La vida del icónico Freddie Mercury no solo estuvo marcada por su talento musical y éxito como líder de Queen, sino también por una relación profunda y única con Mary Austin, su ex prometida y confidente.
Su historia de amor y amistad trascendió el tiempo y las adversidades, convirtiéndose en uno de los vínculos más memorables de la vida del cantante.
Este artículo repasa esa conexión especial, destacando los momentos clave de su relación y el impacto que tuvo en ambas vidas.
Mary Austin nació en 1951 y, a pesar de haber llevado una vida alejada de los reflectores, su vínculo con Freddie Mercury la convirtió en una figura fascinante para los seguidores de Queen.
Su discreción y lealtad la mantuvieron como una presencia constante en la vida de Mercury, incluso después de su separación como pareja.
La historia entre Freddie y Mary comenzó en 1969, cuando ambos se conocieron en Londres.
En ese momento, Freddie era un artista en ascenso, lleno de sueños y ambiciones.
La conexión entre ellos fue inmediata, y pronto comenzaron una relación que se fortaleció con el tiempo.
A medida que Queen alcanzaba el éxito internacional, Freddie pidió matrimonio a Mary.
Aunque nunca llegaron al altar, este gesto marcó un punto crucial en su relación.
A pesar de las diferencias y los desafíos, el respeto y la admiración mutua se mantuvieron intactos.
Con el ascenso de Queen al estrellato, la vida de Freddie Mercury cambió drásticamente.
En medio de este proceso, Freddie reveló a Mary su homosexualidad, lo que marcó el fin de su relación romántica.
Sin embargo, lejos de alejarse, su amistad se fortaleció aún más.
Freddie describió a Mary como el amor de su vida, afirmando que nadie podría reemplazarla.
Este vínculo especial continuó siendo una constante en su vida, convirtiéndola en su confidente y compañera en los momentos más difíciles.
Cuando Freddie Mercury falleció en 1991, dejó a Mary Austin la mayor parte de su patrimonio, incluyendo su icónica mansión en Londres, conocida como Garden Lodge.
Esta decisión reflejó la importancia de Mary en su vida y su confianza inquebrantable en ella.
Mary, quien aún reside en esa casa, ha manejado con responsabilidad la herencia de Freddie, incluyendo la venta de algunas de sus pertenencias personales.
Los ingresos obtenidos han sido destinados a apoyar fundaciones benéficas, perpetuando el espíritu generoso del cantante.
En 2018, la película **“Bohemian Rhapsody”** no solo revitalizó el legado de Queen, sino que también destacó el papel crucial de Mary Austin en la vida de Freddie Mercury.
La película permitió a las nuevas generaciones conocer su historia y aportó ingresos adicionales a Mary, de acuerdo con los términos del testamento de Freddie.
A lo largo de los años, han salido a la luz aspectos menos conocidos de la vida de Freddie Mercury que reflejan su personalidad compleja y fascinante.
Por ejemplo, su pasión por coleccionar sellos, su naturaleza introspectiva, sus inseguridades al tocar el piano en público y su colaboración fallida con Michael Jackson.
Estos detalles añaden profundidad a la imagen de un artista que siempre buscó la perfección.
La relación entre Freddie Mercury y Mary Austin es un testimonio de amor y amistad que trascendió los límites tradicionales.
A pesar de los desafíos y las diferencias, ambos compartieron una conexión que nunca se rompió.
En palabras de Freddie, “todos mis amantes me han preguntado por qué no pueden reemplazar a Mary, pero es simplemente imposible”.
Mary, quien ahora tiene 73 años, ha hablado en contadas ocasiones sobre su relación con Freddie, manteniéndose fiel a su naturaleza reservada.
Sin embargo, su testimonio es un recordatorio del impacto que tuvieron el uno en la vida del otro y de cómo su amistad se mantuvo sólida hasta el último momento.
La historia de Freddie Mercury y Mary Austin es un reflejo del amor incondicional, la lealtad y la amistad verdadera.
Más allá del éxito musical y la fama, Freddie encontró en Mary un apoyo constante y una fuente de fortaleza en los momentos más difíciles.
A través de su legado musical, su conexión sigue siendo una inspiración para millones de personas, recordándonos que las relaciones profundas y auténticas pueden superar cualquier obstáculo.
En el corazón de esta historia se encuentra un vínculo que, aunque comenzó como un romance, evolucionó hacia una amistad que perdura como uno de los aspectos más entrañables del legado de Freddie Mercury.