La vida de Natanael Evaristo León Moreno, mejor conocido como Frankenstein, es una historia llena de luces y sombras, marcada por el éxito en el cine y la lucha libre mexicana, pero también por tragedias personales y conflictos que le costaron muy caro.
Actuó en películas junto a figuras emblemáticas como Viruta y Capulina, y fue un luchador reconocido en su época.
Sin embargo, detrás de su carrera y fama, se esconde una historia dolorosa que culminó con su muerte prematura, relacionada con su relación sentimental con la primera actriz Evita Muñoz “Chachita”.
Natanael nació el 26 de octubre de 1915 en el estado de Veracruz, en una familia de escasos recursos.
Desde joven, migró a la Ciudad de México en busca de mejores oportunidades.
Como muchos jóvenes de su época, tuvo que desempeñar diversos oficios para sobrevivir: bolero, mesero, ayudante en peluquería, entre otros.
Su sueño siempre fue la lucha libre, un deporte que lo fascinaba y que le abrió las puertas a una carrera que lo haría conocido.
Comenzó trabajando como ayudante en un gimnasio donde le enseñaron lucha libre a cambio de su trabajo.
Poco a poco fue escalando hasta convertirse en luchador profesional, ganándose el respeto y la fama, aunque no sin enfrentar envidias y rivalidades dentro del gremio luchístico.
Se dice que incluso “El Santo, el Enmascarado de Plata”, uno de los íconos de la lucha libre, intentó fracturarlo en varias ocasiones, pero sin éxito, lo que le valió ser severamente criticado por la prensa deportiva.
Frankenstein no solo destacó en la lucha libre, sino que también incursionó en el cine mexicano, especialmente durante la época de oro del cine nacional.
Participó en películas de Viruta y Capulina, inicialmente como extra y doble en escenas peligrosas, y aunque nunca llegó a protagonizar una película, logró consolidar una carrera respetable.
Su paso por el cine no estuvo exento de dificultades.
En la Asociación Nacional de Actores (ANDA), enfrentó discriminación y desplantes por parte de algunos productores, quienes le negaron papeles protagónicos debido a su apariencia física, lo que lo llevó a buscar otras alternativas para mantenerse vigente en la industria.
Durante la década de los 60, también entabló una relación de amistad con Viruta, aunque esta terminó mal debido a una negociación fallida relacionada con un vehículo.
A finales de esa década, participó en un comercial navideño organizado por la ANDA, donde conoció a Evita Muñoz “Chachita”, una reconocida primera actriz que admiraba su carrera en la lucha libre.
La relación entre Natanael y Chachita fue un secreto a voces dentro del medio artístico.
Aunque ambos estaban comprometidos con otras personas, comenzaron una relación sentimental que mantuvieron oculta para evitar escándalos.
Incluso participaron juntos en algunas producciones cinematográficas, como las películas de Hermelín Dalin, para poder estar cerca.
Sin embargo, esta relación trajo consigo graves problemas.
Se sabe que el esposo de Chachita amenazó de muerte a Natanael, generando un ambiente de tensión y peligro constante.
En un momento dado, Natanael fue enviado a golpear salvajemente por orden de Arturo Durazo Moreno, entonces jefe de la policía y quien también había estudiado lucha libre.
Este golpe le provocó lesiones graves y lo obligó a ausentarse del país por un tiempo.
A pesar de estos conflictos, la relación entre Natanael y Chachita se reanudó con más fuerza, pero la situación se volvió insostenible.
En los primeros años del 2000, Natanael decidió romper definitivamente con Chachita, alegando problemas de salud y la imposibilidad de que ella dejara a su esposo.
La ruptura desencadenó una acalorada discusión entre ambos, durante la cual Chachita, molesta y frustrada, le provocó a Natanael un paro respiratorio.
Aunque fue trasladado al hospital, falleció horas después, el 12 de septiembre de 2001 en la Ciudad de México.
La vida de Natanael “Frankenstein” León Moreno estuvo marcada por la lucha constante, tanto dentro como fuera del ring.
Su carrera en la lucha libre y el cine reflejaron su tenacidad y pasión, pero también las dificultades de un hombre que tuvo que enfrentarse a la discriminación, las envidias y las tragedias personales.
Además de su faceta artística, se sabe que fue galardonado en varias ocasiones y que incluso ocupó un cargo sindical en la Asociación Nacional de Actores, aunque su permanencia fue breve debido a conflictos con otros miembros del gremio.
Su historia también refleja la compleja realidad de muchos artistas que, detrás del brillo y la fama, enfrentan situaciones difíciles y dolorosas.
La relación con Chachita, aunque apasionada, terminó siendo una carga que le costó la vida, dejando una huella imborrable en la memoria de quienes lo conocieron y admiraron.
Natanael “Frankenstein” León Moreno es recordado como un luchador y actor que dejó una marca importante en la cultura popular mexicana.
Su vida, llena de triunfos y tragedias, es un testimonio de la lucha por alcanzar los sueños en medio de adversidades.
Su historia nos invita a reflexionar sobre el costo personal que muchas veces implica la fama y el amor en el mundo del espectáculo.
Aunque su final fue trágico, su legado sigue vivo en las películas, en la memoria de la lucha libre y en el cariño de sus seguidores.
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