La historia de Paul Simon y Art Garfunkel es una de las más emblemáticas en la música popular, marcada por un talento inigualable, armonías perfectas y una amistad que comenzó en la infancia, pero que terminó en un distanciamiento doloroso que duró décadas.
Desde su encuentro en un concurso escolar en Queens hasta convertirse en el dúo más grande de la música en los años 60, su relación estuvo llena de éxitos, tensiones, traiciones y silencios que finalmente rompieron el vínculo que los unió.
Paul Simon nació el 13 de octubre de 1941 en Nueva York, en una familia judía de raíces húngaras.
Su madre era maestra y su padre, aunque profesor universitario de día, tocaba el bajo en grupos musicales por la noche.
Creció en un ambiente lleno de música y tradición, lo que moldeó su amor por el arte y la cultura.
A los 4 años, su familia se mudó a Queens, un barrio con una gran comunidad judía donde Paul se empapó de música folk, jazz y blues.
En 1953, durante un concurso de talentos en la escuela pública 164 de Queens, Paul vio a un chico llamado Art Garfunkel cantar solo en el escenario.
La calidad de su voz y su presencia lo impresionaron profundamente.
Ambos tenían entonces 11 años, y ese encuentro marcó el inicio de una relación que cambiaría sus vidas.
Pronto formaron un dúo, primero llamado Pepton y luego Tommy Jerry, con el que grabaron su primer éxito, “Hey Schoolgirl”, alcanzando fama local y nacional.
Entre 1957 y 1964, mientras Art se destacaba por su voz angelical, Paul se mostraba como el compositor y la mente creativa detrás del dúo.
Sin embargo, Paul también llevaba una carrera en solitario en secreto, grabando más de 30 canciones bajo distintos nombres, sin que Art lo supiera.
Esta duplicidad fue el comienzo de una brecha que se iría agrandando con el tiempo.
A pesar de los primeros éxitos, su debut como Simon & Garfunkel en 1964 con el álbum *Wednesday Morning, 3 A.M.* fue un fracaso comercial.
Sin embargo, un giro inesperado llegó cuando el productor Tom Wilson añadió guitarras eléctricas y batería a la canción “The Sound of Silence” sin avisarles, convirtiéndola en un éxito número uno en 1966.
Esto les permitió grabar nuevos álbumes que los catapultaron a la fama mundial.
El éxito llegó con discos como *Parsley, Sage, Rosemary and Thyme* y *Bookends*, y la banda sonora de la película *El Graduado* con la icónica canción “Mrs. Robinson”.
Sin embargo, a medida que Paul se consolidaba como compositor y productor, empezó a sentir que Art recibía más reconocimiento del público por su voz que él por sus letras y música.
La tensión entre ambos creció cuando Art comenzó a actuar en películas, como *Catch-22*, mientras Paul se quedaba en Nueva York trabajando en la música.
Esta separación física y creativa abrió una brecha profunda.
Además, Paul quería tener control total sobre la producción musical, relegando a Art a un papel más pasivo, lo que deterioró aún más su relación.
El álbum *Bridge Over Troubled Water* (1970) fue el mayor éxito del dúo, pero también el último.
Durante la grabación, Art estaba filmando en México y no podía participar plenamente en las sesiones, lo que dejó a Paul trabajando solo con la banda y el productor.
Aunque la canción principal fue cantada por Art y recibió ovaciones, Paul sentía que su trabajo creativo no era valorado.
Las diferencias creativas y personales hicieron que el dúo se disolviera en 1970, dejando a muchos fans sorprendidos.
Paul inició una exitosa carrera en solitario, explorando nuevos sonidos y colaborando con músicos de todo el mundo, mientras que Art se enfocó en su carrera actoral y proyectos personales.
Paul Simon lanzó álbumes innovadores como *Paul Simon Songbook* y *Graceland*, este último grabado en Sudáfrica durante el apartheid, lo que generó críticas y protestas por parte de activistas que lo acusaron de romper el boicot cultural impuesto por la ONU.
A pesar de las polémicas, Paul defendió su trabajo como una forma de protesta y colaboración musical.
Por otro lado, Paul enfrentó problemas personales, incluyendo un matrimonio turbulento con Carrie Fisher, que afectó su estabilidad emocional y su música.
Su álbum *Hearts and Bones* reflejó esa angustia, aunque no tuvo éxito comercial.
A pesar de su separación, Simon y Garfunkel intentaron reunirse varias veces.
En 1981 ofrecieron un concierto histórico en Central Park ante más de 500,000 personas, que fue un gran éxito.
Sin embargo, detrás del escenario, la tensión era palpable: no se hablaban y evitaban cualquier contacto personal.
En 1983, mientras trabajaban en un nuevo álbum, Paul borró las voces de Art de varias canciones y lanzó el disco en solitario, lo que fue considerado una traición definitiva.
Desde entonces, su relación se volvió prácticamente inexistente.
En 2010, se planeó una gira de reunión que fue cancelada debido a problemas de salud vocal de Art, lo que terminó de romper la poca confianza que quedaba entre ellos.
En 2015, Art Garfunkel criticó duramente a Paul en una entrevista, llamándolo “imbécil” e “idiota”, lo que profundizó aún más la distancia.
De 2015 a 2024, Paul Simon y Art Garfunkel no se comunicaron en absoluto.
La relación que comenzó en la infancia se había convertido en un silencio doloroso.
En 2023, Paul enfrentó una grave pérdida auditiva en su oído izquierdo tras un caso severo de COVID-19, lo que le impidió continuar cantando y lo sumió en una profunda frustración.
En entrevistas recientes, Paul ha expresado su enojo y tristeza por la distancia con Art, lamentando las oportunidades perdidas y los puentes quemados.
A pesar de todo, reconoce que la música que crearon juntos cambió el mundo y que su legado permanece intacto.
La historia de Paul Simon y Art Garfunkel es un relato de talento, amistad y también de ego, traiciones y heridas difíciles de sanar.
Desde dos niños que soñaban en un escenario escolar hasta convertirse en iconos de la música folk y pop, su camino estuvo lleno de éxitos y rupturas.
Aunque su relación personal terminó en silencio, su música sigue siendo un testimonio de la magia que lograron juntos.
Las armonías perfectas y las letras profundas que crearon continúan inspirando a nuevas generaciones, recordándonos que incluso las amistades más brillantes pueden enfrentar sombras difíciles de superar.
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