Para muchas personas que crecieron en los años 80, la película *Mamá, soy Paquito* representa un recuerdo entrañable de la infancia.
En aquella época, sin internet ni redes sociales, la información sobre las figuras públicas era limitada y el público dependía de la televisión y los periódicos para conocer sus historias.
Fue así como el joven Paquito Cuevas, con su carisma y talento, apareció en pantalla, despertando la curiosidad de muchos por su parecido con el famoso Pedrito Fernández.
Hoy sabemos que Paquito es efectivamente el hermano menor de Pedro Fernández, cuyo nombre real es José Luis Cuevas.
Francisco Cuevas, conocido artísticamente como Paquito Cuevas, nació en Guadalajara, Jalisco, en una familia numerosa con cinco hermanos, varios de ellos vinculados al mundo artístico.
Pedro Fernández adoptó su nombre artístico en honor a sus ídolos Pedro Infante y Vicente Fernández, este último fue padrino de Pedro.
Otro hermano, Gerardo, también tomó el apellido Fernández para fortalecer su identidad artística.
Inspirado por el éxito temprano de su hermano mayor, quien alcanzó la fama a los 8 años con la canción *La mochila azul*, Paquito comenzó a incursionar en el mundo del espectáculo desde los 7 años.
Su debut cinematográfico fue en *La Niña de la Mochila Azul 2* (1982), actuando junto a Pedro y la actriz infantil María Rebeca.
Este paso marcó el inicio de su carrera en el cine, que pronto lo llevaría a protagonizar su papel más icónico: Paquito en *Mamá, soy Paquito*.
Paquito no solo fue el hermanito de Pedro; por un tiempo, fue una joven estrella con un carisma y talento propios.
En 1982 lanzó su primer álbum titulado *Mamá, soy Paquito*, que se convirtió en un éxito rotundo, alcanzando disco de oro por sus ventas.
La popularidad de la canción llevó a la producción de la película homónima, escrita por Daniel Galindo y dirigida por Carlos Valdemar, que consolidó a Paquito como protagonista y estrella emergente.
La película tuvo gran aceptación en México y América Latina, y el público lo abrazó con entusiasmo, maravillado por su voz y presencia en escena, que evocaban la misma fuerza emocional que el ya famoso Pedro Fernández.
Tras este éxito, Paquito realizó giras extensas, participó en programas de televisión y se presentó en escenarios importantes de México, Estados Unidos, España y varios países de Centro y Sudamérica.
En Estados Unidos, sus presentaciones en lugares emblemáticos como Madison Square Garden, el Houston Astrodome y el Million Dollar Theater en Los Ángeles fueron sold out, consolidando su estatus como una joven estrella de la música regional mexicana.
Compartió escenario con grandes figuras como Los Tigres del Norte, Banda El Recodo y, por supuesto, su hermano Pedro.
Entre 1982 y 1990, Paquito Cuevas disfrutó de una carrera notable como cantante y actor infantil.
Fue galardonado con importantes premios en México, incluyendo La Palma de Oro, La Diosa de Plata y el Premio Heraldo de México, que lo colocaron entre los actores infantiles más celebrados de su época.
Además de *Mamá, soy Paquito*, protagonizó otras películas como *Pobre niño rico* y colaboró con leyendas de la comedia mexicana como Clavillazo, Resortes y Manuel Medel.
Todo parecía marchar bien para Paquito, pero en 1989 tomó una decisión que cambiaría su vida: se mudó con su familia a California.
Este traslado lo desconectó de Televisa, la empresa que había impulsado gran parte de su éxito.
A diferencia de Pedro Fernández, quien continuó triunfando en telenovelas, música y cine, Paquito desapareció lentamente del entretenimiento mexicano.
Comenzaron a circular rumores sobre posibles discusiones entre los hermanos y sobre el carácter fuerte e impulsivo de Paquito, que podrían haber contribuido a la distancia entre ellos.
Aunque nada fue confirmado, la abrupta pausa en su carrera profesional generó especulaciones.
En Estados Unidos, Paquito intentó reconstruir su carrera con un disco titulado *Un mundo extraño*, que alcanzó disco de plata.
Aunque no fue un éxito masivo, demostró que aún mantenía seguidores fieles.
Se presentó en rodeos, ferias regionales y festivales comunitarios, especialmente en eventos donde la música mexicana y la tradición charra tenían gran arraigo.
Aunque Paquito no volvió a alcanzar la fama nacional o internacional que tuvo en su infancia, nunca desapareció por completo.
Siguió activo en la televisión estadounidense, apareciendo en cadenas hispanas como Telemundo, Univisión, Azteca y América.
Su popularidad pasó de ser un fenómeno nacional a contar con una base de seguidores más pequeña pero leal.
A lo largo de los años, Paquito destacó también por su generosidad y compromiso social.
Se hizo conocido en Estados Unidos por participar en numerosos eventos benéficos, especialmente apoyando a organizaciones como la Fundación San Judas, dedicadas a ayudar a niños, familias y comunidades inmigrantes.
Paquito Cuevas ha llevado una vida más tranquila y alejada del gran reflector que disfrutó en su niñez.
Se sabe que está casado y que valora profundamente la familia y la lealtad, aunque prefiere mantener su vida privada en reserva.
Entre sus pasatiempos destacan la equitación, la cocina tradicional jalisciense y la música ranchera clásica.
Financieramente, Paquito vive con estabilidad gracias a sus años de trabajo en Estados Unidos, presentaciones en eventos privados y festivales regionales.
Su patrimonio se estima entre 300,000 y 500,000 dólares, una cifra modesta si se compara con la fama que tuvo en su infancia, pero suficiente para una vida honesta y centrada en su pasión.
Uno de los temas más comentados por los fans es la aparente distancia entre Paquito y su hermano Pedro Fernández.
Aunque ambos mantienen un perfil bajo respecto a su relación, se rumorea que existen conflictos familiares no resueltos que han mantenido separados a los hermanos durante años.
Rara vez se les ha visto juntos en público, y muchos seguidores sueñan con un reencuentro en el escenario, donde puedan cantar juntos como en los viejos tiempos.
Paquito continúa activo en la música regional mexicana y latina, lanzando álbumes que reflejan su voz e identidad artística más allá de la imagen infantil que lo catapultó a la fama.
Aunque sus presentaciones son ahora en espacios más íntimos como rodeos, ferias y eventos comunitarios, su pasión por la música sigue intacta.
En redes sociales, Paquito comparte ocasionalmente clips de ensayos y presentaciones, manteniendo el contacto con sus seguidores.
Ha insinuado que podría lanzar nueva música próximamente, mostrando que su amor por el canto no ha desaparecido con los años.
Paquito Cuevas fue un ídolo infantil que marcó a toda una generación con su talento y carisma.
Aunque la fama temprana no se tradujo en una carrera de superestrella como la de su hermano Pedro Fernández, Paquito ha sabido construir una vida estable y llena de significado, manteniendo viva la música y el cariño de sus fans.
Su historia es un testimonio de resiliencia, pasión y humildad, y aunque el público sigue curioso sobre su relación con Pedro, lo que permanece claro es que Paquito Cuevas sigue de pie, cantando y dejando una huella imborrable en la cultura popular latinoamericana.
