María Corina Machado intenta llegar a Oslo para recibir el Premio Nobel de la Paz, enfrentando riesgos y desafíos derivados de la represión en Venezuela.
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En medio de la expectación mundial por la entrega del Premio Nobel de la Paz, la figura de María Corina Machado vuelve a acaparar la atención internacional.
La líder venezolana, reconocida por su incansable lucha por la democracia y la libertad en Venezuela, enfrenta un viaje lleno de incertidumbre hacia Oslo, Noruega, donde se espera que reciba uno de los galardones más prestigiosos del mundo.
Su hermana, Clara Machado, habló con un medio colombiano para ofrecer detalles sobre la situación, aunque con prudencia, consciente de la delicadeza del momento y los riesgos que aún persisten para María Corina.
Según Clara, María Corina está intentando llegar a Oslo, y aunque no se puede confirmar su ubicación exacta ni la ruta que sigue, el deseo de la líder es estar presente en la ceremonia para recibir el Nobel.
“Su deseo es estar acá y recoger el premio. Es lo que te puedo decir en este momento”, aseguró Clara, dejando claro que toda la familia mantiene la esperanza y la fe de que pronto se reencontrarán con ella.
La hermana enfatizó que, aunque no han tenido comunicación constante en las últimas horas por motivos de seguridad, sí mantienen contacto permanente cuando es posible.

El viaje de María Corina no ha sido sencillo. La familia tuvo que salir de Venezuela por motivos de persecución y represión, desplazándose desde distintos lugares del mundo para poder acompañarla en este momento crucial.
Clara relata que la familia está unida y preparada para apoyar a María Corina, convencidos de que hará todo lo necesario para llegar a Oslo y cumplir con su misión.
La entrega del Nobel no solo representa un reconocimiento personal, sino también un símbolo de esperanza y resistencia para los venezolanos que luchan por la libertad en su país.
Clara describe la energía en Oslo como positiva y esperanzadora. A pesar de la tensión inherente a la espera, el comité del Nobel y la familia de María Corina muestran calma y convicción.
“La energía es muy positiva, no es de miedo, no es de angustia, ellos están muy confiados”, comenta Clara, destacando que todos los preparativos se han realizado con mucha organización y bajo los lineamientos del comité, garantizando la seguridad de la líder venezolana.
El relato de Clara también pone de relieve el carácter de María Corina Machado, a quien describe como valiente y coherente, siempre enfocada en sus principios y objetivos.
“Ella siempre ha sido así. Toda la vida ha sido así, enfrentando los retos con convicción y aferrándose a sus principios”, afirmó.
La hermana resalta que, a pesar de la clandestinidad y las dificultades del viaje, María Corina mantiene el enfoque en la liberación de Venezuela, demostrando que su misión trasciende los logros individuales y busca un impacto profundo en su país.
La familia está acompañada de los tres hijos de María Corina y de su madre, quien a pesar de su frágil salud ha mostrado fuerza y esperanza, contagiando a todos con energía positiva.
Clara subraya que este momento ha sido una inyección de vida para la familia, reforzando la unidad y el compromiso de todos en apoyo a María Corina.
La líder venezolana, según su hermana, ha pedido que la acompañen en Oslo, reflejando la importancia que da a la familia en cada paso de su lucha política.
En cuanto a las posibles implicaciones políticas de la presencia de María Corina en Oslo, Clara prefiere mantener la conversación en el plano familiar.
Aunque reconoce el contexto de tensión en Venezuela y los recientes anuncios de figuras internacionales sobre el régimen de Maduro, asegura que la familia no discute estos temas estratégicos, sino que se centra en apoyar a María Corina y mantener la esperanza de un cambio en su país.
La entrega del Nobel, según Clara, tiene un efecto inspirador para los venezolanos, inyectando energía, esperanza y confianza en la posibilidad de recuperar un país basado en valores y democracia.
Durante la entrevista, Clara enfatizó que María Corina no ha perdido de vista su misión principal: trabajar por la libertad y los derechos de los venezolanos.
Cada decisión y cada paso que da está alineado con ese objetivo, y la familia actúa como soporte constante para que pueda cumplirlo sin poner en riesgo su seguridad.
La cercanía con el comité del Nobel garantiza que todos los movimientos y planes se ejecuten con máxima prudencia y coordinación, permitiendo que la líder pueda llegar a Oslo y recibir el reconocimiento que trasciende fronteras.

El drama de este viaje también refleja la realidad de los exiliados venezolanos, quienes deben enfrentar persecución, desplazamiento y riesgos constantes mientras luchan por la democracia.
María Corina Machado se convierte así en un símbolo de resiliencia y valentía, demostrando que la lucha por los derechos y la libertad requiere sacrificio, planificación y apoyo familiar.
Su posible llegada a Oslo, aún envuelta en incertidumbre, ha generado una atmósfera de esperanza que trasciende la ceremonia del Nobel y resuena en toda Venezuela.
Clara Machado concluye transmitiendo un mensaje de unidad, fuerza y fe. La familia permanece firme y optimista, convencida de que su hermana logrará llegar a Oslo y que este reconocimiento internacional será un impulso para la causa de la libertad en Venezuela
. Mientras tanto, los ojos del mundo permanecen atentos, aguardando que María Corina Machado, símbolo de resistencia y coherencia, cruce las fronteras y reciba el Premio Nobel de la Paz, consolidando su lucha y entregando un mensaje de esperanza y coraje a todos los que anhelan un cambio en su país.
El viaje de María Corina sigue siendo un testimonio de valentía, compromiso y resiliencia familiar, en el que cada detalle, cada gesto y cada paso cuenta en la búsqueda de un objetivo mayor: la libertad de Venezuela y la defensa de los principios democráticos.
La historia de esta líder y su familia resuena como un ejemplo inspirador de cómo la determinación y la unidad pueden enfrentar incluso los desafíos más grandes.