La madrugada del 8 de abril quedó grabada para siempre en la memoria de Zulinka Pérez, hija del legendario cantante Rubby Pérez, como uno de los momentos más trágicos y dolorosos de su vida.
En una entrevista exclusiva, Zulinka comparte con sinceridad y valentía el impacto devastador que tuvo aquel desastre, que no solo le arrebató a su padre, sino que también dejó heridas físicas y emocionales profundas en ella, su esposo y sus compañeros.
Este relato conmovedor revela no solo el sufrimiento, sino también la fuerza y el amor que la mantienen en pie para seguir adelante.
Zulinka recuerda con claridad cómo aquella noche, mientras cantaba junto a su padre en un evento, la tragedia se desató de manera inesperada.
“Lo más trágico que he vivido en mi vida”, confiesa, describiendo la escena: el techo comenzó a ceder y una viga cayó sobre su padre, aplastándolo en el acto.
Ella misma sufrió golpes, y su esposo quedó atrapado bajo los escombros con una pierna rota.
La confusión y el caos fueron totales, pero en medio de la oscuridad y el peligro, Zulinka encontró la fuerza para buscar una salida, guiada por una especie de luz interior que la protegió.
La situación fue aún más angustiante porque la salida de emergencia estaba cerrada, lo que dificultó la evacuación de los presentes.
“No sé quién la cerró, porque no se suponía”, comenta, relatando cómo los músicos tuvieron que golpear para que alguien abriera la puerta.
Algunos no lograron salir a tiempo y murieron aplastados.
A pesar de todo, Zulinka logró escapar y su prioridad inmediata fue regresar a casa para cuidar de su hijo, consciente de que debía mantenerse fuerte por él y por su esposo herido.
El dolor de perder a su padre fue inmenso y Zulinka no oculta la tristeza y el vacío que siente.
Sin embargo, también manifiesta una gran fortaleza y determinación para enfrentar la realidad.
“Ver a tu padre morir de esa forma no se lo deseo a nadie”, afirma con voz firme.
Además, denuncia la negligencia que considera responsable del accidente y anuncia que emprenderá acciones legales contra los dueños de la discoteca donde ocurrió la tragedia.
Durante horas, Zulinka esperó noticias sobre su padre, aferrándose a la esperanza de que estuviera vivo, incluso cuando su alma le decía lo contrario.
Explica que hubo información errónea y confusa, con rumores de que su padre estaba atrapado pero vivo, lo que alimentaba su esperanza.
Finalmente, tuvo que aceptar la dolorosa verdad, aunque nunca pudo ver el cuerpo de su padre, ya que solo los rescatistas y algunos familiares tuvieron acceso.
Rubby Pérez no solo fue un ícono de la música, sino también un hombre profundamente amado por su familia y admirado por su pueblo.
Zulinka describe a su padre como un hombre fuerte, alegre y apasionado por su carrera artística.
Recuerda con cariño detalles personales, como su sombrero y gafas que fueron colocados en su ataúd, y la bufanda que él llamaba “su flow”.
También destaca el amor que sentía por Venezuela, país donde tuvo gran éxito y donde incluso participó en una novela.
La música fue siempre el motor de su vida, y su hija revela que Rubby estaba grabando una canción cristiana antes de su fallecimiento, mostrando un lado espiritual que muchos desconocían.“Papi amaba su pueblo, su gente.
Que lo recuerden con amor y ternura”, pide Zulinka, invitando a sus seguidores a mantener vivo el recuerdo de un hombre que luchó y defendió su país con pasión.
La entrevista también aborda las relaciones familiares y cómo han enfrentado el duelo.
Zulinka habla con sinceridad sobre algunas dificultades pasadas con su hermana menor, pero afirma que hoy han dejado atrás los rencores y se apoyan mutuamente.
Asimismo, expresa gratitud hacia la novia de su padre, a quien respeta y ama por no haber causado daño a su madre ni a la familia.
A pesar del sufrimiento, Zulinka ha encontrado en la música y en su fe un refugio para seguir adelante.
Relata cómo, en medio del dolor, pudo cantar en la funeraria, sintiendo la presencia de su padre acompañándola.
También revela que sus hermanos planean continuar el legado musical de Rubby Pérez, un proyecto que ella apoya con esperanza y compromiso.
Zulinka Pérez es un ejemplo de resiliencia y amor incondicional.
Su testimonio no solo muestra el lado humano detrás de una tragedia, sino también la fuerza para enfrentar la adversidad y honrar la memoria de un ser querido.
Su mensaje final es claro: recordar a Rubby Pérez con cariño, alegría y respeto, valorando el legado que dejó en la música y en los corazones de quienes lo amaron.
“Papi siempre va a estar vivo porque yo estoy aquí para seguir viviendo por él”, concluye con emoción.
Su historia es un llamado a la esperanza, a la justicia y a la importancia de mantener viva la memoria de quienes nos dejaron, transformando el dolor en fuerza para continuar.
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