La trágica desaparición y posterior hallazgo sin vida de Valeria Afanador, una niña de apenas 10 años en Cajicá, Cundinamarca, ha conmocionado a Colombia y al mundo.
Después de 18 días de intensa búsqueda, su cuerpo fue encontrado en un punto cercano al colegio donde estudiaba, un hallazgo que ha generado muchas dudas y cuestionamientos.
Ahora, las declaraciones de su padre, Manuel Afanador, podrían dar un giro importante al caso, pues afirma con firmeza que Valeria no salió sola de la institución educativa, poniendo en tela de juicio la versión oficial y abriendo nuevas líneas de investigación.
El 12 de agosto, Valeria Afanador desapareció misteriosamente tras salir del colegio.
Desde ese momento, familiares, amigos, autoridades y cientos de voluntarios iniciaron una búsqueda incansable para encontrarla.
La esperanza se mantuvo viva durante casi tres semanas, hasta que lamentablemente su cuerpo fue hallado sin vida en un punto del río Frío, a apenas 200 metros del colegio, lugar que ya había sido inspeccionado varias veces durante la búsqueda.
El hallazgo, aunque puso fin a la incertidumbre sobre su paradero, abrió un capítulo lleno de preguntas sin respuestas claras.
¿Cómo pudo pasar desapercibido el cuerpo durante tantos días en una zona tan vigilada? ¿Por qué apareció en un lugar que ya había sido minuciosamente revisado? Estas interrogantes han sido el motor de la investigación y el motivo por el cual la familia pide justicia y claridad.
Manuel Afanador, padre de Valeria, ha sido una voz clave en esta dolorosa historia.
En declaraciones recientes, expresó su convicción de que su hija no salió sola del colegio, contradiciendo la versión inicial de las autoridades.
Afanador señala que el comportamiento de Valeria en videos de cámaras de seguridad es extraño y que algo o alguien llamó su atención dentro o cerca de la institución.
El señor Afanador ha pedido a la Fiscalía General de la Nación que se profundice en la investigación, considerando todas las hipótesis posibles para esclarecer qué o quién causó la muerte de su hija.
Además, ha solicitado que se cierre la institución educativa mientras se aclaran los hechos, argumentando que la seguridad y la responsabilidad deben ser prioridad.
Tras el hallazgo del cuerpo, se realizó una inspección técnica y un dictamen preliminar de Medicina Legal que señala como posible causa de la muerte el ahogamiento.
Sin embargo, este informe no cierra la investigación, sino que abre la puerta a nuevas líneas de análisis, especialmente porque se encontró agua en los pulmones de la niña, lo que indica que estuvo sumergida.
Manuel Afanador ha manifestado que, aunque el dictamen preliminar es un paso importante, no es suficiente para entender las circunstancias que rodearon la muerte de Valeria.
Por ello, insiste en la necesidad de continuar con la investigación, explorar todas las hipótesis y determinar si hubo intervención de terceros.
Uno de los puntos más controvertidos es el lugar donde fue encontrado el cuerpo de Valeria.
Según el padre, ese sector fue inspeccionado exhaustivamente con drones, botes y la participación directa de familiares y voluntarios, incluido él mismo.
La aparición del cuerpo 18 días después en ese lugar genera suspicacias sobre lo que realmente ocurrió y si hubo algún tipo de manipulación o negligencia en la búsqueda.
Además, los videos de seguridad muestran a Valeria actuando de manera inusual, acercándose varias veces a una cerca viva dentro del colegio, lo que sugiere que algo o alguien captó su atención.
Estas imágenes alimentan la hipótesis de que no salió por voluntad propia y que pudo haber sido inducida o acompañada por una persona desconocida.
En una reunión reciente con la Fiscalía, Manuel Afanador recibió el apoyo formal para continuar con la investigación y explorar todas las posibles causas y responsables.
La delegada de asuntos territoriales, Dra.Dija Jaramillo, aseguró que el caso no se cerrará hasta que se esclarezcan todos los aspectos y se haga justicia.
Las autoridades han reiterado su compromiso con la familia y la sociedad para esclarecer este trágico caso, aunque reconocen que aún quedan muchas preguntas por responder y que el proceso puede ser largo y complejo.
La desaparición y muerte de Valeria ha generado una ola de solidaridad y tristeza en la comunidad local y en todo Colombia.
Muchas personas se unieron a la búsqueda y expresaron su apoyo a la familia, que ha enfrentado un dolor inmenso y una lucha constante por la verdad.
Este caso también ha puesto sobre la mesa la necesidad de revisar y fortalecer los protocolos de seguridad en las instituciones educativas, así como la importancia de una respuesta rápida y coordinada ante situaciones de desaparición de menores.
La historia de Valeria Afanador es un recordatorio doloroso de la vulnerabilidad de los niños y de la responsabilidad colectiva para protegerlos.
Las declaraciones de su padre, que desafían la versión oficial y piden una investigación exhaustiva, reflejan la búsqueda incansable de justicia y verdad que toda familia merece.
Mientras la Fiscalía continúa su trabajo, la sociedad espera respuestas claras y acciones concretas para evitar que tragedias como esta se repitan.
La memoria de Valeria debe ser honrada con un compromiso real para garantizar la seguridad y el bienestar de todos los niños.
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