😱 “¡Esto No Puede Ser Real!”: La Hija De Dulce Queda Petrificada Al Leer Las Últimas Voluntades De Su Madre
La muerte de Dulce llegó como una puñalada para la música romántica en México.
Su voz, tan intensa como su carácter, se apagó dejando un eco de recuerdos, conciertos y melodías eternas.
Pero tras la tristeza, como suele ocurrir, llegó el momento más temido por las familias de figuras públicas: la apertura del testamento.
Lo que parecía ser un simple trámite se convirtió en una auténtica bomba emocional.
Romina, su única hija reconocida públicamente, fue la primera en llegar al despacho notarial.
Vestida de luto, con el rostro desencajado por el dolor, esperaba encontrar consuelo en las palabras finales de su madre.
Sin embargo, lo que leyó fue todo menos reconfortante.
Según una fuente cercana al procedimiento legal, Romina quedó completamente paralizada al descubrir que el testamento no coincidía en nada con lo que siempre había creído.
Dulce no solo no le dejó la totalidad de sus bienes, sino que ni siquiera la mencionó en los primeros apartados del documento.
La primera en ser nombrada fue una mujer de nombre desconocido para el público, seguida de un par de fundaciones privadas y, sorprendentemente, un hombre que había sido vinculado sentimentalmente con la cantante hace más de dos décadas.
Romina apenas figuraba en una nota final, en la que su madre simplemente le dedicaba “una oración y el deseo de que encuentre su propio camino, sin depender de los frutos de mi fama”.
La reacción fue inmediata.
Romina, visiblemente alterada, abandonó el lugar sin dar declaraciones a la prensa.
Horas después, publicó una historia en redes sociales donde solo escribió: “No todo lo que brilla es oro… ni toda madre es un ángel”.
Las palabras encendieron las alarmas entre los seguidores de Dulce, quienes comenzaron a especular sobre la posible ruptura entre madre e hija antes del fallecimiento.
Y es que, aunque públicamente siempre parecieron unidas, detrás del telón existían tensiones profundas.
Algunos allegados aseguran que Dulce y Romina llevaban meses sin hablarse.
Disputas por dinero, desacuerdos sobre la vida artística de Romina, y sobre todo, una diferencia irreconciliable en la forma de entender la lealtad y la independencia, habrían sido los detonantes del distanciamiento.
Uno de los aspectos más impactantes del testamento fue la mención explícita de una fundación dedicada al rescate de mujeres en situación de violencia, a la cual Dulce dejó la mayor parte de sus bienes inmobiliarios.
En un anexo, expresó que su verdadera herencia debía ser “una vida de ejemplo, lucha y empoderamiento”, no solo “cosas materiales”.
Estas palabras, aunque inspiradoras para algunos, fueron una bofetada simbólica para Romina, quien toda su vida vivió bajo la sombra de la fama de su madre.
Las redes sociales no tardaron en dividirse.
Mientras algunos aplauden la decisión de Dulce, considerándola un acto de coherencia con sus valores, otros critican lo que consideran un acto cruel hacia su única hija.
Varios fans incluso recordaron entrevistas antiguas en las que Dulce hablaba de “sentirse sola” y “no tener a nadie que realmente la entendiera”, lo cual ahora toma un significado mucho más fuerte y doloroso.
Por su parte, Romina ha comenzado un proceso legal para impugnar el testamento, alegando presunta manipulación o incapacidad mental de su madre al momento de redactarlo.
El proceso podría tardar meses, incluso años, y promete estar lleno de controversias, documentos inéditos y tal vez más secretos familiares que saldrán a flote con el tiempo.
Lo que está claro es que la muerte de Dulce no puso fin a su historia, sino que abrió un capítulo aún más complejo y emotivo: el del legado real que dejó tras su partida.
Un legado que, más allá de la música, ahora involucra traición, dolor, lucha y una pregunta que muchos se hacen: ¿Puede una madre amar profundamente.
y aun así dejar fuera de su testamento a su propia hija?
La historia apenas comienza.
Y lo que hay detrás del testamento de Dulce podría ser la canción más amarga que su hija Romina jamás imaginó escuchar.