Marie Fredriksson, la icónica voz femenina del dúo sueco Roxette, dejó una huella imborrable en la música pop-rock mundial.
Su talento inconfundible y su voz soprano cautivaron a millones de fans alrededor del mundo, mientras que su historia personal de lucha contra una grave enfermedad mostró su fortaleza y resiliencia.
Este artículo repasa su trayectoria artística, los éxitos que alcanzó junto a Per Gessle, y la dura batalla contra el cáncer que marcó el final de su carrera y su vida.
Marie Fredriksson nació en 1958 en la provincia de Escania, Suecia, siendo la menor de cinco hermanos.
Desde pequeña, mostró una gran pasión por la música, influenciada por su padre, quien cantaba y tocaba diversos instrumentos en el hogar.
Su talento vocal y artístico se fue desarrollando con el tiempo, y para 1981 ya formaba parte de varias bandas locales como Strul y MaMas Barn, además de trabajar en jingles publicitarios.
En 1986, su carrera dio un giro decisivo cuando se unió con Per Gessle para formar Roxette, un dúo que combinaba su voz soprano con la tesitura tenor de Gessle, creando un sonido único dentro del pop-rock sueco.
Su nombre artístico proviene de una canción de Dr. Feelgood, y pronto se convirtieron en una de las bandas más importantes y reconocidas de Suecia.
El éxito internacional de Roxette llegó en 1989 gracias a la difusión de su sencillo “The Look”.
Un estudiante de intercambio estadounidense llamado Dean Cushman llevó el disco a su país y logró que una emisora de radio lo reprodujera, catapultando a la banda al estrellato en Estados Unidos.
La canción alcanzó el número uno en el Billboard Hot 100, siendo una de las primeras canciones escandinavas en lograrlo.
A partir de ese momento, Roxette se consolidó como un fenómeno global, con varios hits que dominaron las listas de éxitos en más de 30 países.
Canciones como “Listen to Your Heart”, que formó parte de la banda sonora de la película “Pretty Woman”, vendieron millones de copias y se convirtieron en himnos románticos de una generación.
En 1991, lanzaron el álbum “Joyride”, otro éxito rotundo que incluyó temas como la canción homónima y “Fading Like a Flower”.
La banda vendió más de 30 millones de discos en pocos años y fue la primera banda de origen anglosajón en grabar un MTV Unplugged, un logro significativo que evidenció su impacto y popularidad.
En 2002, la vida de Marie Fredriksson dio un giro inesperado y trágico.
Durante una gira en Bélgica, comenzó a sentir un cansancio extremo y náuseas.
Poco después, sufrió un ataque epiléptico severo que le causó una fractura de cráneo y la llevó a ser hospitalizada de urgencia.
Tras varios estudios, los médicos le diagnosticaron un tumor cerebral, una noticia devastadora que cambió su vida para siempre.
El diagnóstico se anunció el 11 de septiembre de 2002, y desde ese momento Marie y su familia enfrentaron una dura lucha contra la enfermedad.
La prensa acosó a la familia, filtrando información y generando una presión constante que afectó profundamente a Marie, su esposo Michael Bolyos y sus dos hijos.
El tratamiento fue largo y agotador.
Marie perdió la visión en un ojo, sufrió problemas motores, dificultades para hablar y recordar palabras, y tuvo que usar silla de ruedas durante un tiempo debido a la pérdida del equilibrio.
A pesar de estas dificultades, su espíritu y fe la ayudaron a sobrellevar los momentos más oscuros.
En 2004, lanzó el álbum “The Change”, donde volcó su dolor y experiencia en letras profundas y emotivas.
También se dedicó a la pintura, encontrando en el arte una forma de terapia y expresión que la ayudó a sanar emocionalmente.
Aunque logró recuperarse parcialmente y volvió a los escenarios en 2016 para celebrar los 30 años de Roxette, la enfermedad regresó con fuerza, obligándola a retirarse definitivamente de la música.
Su última presentación fue emotiva, reflejando su coraje y amor por la música a pesar de las adversidades.
Marie Fredriksson falleció el 9 de diciembre de 2019, tras 17 años de lucha contra el cáncer.
Su muerte fue anunciada por su manager, quien destacó la tristeza de perder a una de las artistas más grandes de Suecia y del mundo.
Su legado musical incluye 11 álbumes de estudio y 12 recopilaciones, con ventas que superan los 75 millones de discos en todo el mundo.
Además, su historia de amor, resiliencia y lucha ha inspirado a millones de personas que vieron en ella un ejemplo de fortaleza y esperanza.
Su compañero de banda, Per Gessle, expresó su profundo dolor y agradecimiento por haber compartido tantos años de música y amistad con Marie, recordándola como la voz que pintó sus canciones con los colores más bellos.
Marie Fredriksson no solo fue una cantante excepcional, sino también una mujer valiente que enfrentó la adversidad con dignidad y esperanza.
Su música sigue viva en el corazón de sus fans, y su historia es un testimonio del poder del arte y la familia para superar incluso los momentos más difíciles.
Aunque Roxette ya no está activo, la memoria de Marie perdura como un faro de inspiración para nuevas generaciones de artistas y admiradores.
Su vida y obra son un legado que trasciende el tiempo y las circunstancias, recordándonos que, incluso en la oscuridad, la luz del talento y la esperanza puede brillar con fuerza.
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