisco, se logró obtener una imagen aproximada del sospechoso, la cual ha sido distribuida entre los cuerpos de seguridad para facilitar su localización.

Además, la investigación cuenta con el apoyo de los videos de cámaras de seguridad de la zona y del escudo urbano C5, que han permitido seguir la ruta de escape del presunto feminicida.

Según las autoridades, en las imágenes que no han sido difundidas públicamente se observa cómo el agresor huye en una motocicleta, mientras que otro vehículo, un automóvil blanco, también aparece involucrado en los hechos.

 

Otra amiga de Valeria, de nombre Vivian, ha sido señalada como pieza clave en el caso, pero hasta el momento no ha comparecido ante las autoridades.

La Fiscalía continúa exhortando a todas las personas que puedan aportar información relevante a que se presenten a declarar, con el objetivo de esclarecer completamente lo sucedido y garantizar que los responsables sean llevados ante la justicia.

 

El caso de Valeria Márquez se investiga bajo el protocolo de feminicidio, lo que implica un enfoque especializado para garantizar que se tomen en cuenta todas las circunstancias de género que rodearon el crimen.

La sociedad civil y diversos colectivos feministas han exigido a las autoridades que no haya impunidad y que se actúe con la máxima diligencia para evitar que casos como este queden sin castigo.

Hasta el momento, la Fiscalía de Jalisco ha establecido tres líneas de investigación principales en torno a la muerte de Valeria Márquez.

Aunque los detalles específicos no han sido revelados para no entorpecer el proceso, se sabe que las autoridades están analizando tanto los posibles motivos personales como las circunstancias del entorno en el que ocurrió el crimen.

 

El gobernador de Jalisco, Pablo Lemus, ha informado que la investigación avanza y que se están utilizando todos los recursos disponibles para dar con el paradero del responsable.

El seguimiento a través de las cámaras del escudo urbano ha sido fundamental para reconstruir la fuga del agresor y del vehículo blanco posiblemente relacionado con el asesinato.

 

La muerte de Valeria Márquez ha generado una ola de indignación en la sociedad mexicana.

El hecho de que el crimen haya sido transmitido en vivo ha sensibilizado aún más a la opinión pública sobre la gravedad de la violencia de género en el país.

Numerosas voces han exigido justicia, no solo para Valeria, sino para todas las mujeres víctimas de feminicidio en México.

La valentía de Érika al declarar y colaborar con las autoridades ha sido reconocida por diversos sectores, ya que su testimonio ha permitido avanzar significativamente en la investigación.

Sin embargo, el caso también pone de manifiesto la necesidad de fortalecer los mecanismos de protección para testigos y víctimas indirectas, quienes muchas veces enfrentan riesgos adicionales tras dar su testimonio.

 

Mientras las autoridades continúan con las investigaciones, la familia de Valeria, sus amigos y la sociedad en general exigen que no haya impunidad.

El feminicidio de Valeria Márquez es un recordatorio doloroso de la urgencia de erradicar la violencia contra las mujeres y de la importancia de que cada testimonio cuente para alcanzar la justicia.

 

Con la colaboración de testigos como Érika y el trabajo incansable de las autoridades, se espera que este caso no quede en el olvido y que los responsables enfrenten las consecuencias de sus actos.

La memoria de Valeria Márquez y la lucha por la justicia continúan, impulsadas por el valor de quienes no callan ante la violencia.

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