La caída de Menio 3: Harfuch revela la verdad detrás del CJNG
La reciente captura de un hombre identificado como “Menio 3”, presunto operador clave del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), ha puesto nuevamente los reflectores sobre la estructura de uno de los grupos criminales más poderosos y violentos de México.
El secretario de Seguridad de la Ciudad de México, Omar García Harfuch, ofreció declaraciones contundentes sobre el papel que jugaba este personaje dentro del organigrama del cártel, revelando detalles inéditos que confirman el alcance y la sofisticación de esta organización.
Menio 3, cuyo nombre real aún no ha sido confirmado por las autoridades, fue detenido durante un operativo conjunto entre fuerzas federales y locales en el que participaron elementos de inteligencia militar y agentes encubiertos.
Su aprehensión no fue un hecho aislado.
Según explicó Harfuch, forma parte de una ofensiva mucho más amplia para desmantelar la red de distribución de drogas, extorsión y lavado de dinero que el CJNG ha desarrollado no solo en Jalisco, sino en otras entidades del país, incluyendo la Ciudad de México.
Durante la rueda de prensa, Harfuch fue claro al afirmar que Menio 3 era uno de los enlaces más importantes entre las células operativas del cártel en el occidente del país y los distribuidores en la capital.
Este individuo, conocido por su habilidad para mantener un bajo perfil, fungía como coordinador logístico y financiero, además de estar involucrado en la operación de laboratorios clandestinos, transporte de armamento y rutas de trasiego hacia la frontera norte.
Uno de los datos más alarmantes que reveló el titular de Seguridad fue que Menio 3 tenía a su cargo una red de sicarios con entrenamiento militar y acceso a equipo táctico de última generación.
De acuerdo con las investigaciones, utilizaban vehículos modificados, drones para vigilancia y tecnología encriptada para evitar ser detectados por las fuerzas de seguridad.
El nivel de sofisticación con el que operaban ha sorprendido incluso a los expertos en seguridad, quienes advierten que el CJNG ha evolucionado hacia una organización con características casi paramilitares.
Además de su perfil logístico, Menio 3 estaba presuntamente involucrado en varios actos de violencia en estados como Michoacán, Guanajuato y Zacatecas, zonas que han sido escenario de enfrentamientos constantes entre células del CJNG y otros grupos rivales, como el Cártel de Sinaloa.
Harfuch señaló que su captura podría generar una desestabilización temporal dentro del cártel, pero advirtió que la estructura del mismo sigue siendo amplia y descentralizada, lo que dificulta su erradicación total.
La detención de este operador también ha permitido a las autoridades acceder a información clave sobre los movimientos financieros del cártel.
Según datos preliminares, el grupo habría utilizado empresas fachada y transferencias internacionales para lavar dinero en países como Colombia, Estados Unidos y algunos destinos europeos.
Las autoridades ya trabajan en conjunto con organismos internacionales para congelar cuentas, rastrear activos y arrestar a otros miembros vinculados a esta red global.
En su intervención, Harfuch también aprovechó para recalcar la necesidad de reforzar la coordinación entre los distintos niveles de gobierno y la importancia de continuar con labores de inteligencia más allá de los operativos visibles.
Admitió que el CJNG ha sabido infiltrarse en varias instituciones locales, incluyendo cuerpos policiales municipales y ciertas ramas de la administración pública, lo cual ha dificultado la tarea de persecución y justicia.
Los analistas de seguridad consultados coinciden en que la caída de Menio 3 representa un golpe estratégico, pero advierten que podría traer consecuencias violentas.
El historial del CJNG muestra que, ante capturas importantes, el grupo suele responder con actos intimidatorios o incluso ataques directos contra autoridades, como ya ocurrió en el atentado contra el propio Harfuch en 2020.
Por ello, se ha reforzado la seguridad en puntos clave de la capital y otras ciudades donde el cártel podría tener presencia activa.
La ciudadanía, por su parte, ha recibido la noticia con sentimientos encontrados.
Si bien muchos celebran que se haya logrado una detención de alto perfil, también existe temor por posibles represalias o recrudecimiento de la violencia.
En colonias de la Ciudad de México donde se han detectado células del cártel, vecinos han reportado movimientos extraños y aumento en la presencia de elementos de seguridad.
Esta operación, según dijo Harfuch, es solo una parte de una estrategia de mediano y largo plazo para debilitar al CJNG.
En los próximos meses, se esperan más detenciones, aseguramientos de propiedades, decomisos de armas y drogas, así como el cierre de rutas logísticas.
El objetivo es cortar todas las líneas de operación que aún mantienen activa la maquinaria criminal del grupo fundado por Nemesio Oseguera Cervantes, alias “El Mencho”.
La figura de Harfuch ha vuelto a ganar protagonismo tras este golpe.
Reconocido por su firmeza y experiencia en temas de seguridad, muchos lo ven como una pieza clave en la lucha contra el crimen organizado en el país.
A pesar del riesgo personal que representa encabezar esta guerra, el funcionario ha reiterado su compromiso con la ciudadanía y ha hecho un llamado a confiar en las instituciones.
Mientras tanto, Menio 3 permanece bajo custodia en un penal de alta seguridad, a la espera de que se formalicen las acusaciones en su contra.
Se le imputan delitos que van desde delincuencia organizada y narcotráfico, hasta homicidio y lavado de dinero.
Su testimonio podría abrir la puerta a nuevas investigaciones y detenciones.
Y si bien el CJNG sigue siendo una amenaza seria, su caída representa una pequeña pero significativa grieta en la estructura de uno de los cárteles más temidos del país.
