⚠️ Fiscalía confirma lo impensable: hallan sin vida a integrantes de Grupo Fugitivo tras brutal secuestro
El estado de Tamaulipas vuelve a ser epicentro de horror y tristeza.
Esta vez, la violencia alcanzó al mundo del espectáculo con una crueldad impensable.
La Fiscalía General de Justicia del estado ha confirmado el hallazgo de los cuerpos sin vida de al menos tres integrantes del reconocido Grupo Fugitivo, quienes habían sido reportados como desaparecidos hace poco más de una semana.
La noticia ha sacudido al país entero, no solo por la magnitud del crimen, sino por la brutalidad con la que fue ejecutado.
Según los primeros informes, los músicos fueron secuestrados tras haber aceptado una presentación privada en un rancho cercano a la zona de San Fernando, en una región conocida por la presencia activa de células criminales.
El evento, que supuestamente sería exclusivo para un grupo selecto de invitados, resultó ser una trampa mortal.
Fuentes cercanas a la investigación revelan que los integrantes del grupo fueron interceptados por sujetos armados cuando se dirigían al lugar del evento.
Desde entonces, no se supo más de ellos… hasta ahora.
Este 30 de mayo, la fiscalía local confirmó el descubrimiento de una fosa clandestina en los alrededores de un predio abandonado.
Allí fueron encontrados los cuerpos, con evidentes signos de violencia, maniatados y en avanzado estado de descomposición.
Aunque las autoridades no han revelado públicamente los nombres de las víctimas, medios locales aseguran que se trata de miembros activos del grupo musical, incluyendo a su vocalista y dos músicos más.
El hallazgo ha generado una oleada de indignación y luto no solo entre los fans del grupo, sino también en el gremio artístico, que ha manifestado su impotencia ante un país donde ejercer el arte se ha vuelto un riesgo mortal.
Varios artistas y agrupaciones del regional mexicano expresaron su dolor y exigieron justicia inmediata.
“Esto no puede seguir así.
Ser músico no debería ser una sentencia de muerte”, publicó una reconocida banda en sus redes sociales.
La Fiscalía ha abierto una investigación formal por secuestro agravado y homicidio múltiple, y aunque no han confirmado detenciones, se sabe que ya hay varias líneas de investigación abiertas, algunas que apuntan directamente a grupos del crimen organizado que operan con total impunidad en esa zona del estado.
Los familiares de las víctimas, devastados, han pedido respeto, pero también justicia.
“Ellos solo querían trabajar, llevar música a la gente.
Nunca pensaron que terminarían así”, declaró entre sollozos un hermano de una de las víctimas.
Grupo Fugitivo, originario del norte del país, era conocido por su estilo particular de cumbia regional y había gozado de una carrera constante, con miles de seguidores en México y Estados Unidos.
Aunque no eran parte del espectáculo mediático tradicional, mantenían una base de fans sólida y recorrían constantemente ferias, palenques y eventos privados.
Su cercanía con el público y su humildad los convirtió en favoritos de muchos.
Y precisamente esa cercanía, esa confianza en aceptar eventos fuera de grandes escenarios, fue lo que los expuso.
Esta tragedia no solo marca el fin brutal de vidas y talentos que aún tenían mucho por dar, también pone sobre la mesa una vez más el debate sobre la inseguridad en México, y cómo esta ha comenzado a tragarse incluso espacios que deberían ser sagrados: la cultura, la música, el arte.
El terror no distingue fama ni género musical.
El crimen organizado ha demostrado que puede operar sin piedad, incluso contra quienes solo llevan alegría en forma de canciones.
El gobierno estatal ha prometido que no dejará el caso impune.
Pero en un país acostumbrado a las promesas vacías y las carpetas de investigación interminables, la pregunta persiste: ¿habrá justicia real para Grupo Fugitivo?
Por ahora, sus fans en todo el continente lloran la pérdida.
Las redes se han llenado de homenajes, de videos de presentaciones pasadas, de canciones que hoy suenan más tristes que nunca.
Porque lo que el crimen calló a la fuerza, la música lo grita con dolor: México perdió más que músicos, perdió voces, historias… y una parte de su alma.