Maribel Guardia culpa a Imelda por la muerte de Julián Figueroa
Cuando el mundo del espectáculo aún no se recupera del doloroso fallecimiento de Julián Figueroa, hijo de Maribel Guardia y del icónico Joan Sebastian, un nuevo giro ha sacudido por completo la narrativa pública.
Maribel, quien durante meses se había mostrado fuerte, serena y agradecida por el apoyo recibido, ha roto el silencio con una declaración inesperada: culpa directamente a Imelda, esposa de Julián, por su trágica muerte.
Sus palabras han dejado atónitos tanto a los seguidores del joven cantante como a los medios que seguían la historia con respeto y cautela.
Durante una reciente entrevista con un medio nacional, Maribel Guardia, visiblemente afectada y con la voz entrecortada, decidió hablar desde el corazón.
Según explicó, había guardado silencio por respeto a la familia, por amor a su nieto y para evitar más dolor público.
Pero después de reflexionar durante meses, asegura que no puede seguir callando lo que realmente siente: “Mi hijo murió de tristeza, y no fue solo por el estrés o el trabajo, fue por el abandono emocional que sufrió en su propia casa.”
Maribel relata que, en los últimos meses de vida de Julián, él ya mostraba señales de agotamiento emocional.
“Lo veía apagado, confundido, como si estuviera perdiendo el rumbo.
Yo intentaba hablar con él, pero muchas veces me respondía con evasivas.Después entendí que no se sentía apoyado en su propio hogar.”
Estas palabras no fueron lanzadas al azar.
Guardia afirmó que, según conversaciones privadas con su hijo, él se sentía profundamente solo, incluso cuando estaba acompañado.
Las declaraciones se tornaron aún más intensas cuando Maribel detalló una serie de episodios que, según ella, reflejan el deterioro de la relación entre Julián e Imelda.
“No voy a entrar en detalles por respeto a mi nieto, pero sí diré que hubo discusiones constantes, indiferencia, y una falta total de sensibilidad hacia la salud emocional de Julián.
Él pedía ayuda a gritos, pero nadie lo escuchaba.”
En redes sociales, los comentarios no se hicieron esperar.
Algunos defendieron a Maribel, argumentando que una madre siempre siente y sabe cuándo su hijo no está bien, y que muchas veces el entorno cercano puede ser el detonante de una crisis.
Otros, sin embargo, salieron en defensa de Imelda, asegurando que ella también había sufrido profundamente la pérdida, y que señalarla públicamente solo añade más dolor a una tragedia ya devastadora.
Uno de los puntos más delicados en el testimonio de Maribel fue cuando recordó un día específico, dos semanas antes del fallecimiento de Julián.
Según cuenta, su hijo llegó a su casa sin avisar, se sentó en el sillón y, después de un largo silencio, le dijo: “Mamá, me siento invisible en mi propia vida.”
Maribel dijo que esas palabras le helaron la sangre.
“Yo lo abracé, le preparé café, hablamos por horas… pero ahora siento que no fue suficiente.
Y eso me va a doler el resto de mi vida.”
Desde que Julián Figueroa falleció, la familia ha intentado mantener un perfil bajo.
Las pocas veces que Imelda ha hablado con los medios ha sido para agradecer las muestras de cariño y pedir respeto.
Hasta ahora, ella no ha respondido públicamente a las acusaciones de Maribel, pero fuentes cercanas aseguran que se encuentra “devastada” por las declaraciones.
Una amiga de la familia afirmó que Imelda considera que estas palabras son injustas y que en ningún momento abandonó a Julián, aunque reconoce que su relación no estaba en el mejor momento.
Algunos especialistas en salud mental han intervenido en el debate, explicando que en muchas ocasiones, las personas que enfrentan trastornos emocionales o depresivos no siempre muestran señales claras, y que culpar a una sola persona puede ser una reacción impulsiva del duelo.
Sin embargo, también han señalado que el entorno cercano juega un papel crucial en el estado emocional de un individuo, y que las dinámicas de pareja sí pueden influir profundamente en la estabilidad de alguien que ya se encuentra vulnerable.
Maribel Guardia, por su parte, ha dejado claro que su intención no es causar más dolor, pero que necesitaba liberar lo que llevaba tiempo guardando.
“Yo no estoy buscando venganza ni juicio.
Solo quiero que se sepa que mi hijo merecía más amor, más comprensión y más apoyo.
Y que si alguien hubiera estado realmente ahí, tal vez hoy estaría vivo.”
En medio de esta situación tensa y cargada de emociones, lo que más preocupa a muchos es el bienestar del pequeño José Julián, hijo de Julián e Imelda.
El niño, quien ha sido resguardado por ambas familias, es el lazo que aún une a dos mundos que ahora parecen más distantes que nunca.
Maribel aseguró que seguirá siendo una figura presente en la vida de su nieto, sin importar lo que pase.
“Él es lo más importante que nos dejó Julián.
Y voy a hacer todo por protegerlo, por llenarlo de amor y por contarle quién fue su papá realmente.”
El caso de Julián Figueroa se ha convertido no solo en una tragedia familiar, sino en un recordatorio de los silencios que matan, de las heridas invisibles y de lo frágil que puede ser la salud emocional en un mundo tan demandante como el del espectáculo.
Las declaraciones de Maribel Guardia, lejos de cerrar el capítulo, han abierto nuevas heridas, nuevas preguntas y una ola de reacciones encontradas que probablemente seguirán resonando por mucho tiempo.
Mientras tanto, los seguidores del cantante continúan recordando su música, su voz y ese espíritu joven que parecía tener tanto por ofrecer.
El dolor de su madre es el eco de miles de padres que han perdido a sus hijos, y aunque sus palabras dividen opiniones, es innegable que surgen desde el rincón más desgarrador del alma: el de una madre rota por la pérdida.