La familia López Portillo, una de las más emblemáticas y controvertidas en la historia política de México, ha sido objeto de múltiples historias, rumores y revelaciones que van más allá del sexenio presidencial de José Guillermo Abel López Portillo y Pacheco, quien gobernó México de 1976 a 1982.
Más allá de su carrera política, la vida personal y familiar del expresidente ha estado bajo los reflectores, marcada por relaciones amorosas, escándalos y una serie de peripecias que han dejado una huella profunda en la memoria pública.
José López Portillo falleció el 17 de febrero de 2004 a los 83 años en la Ciudad de México, víctima de una neumonía.
Durante su mandato presidencial, su vida estuvo rodeada no solo de decisiones políticas sino también de un intenso escrutinio por sus relaciones personales.
Estuvo casado inicialmente con Carmen Romano, con quien tuvo tres hijos.
Posteriormente, tuvo dos hijos más con la famosa actriz y vedette Sasha Montenegro, con quien se casó cuando él tenía 75 años, tras divorciarse de Carmen.
Además, López Portillo tuvo una hija fuera del matrimonio, fruto de una relación extramarital.
Esta compleja estructura familiar ha generado diversas tensiones y ha sido foco de atención en medios y documentos históricos.
Uno de los episodios más recordados es el incendio de la Cineteca Nacional en 1982, ocurrido durante la gestión de Margarita López Portillo, hermana del expresidente, quien era la máxima autoridad del sector cinematográfico.
El siniestro destruyó el edificio y causó la muerte de varias personas, aunque el número exacto nunca fue precisado.
Margarita fue criticada por no promover adecuadas medidas de seguridad ni una investigación exhaustiva, lo que dejó un legado de controversia en el ámbito cultural.
Otro episodio dramático fue el atentado contra Margarita López Portillo en agosto de 1976, cuando un comando armado atacó el automóvil en el que viajaba.
Aunque ella resultó ilesa, un escolta murió y otros quedaron gravemente heridos.
Este evento mostró las tensiones y peligros que rodeaban a la familia en tiempos de inestabilidad política.
Los hijos de José López Portillo han seguido caminos diversos, algunos alejados del ojo público y otros vinculados a la política, la cultura y los negocios.
José Ramón, el hijo mayor con Carmen Romano, es economista, académico y diplomático, con una carrera destacada en México y en el extranjero.
Ha desempeñado cargos importantes y ha sido representante de México ante la ONU.
Nabila y Alejandro, hijos del expresidente con Sasha Montenegro, han preferido mantener un perfil bajo.
Nabila es artista plástica y ha realizado exposiciones, mientras que sobre Alejandro se conocen menos detalles, aunque ha tenido algunos problemas legales.
Carmen Beatriz, otra hija con Carmen Romano, ha tenido una carrera académica notable, siendo rectora de la Universidad del Claustro de Sor Juana y especializada en historia latinoamericana.
Paulina, la tercera hija, intentó una carrera musical apoyada por su padre y posteriormente se dedicó a la historia y la escritura.
Entre los nietos, destacan figuras como Rafael Tobar y López Portillo, que ha estado involucrado en la gestión cultural y ha defendido el legado familiar ante controversias.
Durante los últimos años de su mandato, López Portillo mandó construir una enorme mansión conocida popularmente como “La Colina del Perro”, ubicada en la carretera Ciudad de México-Toluca.
Este inmueble se convirtió en un símbolo del poder presidencial y también de la corrupción que marcó su gobierno, ya que se afirmó que fue financiada con recursos públicos.
La mansión fue demolida en 2018, pero su recuerdo permanece como un emblema de los excesos y controversias del sexenio.
Carmen Romano fue la primera esposa y primera dama durante el mandato de López Portillo.
Fue reconocida por su actividad cultural y social, impulsando la fundación de numerosas casas culturales y promoviendo la música clásica.
Sin embargo, también fue criticada por su costoso vestuario y gastos en viajes.
Tras su divorcio en 1991, López Portillo se casó con Sasha Montenegro, una actriz de origen yugoslavo que tuvo una carrera destacada en el cine mexicano de los años 70 y 80.
Su relación fue polémica, marcada por la diferencia de edad y las tensiones familiares.
Sasha Montenegro falleció en 2024, dejando tras de sí una historia llena de controversias y secretos.
El legado de José López Portillo es complejo y contradictorio. Por un lado, su gobierno enfrentó una crisis económica y escándalos de corrupción.
Por otro, su familia ha dejado una huella en la política, la cultura y la academia mexicana.
Sus hijos y nietos continúan activos en diversos ámbitos, manteniendo viva la memoria y el impacto de su figura.
La historia de la familia López Portillo es un reflejo de las luces y sombras que acompañan a quienes están en el poder.
Entre triunfos, tragedias, escándalos y esfuerzos por preservar un legado, esta familia ha vivido intensamente la historia política y social de México.
Conocer su verdad es clave para entender mejor el pasado reciente del país y las dinámicas que aún hoy influyen en su presente.
