Juego de Voces 2025: resumen del programa 3 – Mijares llora por su papá
La tercera entrega del exitoso reality Juego de Voces 2025 volvió a conmover al público con una noche cargada de emoción, talento y momentos que quedarán grabados en la memoria colectiva de los televidentes.
Lo que parecía ser una gala más dentro de esta competencia familiar de generaciones musicales, se transformó en un homenaje íntimo y profundamente emotivo cuando Manuel Mijares no pudo contener las lágrimas al recordar a su padre.
El programa, conducido por Angélica Vale, inició como es habitual con energía y sonrisas.
Las familias de cantantes, divididas entre “Consagrados” y “Herederos”, presentaron temas que iban desde baladas clásicas hasta ritmos más modernos, demostrando no solo talento sino también complicidad y amor por la música.
Sin embargo, la emoción se apoderó del escenario cuando llegó el turno de Mijares, quien eligió interpretar un tema que, según sus propias palabras, “tenía guardado en el corazón”.
Antes de subir al escenario, el intérprete de “Soldado del amor” compartió en cámara un testimonio breve pero poderoso.
Con voz quebrada, explicó que la canción que estaba a punto de cantar era una dedicatoria especial para su padre, quien falleció hace varios años y a quien nunca pudo homenajear públicamente como hubiera querido.
“Mi papá fue un hombre discreto, fuerte, el tipo de persona que no necesitaba hablar mucho para que uno supiera lo que sentía.
Y aunque ya no está, hoy siento que por fin le canto con el alma”, expresó.
Al sonar las primeras notas, el silencio se apoderó del set.
Los demás participantes, el jurado y el público presente quedaron enmudecidos ante la intensidad emocional de la interpretación.
Mijares, de pie en medio del escenario, cerró los ojos por momentos mientras cantaba, dejando ver que no se trataba solo de una presentación más, sino de un acto profundamente personal.
Y aunque intentó mantenerse fuerte, sus ojos se llenaron de lágrimas al finalizar el tema.
La reacción no se hizo esperar.
El jurado, conformado por figuras de peso como Ricardo Montaner, Natalia Jiménez y Jesús Navarro, se puso de pie para aplaudirlo, visiblemente conmovidos.
Montaner tomó la palabra y, con la voz entrecortada, dijo: “Lo que acabamos de ver no es solo una muestra de talento, es una muestra de humanidad.
Gracias, Manuel, por compartir algo tan íntimo con todos nosotros”.
Pero no todo fue llanto.
También hubo momentos alegres y llenos de orgullo familiar.
Lucerito Mijares, hija de Lucero y Mijares, brilló con una interpretación explosiva que desató la ovación del público.
Su carisma natural, frescura en el escenario y potente voz la han convertido en una de las favoritas del público desde el primer programa.
La joven volvió a demostrar que no necesita apellidos para destacar: tiene luz propia.
Otro momento destacado de la noche fue protagonizado por Francisco Céspedes y su hijo, quienes sorprendieron con una versión moderna y estilizada de un clásico cubano.
La fusión entre generaciones logró un equilibrio perfecto, y los aplausos no tardaron en llegar.
También hubo presentaciones inolvidables de Raúl Sandoval y su hija, así como de Alicia Villarreal, quien dejó claro por qué sigue siendo una figura esencial del regional mexicano.
El formato del programa, que apuesta por la emoción y la conexión familiar a través de la música, ha encontrado un público fiel que celebra tanto las historias personales como la calidad artística.
Y si algo dejó claro este tercer programa, es que Juego de Voces no solo es una competencia, es también una plataforma donde las emociones verdaderas tienen un lugar protagónico.
Detrás de cámaras, se pudo ver a Mijares abrazado por sus compañeros, quienes lo felicitaron por la valentía de haber expuesto su dolor y rendido homenaje a su padre de una forma tan auténtica.
Lucero también se acercó a él visiblemente emocionada, confirmando una vez más la relación respetuosa y cercana que ambos mantienen a pesar de estar separados desde hace años.
El hashtag #JuegoDeVoces se convirtió en tendencia nacional durante toda la emisión.
Usuarios en redes sociales destacaron la presentación de Mijares como uno de los momentos más emotivos del reality hasta ahora.
“Verlo llorar fue como ver a un padre cantándole al cielo”, escribió una usuaria en X (antes Twitter).
Otros elogiaron la producción del programa por permitir que estos momentos tan humanos sucedan sin filtros ni ediciones innecesarias.
Mientras la competencia avanza, queda claro que Juego de Voces no solo es una vitrina para el talento de distintas generaciones, sino también un espejo emocional en el que millones de espectadores se ven reflejados.
La música conecta, une y, en noches como esta, también cura.
Con el alma expuesta, una canción a flor de piel y la memoria de un padre que sigue presente en su corazón, Manuel Mijares nos recordó por qué es uno de los artistas más queridos de Latinoamérica.
Y si bien en esta competencia se buscan ganadores, momentos como este demuestran que hay cosas que valen más que cualquier trofeo.
Una canción, un recuerdo, una lágrima.
Un homenaje que trascendió el escenario y tocó a todos.
