😱 Exterminan a los Sicarios del Grupo Fugitivo: El Cantante Cuenta Todo y Nadie Estaba Preparado para Escucharlo
La escena fue brutal, rápida y definitiva.
Los cuerpos de los presuntos asesinos del Grupo Fugitivo yacían en una carretera polvorienta del norte de México, acribillados con una precisión que solo deja una conclusión: esto no fue un enfrentamiento, fue una ejecución.
Pero lo que más conmocionó no fue el sangriento desenlace, sino lo que ocurrió después, cuando el vocalista del grupo rompió el silencio y habló por primera vez desde el atentado que cobró la vida de dos de sus compañeros.
El Grupo Fugitivo, conocido por sus temas de música regional cargados de fuerza y realismo, ha sido parte del movimiento que mezcla el corrido con narrativas de la vida del narco y la violencia cotidiana.
Su estilo crudo y sin censura les ganó miles de fans, pero también enemigos peligrosos.
El año pasado, en plena gira, el camión en el que viajaban fue emboscado.
Lo que se pensó inicialmente como un intento de robo se reveló rápidamente como un ataque premeditado.
Dos integrantes murieron en el acto, mientras otros tres resultaron gravemente heridos.
El vocalista, cuyo nombre se reserva por seguridad, sobrevivió milagrosamente tras recibir un disparo en el brazo.
Durante meses, el cantante se mantuvo en silencio.
Su cuenta de redes sociales quedó congelada, las presentaciones se cancelaron y el grupo prácticamente desapareció del radar.
Pero la historia tomó un giro inesperado esta semana, cuando autoridades locales confirmaron que los presuntos responsables del ataque fueron localizados y eliminados en un operativo no oficial.
Las circunstancias exactas del operativo siguen siendo un misterio: no hubo órdenes de aprehensión visibles, no se identificaron a los agentes responsables y no se emitieron comunicados oficiales.
Sin embargo, fuentes cercanas al caso aseguran que la eliminación de los asesinos fue parte de una “limpieza silenciosa” orquestada desde lo más alto del crimen organizado.
Fue entonces cuando el vocalista del Grupo Fugitivo decidió hablar.
En una entrevista exclusiva, con el rostro cubierto y visiblemente afectado, soltó una bomba emocional: “Lo que pasó con mis compañeros no fue una casualidad.
Nos estaban advirtiendo.
El mensaje era claro: cállense o mueran”.
Afirmó que varias de sus canciones tocaron nervios muy sensibles dentro de ciertas organizaciones, y que ya habían recibido amenazas antes del ataque.
“Sabíamos que corríamos riesgos, pero no pensábamos que fueran a llegar tan lejos”, agregó.
Lo más perturbador fue su declaración sobre la reciente eliminación de los responsables: “No puedo decir quién lo hizo, pero fue alguien que sí tenía poder… mucho más del que nosotros teníamos.
Esto no fue justicia, fue venganza”.
El cantante no negó ni confirmó si el grupo había pedido ayuda a alguna organización para obtener represalias, pero su lenguaje corporal decía más que sus palabras.
También dejó claro que no volverán a interpretar los temas más controversiales: “Nos silenciaron una vez.
La próxima, no salgo vivo”.
Las redes sociales estallaron.
Fans del grupo exigieron justicia real, otros celebraron la “limpieza” como un acto de justicia poética.
Pero detrás del morbo y la emoción, quedó una verdad fría: en ciertas regiones, la ley ya no la dictan las instituciones, sino los códigos de la calle.
El Grupo Fugitivo, que alguna vez cantó sobre violencia como algo lejano, hoy lo vive en carne propia.
La música ya no es solo entretenimiento, es una sentencia.
Hoy, el vocalista vive en un lugar desconocido, con protección privada y sin planes de volver a los escenarios.
“Sobreviví, pero ya no soy el mismo.
Perdí amigos, perdí mi paz, y también perdí la fe en todo”, concluyó.
Su testimonio es un grito de advertencia para otros artistas que aún creen que pueden cantar sobre fuego sin quemarse.
La verdad que reveló no es solo suya, es una radiografía de un país donde la música puede costarte la vida… y donde la venganza no deja huellas, pero sí cicatrices imborrables.
