🕯️ Terror en Tamaulipas: Fiscalía Encuentra Cuerpos de Grupo Fugitivo Tras Ser Secuestrados por Criminales
En medio de la tensión que vive el estado de Tamaulipas por el constante enfrentamiento entre grupos del crimen organizado, la noticia del hallazgo de cuerpos pertenecientes al temido Grupo Fugitivo ha encendido las alarmas a nivel nacional.
La Fiscalía estatal confirmó que los cadáveres, localizados en una zona rural de difícil acceso entre Reynosa y Río Bravo, presentan claros signos de tortura y ejecución.
Todo indica que no murieron en un enfrentamiento con fuerzas del orden, sino que fueron secuestrados, interrogados y posteriormente asesinados por un cártel rival.
La escena, según los reportes forenses, es brutal: cuerpos mutilados, señales de haber sido amarrados y ejecutados a quemarropa, algunos con huellas de haber sido enterrados temporalmente antes de ser exhumados y exhibidos como una advertencia.
Esta masacre no solo confirma la existencia de una feroz lucha interna por el control del territorio, sino que también pone en evidencia que los códigos entre criminales están desapareciendo.
Ya no hay pactos ni lealtades.
Lo que hay es miedo, traición y una violencia que no da tregua.
Los cuerpos encontrados habrían pertenecido a una facción del Grupo Fugitivo que operaba como brazo armado en la zona norte del estado.
De acuerdo con fuentes extraoficiales, esta célula había comenzado a moverse de manera autónoma, desobedeciendo órdenes del grupo mayor al que servían originalmente.
Ese acto de independencia habría sido interpretado como traición por los altos mandos del crimen organizado, lo que desencadenó su brutal eliminación.
“Esto fue una limpieza interna, una purga.
El mensaje es claro: nadie se sale del guion sin pagar el precio”, comentó un analista de seguridad.
La Fiscalía de Tamaulipas informó que las investigaciones continúan y que ya hay perfiles genéticos en proceso de comparación para identificar plenamente a todos los cuerpos.
Aunque no se han dado nombres públicamente, familiares de presuntos miembros del Grupo Fugitivo ya han acudido al Servicio Médico Forense en busca de respuestas.
Las autoridades han montado un fuerte operativo de vigilancia en los alrededores del hallazgo, anticipando posibles represalias o intentos de encubrimiento.
Este hecho no solo reconfigura el panorama del crimen organizado en Tamaulipas, sino que también plantea una inquietante pregunta: ¿cuántas más de estas “ejecuciones silenciosas” están ocurriendo sin que la opinión pública se entere? El hallazgo pone en evidencia el grado de poder que ciertos cárteles han alcanzado, al punto de poder secuestrar, torturar y eliminar células enteras sin que ninguna autoridad los intercepte.
Y lo más grave: que solo se sepa cuando los cadáveres aparecen.
Los expertos en inteligencia criminal aseguran que lo ocurrido es una clara muestra de fracturas internas dentro del ecosistema narco de la región.
Estas purgas no son nuevas, pero la forma en que se realizó esta, con tal nivel de brutalidad y exposición, parece más un mensaje que una simple represalia.
“Es un ajuste de cuentas, pero también una advertencia para los que están pensando en cruzar la línea”, señalan fuentes cercanas al caso.
Por su parte, la ciudadanía de Reynosa y alrededores ha reaccionado con una mezcla de miedo e indignación.
Muchos habitantes aseguran que sabían que algo “grande” estaba ocurriendo, por el aumento del patrullaje militar y los bloqueos informales en caminos rurales.
Lo que nadie esperaba era que todo terminara con una matanza de esta magnitud.
En redes sociales, la etiqueta #ReynosaEnAlerta comenzó a circular con fuerza, mientras usuarios compartían imágenes del operativo forense y exigían protección inmediata para las zonas cercanas.
Mientras tanto, el gobierno estatal ha optado por el silencio mediático, limitándose a confirmar los hechos sin ofrecer mayores detalles.
Algunos legisladores han exigido que se transparente la información y se informe con claridad si hay colusión entre cuerpos de seguridad locales y los grupos criminales responsables.
Porque, como muchos temen, esta no fue una simple ejecución entre criminales.
Fue una operación planificada, impune y simbólica… y lo que representa podría ser solo el inicio de algo aún más peligroso.
El Grupo Fugitivo, que durante años sembró el terror en Reynosa y otras ciudades, está ahora bajo tierra.
Pero lo que queda en el aire es un mensaje estremecedor: en Tamaulipas, el crimen se está devorando a sí mismo… y lo hace en silencio, a la sombra, sin que nadie pare la masacre.