La VERDAD sobre el Che Guevara: El ÍDOLO que EJECUTABA Niños, Documentos lo PRUEBAN
Ernesto “Che” Guevara, una de las figuras más emblemáticas del siglo XX, conocido mundialmente como un revolucionario incansable y símbolo de lucha por la justicia social, ha sido venerado en muchos rincones del mundo, especialmente por los movimientos de izquierda.

Su imagen, con su icónica boina y mirada desafiante, se ha convertido en un símbolo de resistencia, idealismo y valentía.
Sin embargo, en las últimas décadas, nuevas investigaciones y documentos desclasificados han revelado aspectos oscuros de su vida y sus métodos durante la Revolución Cubana que han puesto en duda su estatus de mártir y héroe.
En este contexto, surge una pregunta perturbadora: ¿es posible que el Che, el ícono de la lucha, fuera también responsable de actos terribles durante su tiempo en el poder?
Una de las acusaciones más graves que ha surgido sobre Guevara es su implicación en ejecuciones masivas durante sus años como comandante en la Cuba revolucionaria, donde, según diversos documentos e informes históricos, habría ordenado y participado en la ejecución de personas jóvenes, incluso menores de edad, acusadas de traición o de colaborar con el régimen de Fulgencio Batista.

Documentos recientemente revelados, algunos provenientes de archivos oficiales cubanos y otros de testimonios de personas que estuvieron cerca de él, apuntan a que Guevara no solo llevó a cabo ejecuciones de “enemigos del pueblo”, sino que estas incluyeron a menores de edad.
El Che Guevara fue designado para dirigir la prisión de La Cabaña en La Habana tras el triunfo de la Revolución Cubana en 1959.
Durante ese tiempo, miles de personas fueron detenidas, y muchas de ellas, sin juicio justo, fueron ejecutadas bajo su mando.
De acuerdo con informes oficiales y relatos de testigos, Guevara se mostró firme en su decisión de aplicar la pena de muerte a aquellos que consideraba “traidores” a la revolución, sin importar su edad.

Esta postura le granjeó una imagen de severidad y justicia implacable, pero también lo colocó en el centro de críticas que han crecido con el paso de los años.
Según testimonios recopilados por historiadores y expertos en la Revolución Cubana, Guevara no solo fue responsable de ejecuciones de prisioneros adultos, sino que también autorizó la muerte de adolescentes acusados de ser “delatores” o de haber colaborado con la dictadura de Batista.
El testimonio de varios exrevolucionarios cubanos, algunos de los cuales lucharon junto a él, asegura que en algunos casos, las decisiones de ejecución no fueron tomadas después de un juicio legal, sino de manera arbitraria, como parte de la política de “justicia revolucionaria” que Guevara defendía.
En estos testimonios, se menciona que Guevara creía que cualquier posible traidor debía ser eliminado, sin importar su edad ni su posible arrepentimiento.
Uno de los documentos más reveladores que ha salido a la luz es una serie de informes internos escritos por oficiales del gobierno cubano en los que se describen las ejecuciones de niños y adolescentes.
En un documento fechado en 1960, Guevara es citado diciendo: “No podemos permitir que los traidores vivan, incluso si son jóvenes, porque si les damos una oportunidad de arrepentirse, podrían volver a las filas enemigas”.
Estas palabras, registradas por aquellos que estaban cerca de él, revelan una visión despiadada que contrasta con la imagen del revolucionario dispuesto a cambiar el mundo.
El caso más impactante involucra la ejecución de un grupo de jóvenes menores de 18 años que fueron acusados de espionaje y traición.
Los informes indican que estos adolescentes, que en su mayoría no superaban los 16 años, fueron ejecutados sin juicio previo ni defensa.
En uno de los testimonios más escalofriantes, un antiguo miembro de la administración cubana de la época asegura que, aunque muchos de los prisioneros eran menores, Guevara insistió en su ejecución para dar un ejemplo a la población y demostrar que no había lugar para la “traición” en la nueva Cuba.
Las ejecuciones bajo el mando de Guevara no fueron limitadas a los enemigos políticos de la Revolución Cubana, sino que también incluyeron a personas que podrían haber tenido vínculos con la dictadura anterior, sin una clara distinción entre combatientes y civiles.
Esta brutalidad, que fue vista por algunos como una forma de asegurar el control del nuevo gobierno, también generó un rechazo inmediato entre aquellos que esperaban un proceso más justo y democrático para la construcción del socialismo en Cuba.
A pesar de los informes y testimonios que denuncian estas prácticas, el Che Guevara se mantuvo firme en su justificación, argumentando que la lucha revolucionaria justificaba la eliminación de cualquier amenaza al nuevo régimen.
A pesar de que algunos seguidores del Che y del régimen cubano defienden sus acciones como parte de la “necesidad histórica” de la Revolución, la revelación de estos hechos ha comenzado a cambiar la forma en que muchos lo ven.
En gran parte del mundo, especialmente en América Latina, el Che ha sido una figura que representa la lucha contra la opresión y el imperialismo.
Pero para otros, su legado está empañado por la violencia y la represión que ejerció en nombre de sus ideales.
Con el paso de los años, la figura de Che Guevara ha sido interpretada de diversas maneras: como un mártir que sacrificó su vida por la revolución o como un líder que, aunque comprometido con sus ideales, fue responsable de prácticas que hoy son consideradas inaceptables.
El relato de su muerte en Bolivia, a manos del ejército boliviano, marcó el fin de su vida, pero la controversia sobre sus acciones sigue viva.
Hoy en día, la imagen del Che sigue siendo utilizada por distintos movimientos, desde aquellos que luchan por la justicia social hasta quienes promueven visiones más radicales del cambio.
Sin embargo, el descubrimiento de estos documentos y testimonios, que revelan la oscura realidad de sus últimas acciones como líder revolucionario, plantea una pregunta incómoda sobre el precio de la revolución y los límites de la lucha en nombre de ideales.
El legado del Che Guevara es una mezcla de inspiración y controversia.
Mientras algunos lo siguen viendo como un héroe, otros no pueden olvidar las decisiones que tomó durante los años en que estuvo en el poder, cuando el revolucionario que luchaba por la libertad y la igualdad se convirtió en un ejecutor implacable de aquellos que consideraba enemigos de su causa.