Víctor Yturbe, mejor conocido como “El Pirulí”, fue uno de los cantantes de bolero más queridos en México, cuya voz y carisma conquistaron a miles de seguidores.
Sin embargo, su vida estuvo marcada por conflictos personales y profesionales que terminaron en una tragedia que aún hoy genera misterio y controversia.
Entre los nombres que han surgido en torno a su asesinato, destaca el de Jorge Vargas, ex esposo de Lupita D’Alessio y comandante de seguridad pública en aquel entonces.
En este artículo exploramos la compleja relación entre ambos y las circunstancias que rodearon la muerte violenta de “El Pirulí”.
Tanto Jorge Vargas como Víctor Yturbe comenzaron sus carreras artísticas aproximadamente al mismo tiempo, pero desde el principio no se llevaron bien.
Víctor, conocido por su personalidad extrovertida y su fama de “bocón”, presumía abiertamente de su dinero y sus conquistas, lo que molestaba profundamente a Jorge Vargas, quien en ese momento atravesaba una etapa complicada en su vida laboral y personal.
Mientras “El Pirulí” mostraba un estilo ostentoso, con cadenas de oro, autos lujosos y propiedades, Jorge Vargas vivía una etapa más apagada, con su esposa Lupita D’Alessio siendo la principal proveedora económica de la familia.
Esta diferencia en sus situaciones generó tensiones que se agravaron con el tiempo.
Uno de los puntos más álgidos en esta historia fue el intento de Víctor Yturbe de conquistar a Lupita D’Alessio, esposa de Jorge Vargas.
Se dice que “El Pirulí” no solo le hizo insinuaciones a Lupita, sino que incluso le sugirió que dejara a Jorge, argumentando que él la trataba mejor y que era quien realmente la sostenía.
Este acto fue la gota que derramó el vaso para Jorge Vargas, quien reaccionó con furia ante la intromisión en su matrimonio.
Aunque Lupita finalmente dejó a Jorge, no fue por Víctor, sino por un futbolista famoso, Jorge Reynoso.
Sin embargo, el daño a la relación y la reputación de Jorge Vargas ya estaba hecho, y su situación personal y laboral se deterioró aún más.
Víctor Yturbe no tenía filtro y durante sus shows no dudaba en hacer bromas pesadas, muchas veces dirigidas a Jorge Vargas, lo que aumentó la animadversión entre ambos.
Estas burlas públicas y la tensión acumulada hicieron que Jorge buscara confrontar a Víctor, aunque nunca logró hacerlo en persona debido a las giras del cantante.
Este odio acumulado y los celos personales se convirtieron en parte del trasfondo de la tragedia que luego sacudiría al mundo del espectáculo mexicano.
El 28 de noviembre de 1987, Víctor Yturbe fue asesinado a balazos en su casa en Atizapán de Zaragoza, Estado de México.
La brutalidad del ataque y el hecho de que Jorge Vargas fuera el primero en llegar a la escena del crimen levantaron sospechas inmediatas.
Se rumoró que Jorge Vargas podría haber sido el autor intelectual o material del asesinato, aunque él siempre negó cualquier implicación hasta su muerte.
La investigación se vio enturbiada por la supuesta manipulación de la escena del crimen, incluyendo la desaparición de pruebas importantes.
Además, se especuló que la esposa de Víctor podría haber estado involucrada, incluso que habría contado con la complicidad de Jorge Vargas.
Existen múltiples versiones sobre las causas reales del asesinato de Víctor Yturbe.
Algunas apuntan a que tenía deudas de juego con personas peligrosas, mientras que otras sugieren que su relación con una mujer casada, esposa de un político poderoso, pudo haber provocado su ejecución.
También se mencionó que Víctor acumulaba riquezas que no cuadraban con sus ingresos como cantante, lo que llevó a sospechas sobre actividades ilícitas.
Su estilo de vida ostentoso, con propiedades, autos de lujo, un globo aerostático y una avioneta, contrastaba con la crisis económica del país en ese momento.
Incluso se involucró al comediante Manuel “El Loco” Valdés en la trama, debido a conflictos personales relacionados con Verónica Castro, actriz con quien Víctor tuvo un romance y a quien apoyó económicamente en sus primeros años de carrera.
Tras su asesinato, la música de “El Pirulí” desapareció misteriosamente de las emisoras de radio y la prensa evitó hablar del caso, como si existiera un pacto de silencio.
Su funeral fue multitudinario, con la presencia de grandes figuras del espectáculo, pero nadie quiso dar declaraciones públicas sobre el asesinato.
La familia de Víctor vendió rápidamente la casa donde ocurrió el crimen y desapareció del ojo público, lo que dificultó aún más el esclarecimiento de los hechos.
La relación entre Jorge Vargas y Víctor Yturbe estuvo marcada por la rivalidad, los celos y las heridas personales que, según muchos, fueron el preludio de una tragedia anunciada.
Aunque nunca se comprobó la participación directa de Vargas en el asesinato, los rumores y sospechas han permanecido como parte del folclore del espectáculo mexicano.
Víctor Yturbe, “El Pirulí”, dejó un legado invaluable en la música romántica y el bolero, pero también una historia llena de intrigas que aún hoy despierta curiosidad y debate.
Su voz sigue viva en sus canciones, mientras que la verdad sobre su muerte parece haberse perdido en el tiempo.
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