Con una carrera que abarca más de 50 temporadas y más de 2,000 episodios, Don Francisco, cuyo nombre real es Mario Luis Krautberger Bloomenfeld, se ha consolidado como una leyenda de la televisión latinoamericana.
Su programa icónico, *Sábado Gigante*, no solo entretuvo a millones de personas en América Latina y Estados Unidos, sino que también le permitió acumular una fortuna estimada en 200 millones de dólares.
En 2025, la vida de Don Francisco es sinónimo de lujo, éxito y un legado que trasciende generaciones.
Nacido el 28 de diciembre de 1940 en Talca, Chile, Don Francisco comenzó su carrera televisiva en 1962 con el programa *Show Dominical*.
Aunque fue despedido en menos de un mes, la reacción del público lo llevó de regreso a la pantalla, transformando su programa en *Sábado Gigante* en 1965.
Este show se convirtió en un fenómeno cultural que, desde 1986, se transmitió en 43 países, llegando a audiencias internacionales y consolidando a Don Francisco como un referente de la cultura popular.
Durante décadas, su programa alcanzó hasta un 80% de audiencia en Chile y logró un récord Guinness por transmitir más de 14,000 horas de contenido.
Su carisma, disciplina y dedicación constante lo convirtieron en un ícono internacional, y su éxito financiero fue tan notable como su impacto cultural.
La vida de Don Francisco fuera de las cámaras es tan impresionante como su carrera.
Posee varias propiedades lujosas, entre ellas una mansión en Miami Beach valorada en 24 millones de dólares.
Esta residencia, que fue vendida en 2021 al famoso DJ francés David Guetta por 69 millones de dólares, se encuentra en el exclusivo vecindario de Indian Creek, conocido como el “búnker de los multimillonarios”.
La mansión tiene más de 7,700 pies cuadrados construidos sobre un terreno de más de 53,000 pies cuadrados.
Cuenta con seis dormitorios, ocho baños, varias salas de estar, dos comedores (uno interior y otro exterior), una piscina amplia, gimnasio privado y un muelle capaz de acomodar yates de hasta 120 pies.
La propiedad fue adquirida originalmente por Don Francisco hace 30 años por 2.6 millones de dólares, lo que representa un retorno de inversión impresionante.
Antes de esta venta, Don Francisco vivió casi 28 años en otra mansión en Florida, que vendió por 23.5 millones de dólares.
Esta casa, con 23 años de antigüedad, ofrecía espacios amplios y lujosos, incluyendo un patio de acceso con fuente moderna, vestíbulo de doble altura con ventanas de piso a techo, una cocina de alta gama, biblioteca, piscina, spa, gimnasio privado y una casa de piscina con cocina de verano y comedor cubierto.
Además de sus mansiones, Don Francisco es conocido por su impresionante colección de autos de lujo.
Entre sus vehículos destaca un Porsche 911 Carrera GTS Cabriolet, valorado en aproximadamente 160,000 dólares, con un motor twin turbo de 3.0 litros y 480 caballos de fuerza.
También posee un Mercedes-Benz Clase S, un símbolo de elegancia y tecnología avanzada, y un Range Rover Autobiography, que combina lujo y capacidad todo terreno.
Su pasión por el lujo también se extiende a su colección de relojes y joyas.
Entre sus piezas más valiosas se encuentra un Rolex Day Date President, un clásico símbolo de prestigio valorado en alrededor de 5,000 dólares, y un Patek Philippe Nautilus, un reloj deportivo de lujo que puede superar los 70,000 dólares.
Además, Don Francisco posee joyería fina como gemelos de oro, anillos con diamantes y pulseras incrustadas con piedras preciosas, reflejando un gusto refinado y elegante.
Más allá de su éxito económico y fama, Don Francisco ha dejado una huella importante en la filantropía.
Es especialmente reconocido por crear el formato Teletón en Chile en 1978, un evento benéfico que ha recaudado más de 450 millones de dólares para apoyar a niños con discapacidades.
La Fundación Teletón Chile opera una red de centros de rehabilitación que ofrecen terapia física, atención médica y apoyo educativo.
Este modelo ha inspirado iniciativas similares en otros países latinoamericanos, como México, Costa Rica y Panamá, combinando entretenimiento con responsabilidad social.
A lo largo de los años, Don Francisco ha movilizado a millones de espectadores para contribuir a estas causas, canalizando colectivamente más de 500 millones de dólares hacia programas benéficos.
A pesar de su inmensa popularidad, la carrera de Don Francisco no ha estado exenta de controversias.
En Chile, ha sido cuestionado por algunos sectores políticos e intelectuales por su influencia durante la dictadura militar y por su participación en campañas como el Teletón.
También han surgido debates sobre declaraciones relacionadas con su familia y el Holocausto, con algunas contradicciones en relatos históricos sobre la experiencia de su padre durante la Segunda Guerra Mundial.
En el ámbito profesional, algunos artistas chilenos han criticado a Don Francisco por supuesta falta de apoyo al talento local.
Además, enfrentó una demanda de paternidad en 2010, la cual fue descartada tras pruebas de ADN.
También hubo acusaciones de acoso sexual por parte de una exmodelo, que fueron negadas por él y la cadena Univisión, resolviéndose finalmente mediante un acuerdo extrajudicial.
Don Francisco ha sabido navegar entre la fama, la fortuna y los desafíos personales para construir un legado sólido en la televisión y la sociedad latinoamericana.
Su carrera, que incluye programas, autobiografías y proyectos filantrópicos, refleja la historia de un hombre que supo reinventarse y mantenerse vigente durante más de medio siglo.
En 2025, a sus 84 años, Don Francisco parece estar listo para disfrutar de una vida más tranquila, posiblemente regresando a Chile tras el final de sus programas en Estados Unidos.
Su historia es un testimonio del poder del trabajo duro, la disciplina y el compromiso con la comunidad.
La vida de Don Francisco es un ejemplo de cómo la pasión por el entretenimiento puede transformarse en un imperio que trasciende fronteras.
Sus mansiones, autos, relojes y obras filantrópicas reflejan no solo su éxito material, sino también su influencia cultural y social.
Aunque su carrera ha tenido altibajos y controversias, su legado permanece intacto como uno de los mayores íconos de la televisión latina.
Don Francisco no solo entretuvo a generaciones, sino que también inspiró a muchos a través de su labor social y su compromiso con causas nobles.
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