Sandro Jacobe, nacido en Génova, Italia, el 14 de diciembre de 1951, fue uno de los cantantes románticos más emblemáticos de las décadas de los 70 y 80.
Su música, cargada de pasión y emociones profundas, sigue siendo un referente para los amantes del género romántico, tanto en Italia como en América Latina y otras partes del mundo.
Aunque su nombre pueda no ser tan conocido para las nuevas generaciones, sus canciones se han convertido en clásicos inolvidables que han trascendido el tiempo.
Desde pequeño, Sandro mostró una profunda conexión con la música.
A los cinco años, fue enviado al campo a vivir con sus abuelos, donde tuvo la oportunidad de escuchar y cantar junto a los campesinos que salían a trabajar cantando desde muy temprano.
Esta experiencia marcó su vida y le inculcó el amor por el canto y la guitarra, instrumento que aprendió gracias a un tío.
Durante su juventud, Sandro formó su primera banda y comenzó a tocar en bares de Liguria.
Sin embargo, como no lograba estabilidad económica con la música, tuvo que trabajar en varios oficios, desde camarero hasta vendedor de libros, mientras luchaba por consolidar su carrera artística.
Fue en 1971 cuando Sandro grabó su primera canción profesional, aunque sin éxito comercial.
No fue hasta que firmó con la discográfica CBS en 1974 que su carrera despegó realmente.
Su primer gran éxito fue “Señora mía”, una canción inspirada en un romance prohibido que vivió con una mujer mayor y casada.
Este tema lo catapultó a la fama, vendiendo más de 800,000 copias y posicionándose como un ícono de la música romántica.
![SANDRO GIACOBBE SARA' LA NOSTALGIA [AZZURRO 1982]](https://i.ytimg.com/vi/auhQ7etDlBA/hqdefault.jpg?sqp=-oaymwEmCOADEOgC8quKqQMa8AEB-AH-BIAC4AOKAgwIABABGHIgTCg2MA8=&rs=AOn4CLAvg-eA3RcSakxF4rq9QHpYPXoS1w)
El éxito de “Señora mía” fue solo el comienzo.
En 1975, lanzó “El jardín prohibido”, una canción que superó en popularidad a su primer éxito y que consolidó su lugar en la música italiana y latina.
Esta canción, inspirada en una historia personal de infidelidad, se convirtió en un himno para sus seguidores y le abrió las puertas a presentaciones en importantes festivales como La Góndola de Oro en Venecia, donde ganó el primer lugar en 1975.
Sandro no temía abordar temas polémicos en sus letras.
En 1976, presentó la canción “Los ojos de tu madre” en el festival de San Remo, que narraba la historia de un joven que se enamora de la madre de su novia, tema que causó revuelo pero también fascinación.
A pesar de no ganar el festival, la canción fue un éxito y fue adaptada al español con un nuevo título, “Amor, no te vayas”, alcanzando gran popularidad en España y América Latina.
Otro tema polémico fue “Bimba”, lanzado en 1977, que hablaba de una relación con una mujer muy joven.
Sandro confirmó en entrevistas que esta canción estaba basada en una experiencia real, lo que aumentó el interés y la controversia alrededor de su figura.
A mediados de los años 70, Sandro comenzó a grabar versiones en español de sus canciones, logrando un éxito rotundo en España y América Latina.
Temas como “El jardín prohibido” y “Señora mía” se convirtieron en clásicos del repertorio romántico en estos países, y fueron interpretados por numerosos artistas latinos.

Durante los años 80, aunque continuó produciendo música principalmente en italiano, sus canciones en español siguieron siendo muy populares.
Su estilo apasionado y su voz inconfundible conquistaron a públicos diversos, consolidando su legado como un referente de la balada romántica.
En los años 80, Sandro se casó y tuvo dos hijos, aunque su matrimonio terminó en divorcio.
A pesar de los altibajos personales, siguió dedicándose a la música y participó en numerosos festivales y giras, especialmente en Europa y América Latina.
En 2015, fue diagnosticado con cáncer de próstata, enfermedad que enfrentó con valentía sin dejar de presentarse en conciertos.
En 2020, realizó una gira por varios países latinoamericanos, incluyendo Costa Rica, donde su música es muy querida.
Finalmente, Sandro Jacobe falleció el 5 de diciembre de 2025, a pocos días de cumplir 76 años.
Su partida dejó un vacío en el mundo de la música romántica, pero su legado permanece vivo en sus canciones que siguen emocionando a nuevas generaciones.
Sandro Jacobe es recordado no solo por su voz y talento, sino también por la sinceridad y pasión que transmitía en cada canción.
Su música ha sido versionada por grandes artistas como Cristian Castro, Sergio Dalma, y Albano, entre otros, lo que demuestra la influencia perdurable de su obra.

Sus letras, muchas veces basadas en experiencias personales y situaciones controvertidas, lograron conectar con el público a un nivel profundo, haciendo de Sandro una figura única en la música italiana y latina.
Aunque su nombre pueda no ser tan familiar para algunos, las canciones de Sandro Jacobe son verdaderos clásicos que han marcado la historia de la música romántica.
Su voz, su estilo y su capacidad para contar historias de amor y pasión lo convierten en un artista inolvidable que seguirá vivo en el corazón de sus admiradores.
Gracias a su legado, Sandro Jacobe continúa siendo un símbolo de la música italiana romántica y un puente cultural entre Italia y América Latina, donde su música sigue sonando con la misma fuerza y emoción que hace décadas.