¿Cómo es posible que un joven tímido, que soñaba con ser portero del Real Madrid, terminara conquistando a reyes, presidentes y, según sus propias cuentas, a miles de mujeres? Julio Iglesias, hoy con más de 80 años, es una figura envuelta en éxito, misterio y una vida llena de altibajos que parecen sacados de una película.
Su historia es un viaje desde la gloria deportiva hasta la cima de la música mundial, pasando por tragedias personales, escándalos y una resiliencia admirable.
Julio Iglesias nació el 23 de septiembre de 1943 en Madrid, en un entorno familiar acomodado.
Su padre, Julio Iglesias Puga, era un reconocido ginecólogo que atendía a la alta sociedad, y su madre, Rosario de la Cueva y Perignat, le inculcó la importancia de la elegancia y la discreción.
Desde niño, Julio mostró aptitudes para el deporte, especialmente para el fútbol, y soñaba con ser portero del Real Madrid.
Con una estatura alta, rapidez y reflejos felinos, Julio destacó en el Colegio Mayor San Pablo y formó parte de la cantera del Real Madrid, donde fue apodado “Hollywood” por su sonrisa cautivadora.
Sin embargo, su destino estaba a punto de cambiar de forma radical.
La madrugada del 22 de septiembre de 1963, Julio sufrió un grave accidente automovilístico que le causó una compresión severa de la médula espinal y un osteoblastoma, un tumor benigno pero peligroso en la columna.
Los médicos pronosticaron que nunca volvería a caminar, y durante 18 meses estuvo postrado en cama, enfrentando una dura rehabilitación.
Fue durante este tiempo que una enfermera dominicana llamada Mercedes le enseñó a tocar la guitarra, descubriendo en la música un refugio y una nueva pasión.
La frase “Si no puedo correr, cantaré” se convirtió en su lema y en el título de su primera gran canción, “La vida sigue igual”.
Su recuperación fue milagrosa y, aunque nunca pudo retomar su carrera deportiva, encontró en la música un camino hacia la fama y el éxito.
En 1968, Julio ganó un festival musical con la canción “La vida sigue igual”, lo que le valió un contrato discográfico y el inicio de una carrera meteórica.
Su talento y carisma lo llevaron a grabar en múltiples idiomas, incluyendo francés, alemán, italiano, portugués, japonés y tagalo, conquistando mercados en Europa, América Latina y Asia.
Entre 1971 y 1985, Julio Iglesias se consolidó como uno de los artistas latinos más exitosos de todos los tiempos, vendiendo más de 300 millones de discos y batiendo récords Guinness.
Su álbum “1100 Bel Air Place” y el sencillo “To All The Girls I’ve Loved Before”, a dúo con Willie Nelson, lo catapultaron al mercado estadounidense y le abrieron las puertas de la Casa Blanca, donde cantó para Ronald Reagan.
La vida sentimental de Julio Iglesias ha sido tan intensa como su carrera.
En 1971 se casó con Isabel Preysler, con quien tuvo tres hijos: Chabeli, Julio José y Enrique.
Sin embargo, la relación terminó en divorcio en 1978, tras años de rumores de infidelidad y dificultades para conciliar la vida familiar con las giras internacionales.
Su fama de latin lover se consolidó con una lista no oficial de más de mil conquistas, entre ellas figuras como Priscila Presley y Janina Facio.
En 1990 conoció a Miranda Rijnsburger, con quien tuvo cinco hijos y con quien formalizó su relación en 2020.
No obstante, la vida de Julio también ha estado marcada por demandas de paternidad, intentos de secuestro de sus hijos y una constante presencia de abogados para proteger su legado y su seguridad.
Julio Iglesias no solo es conocido por su voz y sus canciones, sino también por su habilidad para manejar su imagen pública y su carrera con una estrategia impecable.
Su vida ha estado llena de momentos de glamour, lujos y anécdotas dignas de un culebrón: desde recibir un Rolls-Royce con incrustaciones de oro de un jeque catarí, hasta ser ovacionado por la reina madre de Inglaterra y recibir llamadas de Frank Sinatra.
Sin embargo, detrás del brillo y la fama, Julio ha enfrentado desafíos personales y profesionales que lo han obligado a reinventarse constantemente.
La presión de las giras, los pleitos legales y la exposición mediática han marcado su trayectoria, pero también han fortalecido su determinació.
En la última década, Julio Iglesias ha reducido considerablemente su presencia pública.
No ofrece conciertos, evita entrevistas y apenas se le ve en fotografías, lo que ha generado rumores sobre problemas de salud, cirugías estéticas fallidas y soledad.
En abril de 2025, él mismo aclaró en Instagram que seguirá trabajando mientras pueda y que anunciará su retiro cuando llegue el momento.
Actualmente reside en Punta Cana, donde lleva una vida tranquila y monástica, con rutinas diarias que incluyen caminatas por la playa, baños de agua salada y sesiones en un estudio climatizado para revisar maquetas antiguas.
Además, colabora con productores de Netflix para una docuserie autorizada sobre su vida, que se estrenará en 2026, justo 60 años después de su debut.
Julio Iglesias ha dejado una huella imborrable en la música latina y mundial.
Su capacidad para transformar una tragedia personal en una epopeya sonora es reconocida incluso por sus detractores.
Más que un cantante, es un símbolo de resiliencia y reinvención, que convirtió una balada escrita en la penumbra de un hospital en un himno universal.
Su legado trasciende las cifras de ventas y premios; es la historia de un hombre que supo convertir el dolor en arte y que, a pesar de los escándalos y las dificultades, se mantuvo firme en la cima de la música por décadas.
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