A los 66 años, Debbie Rowe, la exesposa de Michael Jackson y madre de sus dos primeros hijos, ha roto su silencio, dejando al mundo conmocionado con sus declaraciones sobre su relación con el icónico cantante.
A pesar de que su matrimonio, que comenzó en 1996 y terminó en divorcio tres años después, ha sido objeto de especulaciones y rumores, Rowe ha decidido compartir su verdad.
Debbie Rowe y Michael Jackson se conocieron en 1986 en la consulta del dermatólogo Dr.
Arnold Klein, donde Rowe trabajaba como asistente.
Jackson, que luchaba contra el lupus y el vitiligo, encontró en Rowe un apoyo médico y emocional.
Con el tiempo, su amistad se convirtió en algo más, aunque Rowe ha afirmado que su relación nunca fue sexual, sino más bien una transacción por la paternidad.
Rowe ha mencionado en varias entrevistas que accedió a casarse con Michael Jackson porque él deseaba ser padre y ella quería darle esa felicidad.
Para ella, era un honor ayudarlo a formar una familia, aunque siempre tuvo claro que su relación no era la de una pareja convencional.
Rowe confirmó que sus hijos, Michael Joseph Jackson Jr.
(Prince) y Paris Michael Katherine Jackson, fueron concebidos a través de inseminación artificial.
Ella explicó que el proceso fue “técnico” y que nunca hubo una relación romántica entre ellos.
A pesar de esto, surgieron rumores sobre el interés financiero de Rowe, lo que Jackson negó rotundamente, calificando tales afirmaciones como “falsas e irresponsables”.
A lo largo de los años, diversas teorías han surgido sobre la verdadera paternidad de los hijos de Michael Jackson.
Algunos han cuestionado si él era realmente su padre biológico, pero Rowe ha insistido en que él fue quien deseó tenerlos y quien los crió con amor y dedicación.
Tras su divorcio en 1999, Debbie Rowe recibió un acuerdo financiero considerable y se retiró de la vida pública.
Su decisión de ceder la custodia de sus hijos a Michael Jackson fue motivo de crítica, pero ella explicó que lo hizo porque sabía que él podía ofrecerles una mejor vida de la que ella podría darles.
Sin embargo, la muerte de Jackson en 2009 trajo de vuelta la atención sobre su vida y su relación con él.
Rowe enfrentó rumores dolorosos sobre la paternidad de sus hijos, que fueron desmentidos por su abogado, quien afirmó que ella es la madre biológica de Prince y Paris.
La vida de Debbie Rowe ha estado marcada por la lucha de su hija Paris con problemas de salud mental, incluyendo un intento de suicidio en 2013.
Durante el juicio por la muerte de Jackson, Rowe compartió su angustia por la situación de su hija, lo que reveló la complejidad de su relación.
A pesar de la distancia emocional durante los primeros años, Rowe ha trabajado para reconstruir su vínculo con Paris.
Desde la muerte de Jackson, Paris ha hablado abiertamente sobre su infancia y la presión de crecer bajo la sombra de un padre tan famoso.
Aunque tuvo una relación distante con su madre en su juventud, en los últimos años ambas han intentado fortalecer su vínculo y apoyarse mutuamente.
En 2016, Debbie Rowe fue diagnosticada con cáncer de mama y se sometió a quimioterapia.
Su hija Paris estuvo a su lado durante todo el proceso, reafirmando su relación.
Rowe ha hablado de la importancia de la familia y cómo la enfermedad la ha hecho más fuerte.
A pesar de los desafíos que ha enfrentado, Rowe ha demostrado ser una mujer resiliente.
En entrevistas recientes, ha expresado su gratitud por la vida y la oportunidad de haber sido madre de dos hijos maravillosos.
Aunque ha tenido que lidiar con críticas y juicios públicos, está en paz con sus decisiones y con el amor que ha dado a sus hijos.
Hoy en día, Debbie Rowe vive en un rancho de caballos en California, alejándose del ajetreo de Los Ángeles.
Asegura que está en remisión y que su vida ha tomado un rumbo más tranquilo.
Su relación con sus hijos ha mejorado, y ella apoya la carrera musical de Paris, quien se presenta con su banda, The Soundflowers.
Rowe ha encontrado consuelo en una vida sencilla, rodeada de la naturaleza y sus animales.
Dice que ya no siente la necesidad de justificar su pasado y que está enfocada en vivir el presente con gratitud.
La historia de Debbie Rowe y Michael Jackson es un recordatorio de las complejidades del amor, la fama y la maternidad.
A medida que Rowe comparte su verdad, el mundo observa con atención, reflexionando sobre el legado de Michael Jackson y el impacto que tuvo en la vida de aquellos que lo rodearon.
Debbie Rowe ha demostrado que, a pesar de las controversias y los desafíos, sigue adelante con dignidad.
Su historia es una prueba de que la maternidad adopta muchas formas y de que el amor de una madre no se mide por la cantidad de tiempo que pasa con sus hijos, sino por la intención y el corazón que pone en ellos.
¿Qué opinas sobre la relación de Debbie Rowe con Michael Jackson y su vida después de él? Deja tus comentarios abajo y no olvides suscribirte para más contenido exclusivo.
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