María Guadalupe Torrentera y Bablot, mejor conocida como Lupita Torrentera, fue una destacada actriz y bailarina mexicana, cuya vida y carrera estuvieron estrechamente ligadas a la época dorada del cine mexicano y a uno de sus íconos más queridos, Pedro Infante.
Fallecida el 25 de abril a los 93 años, Lupita dejó un legado tanto artístico como personal que sigue siendo recordado y honrado en México.
Lupita Torrentera nació el 2 de noviembre de 1931 en Tacubaya, Ciudad de México.
Desde muy joven mostró una profunda pasión por la danza, disciplina que la llevó a los escenarios y eventualmente a la pantalla grande.
Su talento natural y dedicación le permitieron debutar en el cine a la temprana edad de 11 años, en la película *Historia de un gran amor* (1942).
Fue durante este rodaje cuando conoció por primera vez a Pedro Infante, quien interpretaba el tema principal de la película.
Sin embargo, su relación sentimental comenzó años después, cuando Lupita tenía apenas 14 años y Pedro 28.
La relación entre Lupita Torrentera y Pedro Infante fue una historia de amor intensa y complicada.
Cuando Lupita decidió irse a vivir con Pedro en 1945, desconocía que él estaba casado con María Luisa León.
A pesar de las advertencias y la oposición de su madre, Lupita se entregó a este amor que, aunque apasionado, estuvo marcado por dificultades.
Durante los siete años que duró su relación, Lupita y Pedro vivieron momentos difíciles, incluyendo dos accidentes aéreos que casi les cuestan la vida.
Uno de estos accidentes ocurrió en 1949 cuando Pedro, pilotando una avioneta, tuvo que realizar un aterrizaje de emergencia en Michoacán.
Ambos resultaron heridos, pero sobrevivieron, lo que muchos consideraron un milagro.
La revelación del matrimonio de Pedro Infante con María Luisa León fue el detonante que llevó a Lupita a terminar la relación.
Este descubrimiento provocó un fuerte conflicto familiar, incluso al grado de que la madre de Lupita intentó incendiar la casa del actor, reflejando la tensión y el drama que rodearon este amor prohibido.
De esta relación nacieron tres hijos: Graciela, Pedro Infante Junior y Guadalupe Infante Torrentera.
Tristemente, Graciela falleció en la infancia a causa de poliomielitis, una pérdida que marcó profundamente a la familia.
Pedro Infante Junior siguió los pasos de su padre en el cine y la música, pero su vida también estuvo llena de tragedias; en 2009 se quitó la vida, dejando un legado breve pero significativo en el mundo artístico.
Por su parte, Guadalupe Infante Torrentera ha dedicado gran parte de su vida a preservar y promover el legado de su padre, manteniendo vivo el recuerdo de Pedro Infante en la cultura mexicana.
Lupita, como madre, siempre estuvo cerca de sus hijos y apoyó sus carreras y proyectos.
Aunque Lupita Torrentera comenzó su carrera como actriz infantil, su actividad en el cine fue intermitente.
Participó en varias películas durante la época dorada del cine mexicano, pero nunca alcanzó la fama masiva de su pareja Pedro Infante.
Sin embargo, su contribución artística fue valiosa y respetada.
En sus últimos años, Lupita se mantuvo activa en eventos y homenajes dedicados a Pedro Infante.
Su participación en estos actos reflejaba no solo su amor por el actor, sino también su compromiso con la memoria cultural de México.
En 2018, hizo una de sus últimas apariciones públicas junto a su hija Lupita Infante en un programa radial, donde recordó con cariño y nostalgia su historia con el legendario actor.
La muerte de Lupita Torrentera el 25 de abril de 2025 fue recibida con tristeza por sus seguidores y por la comunidad artística.
Su hija Lupita Infante anunció la noticia a través de redes sociales y confirmó que se le rendirá un homenaje en Casa Pedregal, un lugar emblemático para la familia Infante, donde se reunirán amigos, familiares y admiradores para recordar su vida y obra.
Los restos de Lupita serán cremados el 26 de abril, en una ceremonia íntima que cerrará el capítulo de una vida llena de amor, arte y desafíos.
Su historia es un testimonio de la complejidad de las relaciones humanas, especialmente cuando se entrelazan con la fama y el destino.
Lupita Torrentera representa una figura importante en la historia del cine mexicano y en la vida personal de Pedro Infante, uno de los artistas más queridos de México.
Su amor prohibido, sus pérdidas personales y su dedicación al arte y a la familia forman parte de un relato que trasciende el tiempo y sigue emocionando a quienes conocen su historia.
A través de sus hijos y su legado, Lupita sigue presente en la memoria colectiva, recordándonos que detrás de las grandes estrellas siempre hay historias humanas complejas, llenas de amor, sacrificio y esperanza.
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