La tarde del viernes 7 de noviembre, el mundo del espectáculo mexicano recibió una noticia que llenó de tristeza a sus seguidores y colegas: el fallecimiento de Marie Carmen Vela, una reconocida actriz de origen español que desarrolló la mayor parte de su carrera en México.
La Asociación Nacional de Actores (ANDA) confirmó la lamentable noticia a través de sus redes sociales, expresando su más profundo pesar por la partida de quien fuera una de las intérpretes más queridas de la televisión y el cine.
Con 87 años de edad, la actriz dejó un legado imborrable en la industria del entretenimiento, especialmente por su participación en emblemáticas producciones de Televisa como El Chavo del Ocho, La Rosa de Guadalupe y Mujer, Casos de la Vida Real.

En su comunicado, la ANDA escribió: “La Asociación Nacional de Actores lamenta profundamente el fallecimiento de nuestra compañera María del Carmen Vela, primera actriz y miembro de esta asociación. Nuestras condolencias a sus familiares, amigos y compañeros. Descanse en paz.”
Aunque no se han revelado las causas de su fallecimiento, la noticia conmocionó tanto a sus colegas como al público que la siguió durante décadas.
Muchos recordaron con cariño su larga trayectoria y su carácter amable, cualidades que la convirtieron en una figura respetada dentro del medio artístico mexicano.
Marie Carmen Vela, cuyo nombre real era María del Carmen Vela, nació en España, pero desde joven emigró a México, país que adoptó como su hogar y donde forjó una sólida carrera.
Desde sus primeros años en el país, mostró una gran pasión por la actuación, logrando abrirse paso en una época dorada para el cine mexicano.
Participó en diversas producciones cinematográficas que hoy son consideradas clásicos del séptimo arte nacional.
Entre sus películas más recordadas se encuentran Música de Siempre, El Hombre y el Monstruo, Dos locos en escena, El mundo de los vampiros, Entrega inmediata y Un par de robachicos.
Estas cintas le permitieron demostrar su versatilidad como actriz, interpretando tanto papeles dramáticos como cómicos, y consolidarse como una figura destacada en la pantalla grande.

Con el paso del tiempo, Marie Carmen Vela decidió incursionar también en la televisión, donde alcanzó una enorme popularidad.
Su talento natural, carisma y profesionalismo la convirtieron en una presencia constante en las producciones de Televisa, la televisora más importante de México.
Participó en telenovelas icónicas que marcaron generaciones, como Quinceañera, Cachún Cachún Ra Ra, Papá Soltero, Chespirito, Simplemente María, Rosalinda, Carita de Ángel y Palabra de Mujer.
En cada una de estas producciones, Marie Carmen Vela dejó una huella profunda, interpretando personajes entrañables y aportando una autenticidad que conquistó al público.
Uno de los aspectos más notables de su carrera fue su participación en programas de corte social y moral como Mujer, Casos de la Vida Real, donde interpretó papeles inspirados en historias verídicas que reflejaban los retos y realidades de la sociedad mexicana.
Con su talento, lograba transmitir emociones genuinas y dar voz a las mujeres que enfrentaban diversas situaciones difíciles, convirtiéndose así en una artista comprometida con los valores humanos y la empatía.
En años más recientes, Marie Carmen Vela continuó activa en la televisión, siendo parte del elenco de exitosas series como La Rosa de Guadalupe y Como dice el dicho, dos programas que se convirtieron en referentes de la cultura popular contemporánea.
Su capacidad para adaptarse a los nuevos formatos y seguir conectando con el público joven demostró su vigencia artística incluso en las últimas etapas de su vida profesional.
Sus compañeros de trabajo la describen como una mujer humilde, disciplinada y generosa.
Era común verla compartir consejos con las nuevas generaciones de actores, siempre dispuesta a ofrecer su experiencia y apoyo.
Su paso por los foros de Televisa dejó innumerables anécdotas que hoy son recordadas con cariño por quienes tuvieron la fortuna de coincidir con ella.
Además de su carrera artística, Marie Carmen Vela fue admirada por su compromiso con la actuación y por mantener una vida discreta, alejada de los escándalos mediáticos.
Prefería que su trabajo hablara por ella, y lo logró con creces.
A lo largo de más de seis décadas de carrera, construyó una reputación intachable, ganándose el respeto del público y de la industria.
La noticia de su fallecimiento generó numerosas muestras de cariño en redes sociales.
Actores, productores y seguidores expresaron su tristeza y agradecimiento por las décadas de entretenimiento que brindó.
Muchos recordaron sus actuaciones en El Chavo del Ocho, donde interpretó personajes secundarios pero memorables dentro del universo de Roberto Gómez Bolaños, y su participación en programas emblemáticos que marcaron la televisión mexicana de los años setenta y ochenta.

Aunque nació en España, Marie Carmen Vela se convirtió en un verdadero símbolo de la televisión mexicana.
Su trayectoria refleja el espíritu de una artista entregada, que logró conquistar el corazón de un país entero con su talento y su calidez.
Su legado no solo vive en las pantallas, sino también en la memoria colectiva de quienes crecieron viéndola.
Hoy, mientras el mundo del espectáculo lamenta su partida, también celebra su vida y su contribución al arte.
Su nombre se suma a la larga lista de figuras que hicieron grande la televisión y el cine de México, un legado que seguirá inspirando a nuevas generaciones de actores.
Marie Carmen Vela fue, sin duda, una de esas artistas que nacen para dejar huella.
Su trabajo, su voz y su presencia permanecerán en cada repetición de las telenovelas y programas en los que participó.
Aunque ya no esté físicamente, su arte continúa vivo en la memoria de los espectadores.
A los 87 años, se despide una actriz de raza, una mujer que dedicó su vida entera a la interpretación, al público y al amor por el escenario.
Descanse en paz, Marie Carmen Vela, primera actriz de la televisión mexicana, cuyo talento y pasión seguirán siendo recordados por siempre.
Su legado es eterno, y su luz, aunque se apague en la tierra, seguirá brillando en las pantallas donde su arte inmortalizó su nombre.