Ryan Reynolds es conocido por su carisma, humor y una imagen impecable en la industria del entretenimiento.
Sin embargo, recientes filtraciones y un conflicto con el actor y director Justin Baldoni han puesto en duda su verdadera personalidad.
Detrás de la sonrisa de Deadpool, parece esconderse un hombre controlador y dispuesto a usar su influencia para salirse con la suya.
Todo comenzó con la película It Ends With Us, protagonizada por Blake Lively y Justin Baldoni.
Según documentos filtrados, Reynolds no quería que su esposa trabajara con Baldoni, temiendo una posible conexión entre ellos.
Lo que comenzó como una inseguridad personal terminó en una serie de maniobras para frenar la producción, modificar fechas de rodaje y ejercer presión sobre ejecutivos.
Cuando esto no funcionó, Reynolds habría intentado desacreditar a Baldoni en Hollywood, sembrando rumores sobre su comportamiento profesional.
Uno de los movimientos más impactantes fue su intento de obligar a Baldoni y a los estudios a firmar un comunicado que lo responsabilizara de los problemas en la producción.
Este esfuerzo por proteger la imagen de Blake Lively y la suya propia fue visto como un intento desesperado de manipulación.
El escándalo escaló cuando Baldoni decidió llevar el conflicto a la luz pública, presentando una demanda y filtrando mensajes privados donde se evidenciaba la presión ejercida por Reynolds.
Esta decisión sacudió Hollywood, afectando la imagen pública del actor, que hasta ahora era considerado uno de los más queridos del cine.
Las revelaciones también han salpicado a Blake Lively, quien en un principio intentó presentarse como una víctima en la situación.
Sin embargo, los mensajes muestran que tuvo un papel clave en las decisiones que tomaba su esposo.
La pareja, que hasta ahora era vista como un matrimonio perfecto, ha quedado en el ojo del huracán.
No es la primera vez que se habla del comportamiento controlador de Reynolds.
Su matrimonio con Scarlett Johansson (2008-2011) estuvo marcado por tensiones similares.
Johansson dejó entrever en entrevistas que la relación estaba llena de resentimiento y competencia, especialmente porque en ese momento su carrera era más exitosa que la de su entonces esposo.
Otro nombre que ha surgido en este conflicto es el de Taylor Swift.
La cantante ha sido amiga cercana de Lively y Reynolds durante años, pero en las últimas semanas se ha notado un distanciamiento.
Swift, quien cuida meticulosamente su imagen pública, podría estar tomando medidas para no verse involucrada en el escándalo.
El impacto de esta controversia aún está por verse, pero si siguen saliendo pruebas, la carrera de Reynolds podría tambalear.
En Hollywood, la percepción pública es clave, y cuando la narrativa cambia, las consecuencias pueden ser devastadoras.
¿Estamos viendo el principio del fin para el hombre que parecía tenerlo todo bajo control?
