Óscar Emilio León Simosa, conocido mundialmente como Óscar de León, es una leyenda viva de la salsa.
Nacido en Caracas, Venezuela, el 11 de julio de 1943, su vida ha sido una mezcla de talento, éxito, controversias y desafíos personales que han marcado su trayectoria artística y humana.
Su historia es la de un hombre que, a pesar de las dificultades, logró conquistar escenarios internacionales y dejar una huella imborrable en la música latina.
Desde joven, Óscar notó que poseía una habilidad musical especial, diferente a la de sus padres.
Su madre, alegre y amante de la fiesta, y su padre, sin talento musical evidente, no pudieron explicarle de dónde provenía ese don.
Fue hasta la adultez que descubrió que su verdadero padre biológico era un músico talentoso, lo que explicaba su afinidad con la música y su pasión por el son cubano.
Aunque inicialmente estudió para ser topógrafo y trabajó en diversos oficios como taxista, chófer de autobús escolar y albañil, la música siempre fue su verdadera vocación.
A los 28 años comenzó su carrera musical, inicialmente como bajista autodidacta, perfeccionando su técnica y ganando experiencia en agrupaciones locales.
Su gran oportunidad llegó cuando, de manera inesperada, tomó el micrófono en una presentación tras la ausencia del vocalista principal.
Este momento marcó el inicio de su carrera como cantante.
En 1972, junto al percusionista César Mones, fundó La Dimensión Latina, una orquesta que revolucionó la salsa en Venezuela y América Latina.
La agrupación contó con músicos destacados y lanzó éxitos que se convirtieron en himnos, como “Baile Tos”, “La Piragua” y “Llorarás”.
Esta última, inicialmente considerada un simple relleno, se transformó en un clásico que abrió las puertas de Óscar a la fama mundial.
Sin embargo, problemas legales y disputas internas llevaron a su salida de la orquesta, lo que le permitió comenzar una exitosa carrera como solista.
Con el respaldo de su representante Osvaldo Ponte, Óscar de León se consolidó como “El Sonero del Mundo”.
Su carisma, voz potente y estilo único lo llevaron a escenarios internacionales y a compartir cartel con grandes figuras de la salsa como Celia Cruz, Tito Puente y Willy Colón.
No obstante, la fama también trajo consigo excesos y cambios en su personalidad.
Su ego creció y comenzó a exigir tarifas elevadas por sus presentaciones, buscando ser reconocido como una estrella de primer nivel.
Esta actitud, aunque le dio poder, también alejó a algunos colegas y afectó su imagen pública.
Uno de los momentos más polémicos fue cuando rechazó una oferta del prestigioso sello Fania, exigiendo ser dueño o accionista, lo que fue considerado una petición arrogante y le cerró puertas importantes en la industria.
Óscar de León es conocido por su vida amorosa intensa y compleja.
A lo largo de los años, tuvo múltiples relaciones simultáneas, incluyendo un matrimonio y tres compañeras al mismo tiempo.
Reconoció públicamente tener nueve hijos reconocidos y otros no reconocidos, reflejo de una vida personal llena de altibajos y escándalos.
Además, enfrentó problemas legales graves, incluyendo una acusación por retención ilegal de una menor de 14 años, que lo llevó a pasar 17 días en prisión.
Aunque siempre defendió su inocencia y afirmó que fue víctima de una extorsión, el episodio afectó su reputación.
Otra controversia importante fue su enemistad con Celia Cruz, surgida por su presentación en Cuba durante los años 80, un acto que la “Reina de la Salsa” criticó por razones políticas.
Esta tensión se reflejó en la ausencia de Óscar en homenajes y funerales de Celia, dejando una relación marcada por el desencuentro.
Una de las pruebas más duras para Óscar fue el diagnóstico de cáncer terminal de colon de su hijo de 11 años.
La familia vivió momentos de profundo sufrimiento, pero afortunadamente el niño logró superar la enfermedad y hoy es un profesional en informática, un testimonio de esperanza y fortaleza.
En cuanto a su salud, Óscar ha sufrido varios infartos, incluyendo tres durante un concierto, uno de ellos con paro cardíaco.
Gracias a la rápida intervención médica, pudo recuperarse y continuar con su carrera, aunque estos episodios dejaron una huella en su vida.
Además, un accidente doméstico le causó una grave lesión en el ojo izquierdo, dejándolo con daños irreparables en la visión.
Este incidente, combinado con su salud ya afectada, fue un punto de inflexión que marcó el final de una etapa activa y el comienzo de un cuidado más riguroso.
Con más de 52 años de carrera, Óscar de León es una de las figuras más influyentes de la salsa a nivel mundial.
Su legado incluye más de 35 éxitos y más de 50 discos, con un impacto en más de 170 países.
Su música ha sido reconocida con premios Grammy Latino y honores en ciudades como Nueva York, California y su natal Barquisimeto, Venezuela.
Uno de sus momentos más memorables fue su actuación en el Festival Internacional de Viña del Mar en 2015, donde recibió La Gaviota de Plata y La Gaviota de Oro, símbolos de su calidad artística y el cariño del público.
Su influencia trasciende generaciones y fronteras, consolidándose como embajador de la salsa y la cultura latina, llevando el ritmo caribeño a escenarios emblemáticos como el Madison Square Garden.
La vida de Óscar de León es un reflejo de talento, pasión, éxito y también de errores y dificultades.
Su carrera artística ha sido brillante, pero su historia personal muestra las complejidades de vivir bajo el escrutinio público y las consecuencias de las decisiones tomadas.
A pesar de las adversidades, Óscar sigue siendo un símbolo de la salsa, un artista que ha sabido reinventarse y mantener viva la esencia de un género que sigue conquistando corazones en todo el mundo.
Su legado musical y humano continúa inspirando a nuevas generaciones, recordándonos que detrás de cada estrella hay una historia de lucha, amor y resiliencia.
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