El regreso del amor eterno: lo que hizo Chris Pérez por Selena 31 años después dejó a todos sin palabras
Chris Pérez siempre fue el hombre en las sombras.
El guitarrista callado, el rebelde con el corazón tatuado por un amor que ni el tiempo ni la muerte pudieron borrar.
Cuando Selena fue asesinada el 31 de marzo de 1995, todo cambió.
El mundo perdió una estrella; él, perdió su razón de ser.
Durante años, Chris vivió atrapado entre la culpa, el silencio y la nostalgia.
Se retiró de los escenarios, evitó entrevistas y se refugió en la música como única forma de sobrevivir.
Pero ahora, a sus 55 años, el viudo de Selena ha vuelto a hablar.
Y lo que dijo ha dejado al mundo entero en shock.
A través de sus redes sociales, Chris publicó un video con un mensaje que en cuestión de horas se volvió viral: “Han pasado 31 años, pero para mí, sigue siendo ayer.
Este año decidí hacer algo que Selena siempre quiso…y que nunca pudimos cumplir juntos.
” La frase bastó para que el internet explotara.
Las teorías no tardaron en multiplicarse.
Algunos pensaban que lanzaría una canción inédita, otros creyeron que revelaría un secreto de su vida con Selena.
Pero lo que hizo fue mucho más íntimo y poderoso.
Chris viajó hasta Corpus Christi, Texas, al lugar donde todo comenzó.
Allí, frente a la estatua de bronce que honra a su amada, depositó una guitarra blanca, idéntica a la que ella le regaló el año en que se casaron en secreto.
En el mástil, grabó una sola palabra: Eterna.
No dio entrevistas, no buscó cámaras.
Solo se quedó allí, en silencio, mirando el mar, mientras los fanáticos que lo reconocieron rompían en llanto.
Al día siguiente, publicó una carta manuscrita que destrozó corazones.
“Selena me enseñó que el amor verdadero no termina con la muerte.
Durante años traté de olvidarla, pero no pude.
Hoy ya no quiero olvidar.
Quiero recordarla sin dolor, con la misma alegría que ella le dio al mundo.
Esta guitarra es mi promesa cumplida.
” Las palabras se difundieron como fuego.
Medios de México, Estados Unidos y Latinoamérica retomaron la noticia.
Las redes se llenaron de mensajes de apoyo, de fotos antiguas de la pareja, de lágrimas y nostalgia.
Muchos confesaron que, al ver a Chris otra vez vulnerable, sintieron como si la historia de amor de Selena y él volviera a latir.
Pero no todos reaccionaron con ternura.
Algunos criticaron su gesto, diciendo que buscaba atención o publicidad.
Chris no respondió.
Solo publicó una última frase que parecía dirigida a sus detractores: “El amor no necesita permiso.
” En realidad, este gesto era la culminación de una promesa silenciosa.
Amigos cercanos al músico revelaron que Selena y él soñaban con abrir una escuela de música para jóvenes de bajos recursos, algo que nunca lograron hacer.
Ahora, tres décadas después, Chris está cumpliendo ese sueño.
Anunció que está creando la Selena Music Foundation, una organización dedicada a apoyar a nuevos talentos latinos.
“Ella quería que la música siguiera viva.
Y eso haré.
” La noticia conmovió a todos.
Más allá del drama, más allá del dolor, el amor volvió a hablar.
En cada palabra, en cada nota, se siente que Chris sigue siendo ese joven que tocaba la guitarra para una chica con voz de ángel.
El tiempo pasó, pero la historia de ambos quedó suspendida en el aire, como una canción que nunca se termina.
En el fondo, tal vez Chris nunca dejó de hablar con ella.
Tal vez cada acorde que toca sigue siendo una conversación con su alma.
Y ahora, al cumplir aquella promesa que la muerte interrumpió, ha cerrado un ciclo.
Pero no uno de olvido, sino de eternidad.
Treinta y un años después, el mundo vuelve a recordar que Selena no se fue.
Vive en la música, en la memoria, y en los ojos de un hombre que, después de tanto dolor, al fin se atrevió a sonreír mirando al cielo.
Porque cuando Chris Pérez dejó aquella guitarra blanca sobre el suelo de Corpus Christi, no estaba despidiéndose.
Estaba diciendo lo que no pudo decir en 1995: “Selena, aún estás aquí.
”
