😱¡Itatí Cantoral a sus 50 años suelta la BOMBA! La confesión que dejó a México entero en SHOCK
A lo largo de su carrera, Itatí Cantoral ha interpretado personajes que quedarán para siempre en la memoria colectiva, pero ninguno tan icónico como Soraya Montenegro, la despiadada villana que marcó una era en la televisión mexicana.
Sin embargo, detrás de esa imagen poderosa y dominante, existía una mujer que en silencio cargaba con cicatrices mucho más profundas que cualquier libreto de telenovela.
Hoy, a sus 50 años, Itatí ha decidido hablar y lo que ha dicho ha dejado al mundo del espectáculo completamente conmocionado.
En una entrevista exclusiva que nadie vio venir, la actriz se abrió como nunca antes.
Confesó que durante años vivió atrapada en una industria que exigía perfección, belleza y sumisión.
“Yo era una máquina de actuar, de sonreír, de agradar.
Pero por dentro, me estaba quebrando”, declaró.
La presión por mantenerse relevante, por conservar una imagen impecable ante las cámaras, la llevó a atravesar episodios de ansiedad severa, crisis de identidad e incluso una lucha silenciosa contra la depresión.
Pero lo más impactante fue cuando reveló que, durante el auge de su carrera, fue víctima de abuso por parte de figuras con poder dentro del medio artístico.
Sin mencionar nombres directamente, Itatí describió situaciones donde fue manipulada emocionalmente, chantajeada y minimizada por quienes prometían “impulsar su carrera” a cambio de favores personales.
“Me dijeron que si no hacía lo que se esperaba, me quedarían pocas oportunidades”, afirmó con voz firme pero dolida.
Hasta ahora, nunca había hablado públicamente de estos episodios por miedo a represalias, tanto laborales como personales.
Su relación con el también actor Eduardo Santamarina, con quien tuvo dos hijos, también fue tema de confesión.
Aunque públicamente intentaron mantener una imagen de familia feliz, Itatí admitió que vivieron años de tensión, infidelidad y constantes conflictos.
“Yo estaba enamorada, pero también muy herida.
Él tenía sus demonios y yo los míos.
Fue una relación tan intensa como destructiva.
” La separación fue un golpe duro, pero también el primer paso hacia su libertad personal.
Otro aspecto que abordó sin filtros fue su lucha con el alcohol, un problema que por años intentó negar incluso a sí misma.
“Me refugiaba en la fiesta, en la euforia del escenario… hasta que me di cuenta de que estaba perdiendo el control.
” Fue gracias a sus hijos y a una red de apoyo cercana que logró iniciar un proceso de rehabilitación, del que salió fortalecida, pero profundamente transformada.
“Tuve que tocar fondo para poder mirar hacia arriba”, sentenció.
Pero no todo fue dolor en su relato.
Itatí también compartió que, hoy en día, se siente más plena que nunca.
“He aprendido a poner límites, a decir no, a cuidar de mí antes que de una imagen.
” Actualmente, además de seguir trabajando en proyectos televisivos, está enfocada en levantar una fundación dedicada a apoyar a mujeres que han sufrido abuso dentro del medio artístico, una causa que considera su misión más importante hasta ahora.
La respuesta del público no se hizo esperar.
Miles de mensajes de apoyo inundaron sus redes sociales, aplaudiendo su valentía y autenticidad.
Muchos señalaron que su testimonio podría inspirar a otras mujeres a alzar la voz, a romper cadenas y a enfrentarse a una industria que durante años ha protegido a los poderosos mientras silenciaba a las víctimas.
Itatí también reveló que está escribiendo un libro autobiográfico, donde narrará con lujo de detalle cada etapa de su vida, incluyendo los episodios más oscuros, pero también los momentos de resiliencia que la han convertido en la mujer que es hoy.
“No soy una víctima, soy una sobreviviente.
Y a mis 50 años, me siento más viva que nunca”, concluyó, dejando claro que esta nueva etapa de su vida está marcada por la verdad, la libertad y el amor propio.
La confesión de Itatí Cantoral no solo expone las grietas de una industria que durante décadas ha callado demasiadas verdades, sino que reivindica la voz de una mujer que decidió dejar de interpretar personajes para, finalmente, contar su propia historia.
Y esa historia, con toda su crudeza y valentía, merece ser escuchada.